Sin una pizca de piedad, los tres recién llegados arrasaron con los hombres y mujeres moribundos; les llenaron de balas el cuerpo, los acuchillaron, les explotaron la cabeza. Simplemente ese lugar se había vuelto una carnicería...una con un terrible hedor a podrido con una sangre de color negra.Y si no fuera poco, los recién llegados tampoco eran muy normales, ya que llegaron a un punto donde comenzaron a destrozar a las criaturas, sin armas o poderes, solo usaban sus uñas que como los seres moribundos, crecían y se volvían tan duras como las garras de un animal. Iren miro sorprendido la escena, sobre todo cuando estos dejaron al descubierto, largos, afilados y blanquísimos colmillos para clavarlos en los cuellos de sus víctimas.
Era simplemente como ver una película de terror pero Iren estaba lejos de estar asustado ¿Cómo era posible ver esa clase de criaturas en un lugar como la Tierra donde había magia muy limitada? Aunque a decir verdad, no parecían usar algún tipo de magia pura...la energía que se sentía era obscura, maligna se podía decir.
Ya habían acabado con casi todos los malditos , salvo por uno, el cual parecía decidido a huir de esa carnicería pero antes de poder hacer algo; el sujeto más corpulento, corrió hacia él y dio un fuerte brinco sobre la pared para dar pequeños pasos en esta y poder quedar frente al tipo, el cual se asustó bastante al verlo y quiso huir en dirección contraria, cosa que le fue imposible, ya que el sujeto encapuchado lo tomo del brazo con una mano y con la otra lo tomo del hombro; acto seguido, tiro con fuerza de su brazo, logrando arrancárselo, la criatura chillo de dolor y entonces fue atravesada en el pecho por la mano del mismo sujeto que le había arrancado el brazo para que luego su corazón putrefacto fuera arrancado de su interior. El sujeto cayó pesadamente al suelo, donde se volvió ceniza, al igual que su corazón que aún estaba en la mano de su asesino.
Aquella masacre se había terminado.
— ¡Qué horror! La sangre de estos sujetos ya estaba podrida, sabia horrible. —se quejó el miembro más pequeño en cuanto altura de ese trio de locos, que obviamente era una mujer.
— ¿Qué esperaba de seres que llevan años encerrados sin probar una gota de sangre, señorita Rydberg? —dijo el sujeto mediano con la voz de un hombre mayor, más no un anciano.
—La pregunta más importante es ¿qué haces "tú" aquí? —dijo el sujeto de los ojos verdes a Iren bastante serio.
Iren sonrió.
—Solo buscaba un camino a casa. Tú lo dijiste, soy un turista. —se encogió de hombros.
—Eso explica el porque pudiste ver los sellos y romperlos. —hablo la mujer que se acercó a Iren. Iren levanto una ceja pensativo.
—Es obvio que ustedes no son normales. —hablo el castaño.
—No. —dijo de manera cortante el sujeto corpulento.
La mujer se quitó la capucha dejando ver una joven de cabello castaño, piel blanquísima y hermosos pero extraños ojos color purpura.
—Hey, tus ojos son como los míos. —Rydberg se encogió de hombros.
—Genética. Todos los vampiros de mi familia tienen así los ojos. Por eso la gente considera maldita a aquellos que tengan los ojos así.
— ¿Qué son ustedes? —pregunto intrigado.
—Somos vampiros, joven. —dijo el sujeto que sonaba mayor y en efecto lo era. Era un sujeto de piel algo arrugada, cabello sumamente blanco y ojos obscuros.
— ¿Vampiros? —dijo Iren pensativo.
—Personas malditas. —contesto el hombre de los ojos verdes que seguía sin quitarse la capucha. Iren se quedó pensativo por un par de segundos más.
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Lounk: Ciudad industrial
Fantasi¿Te gustaria saber de donde provienen las criaturas magicas que conocemos solo a traves de los cuentos? ¿Saber que tipo de vida se lleva en un mundo magico? Bienvenido a Lounk. Un planeta conectado al nuestro a traves de varios agujeros negros por l...