Dos días sin dormir y para qué, era lo qué pensaba Naruto mientras desanimado subía al autobús que las llevaría a la preparatoria oficial Konoha.Las matemáticas y sus derivados nunca fueron su fuerte ni en primaria, ni en secundaria y menos en preparatoria, pero si quería terminar el ciclo escolar y tener vacaciones completas debía sí o sí pasar el examen del día de hoy, sólo esperaba que sus oraciones,promesas y sacrificios llegaran a oídos de Dios, por qué sino ahora sí tendría pase directo con san Pedro si su tierna y amada madre descubría que tendría que suspender sus adoradas vacaciones a Hawai por qué su único hijito debía estudiar duro para un extraordinario que se aplicaba a mediados de tan preciadas fechas. Un escalofrío le recorrió la columna vertebral de solo imaginar la cara de furia de su madre.
Encontró un lugar desocupado cerca de la ventana al final de autobús. — ¡Sí, genial, esto es bueno y, así inicia lo que yo llamo un excelente día! — pensó feliz. Se acomodo y a los pocos minutos del recorrido, los párpados comenzaron a pesar, buscando el descanso que no obtuvieron durante dos largas noches.
Naruto miro la hora y calculo el tiempo de llegada a la parada mas cercana a la preparatoria. Coloco una alarma de veinticinco minutos en su celular y luego acomodo la cabeza sobre la ventanilla para dormir.
La alegre anciana que estaba sentada a su lado, sonrió cuando la cabeza del adolescente se apoyo sobre su hombro, pero su parada estaba próxima así qué cuidadosa y amorosamente apoyo de nuevo su cabeza sobre el cristal de la ventanilla, la mujer descendió y su lugar fue enseguida ocupado por otro estudiante que de igual manera le resulto adorable a la anciana, pues el joven de cabellos negros y piel pálida le ayudo a bajar sus bolsas mientras ella se ocupaba de bajar con sumo cuidado las escaleras.
Naruto suspiró cuándo encontró de nuevo una buena postura para seguir durmiendo.
Por otro lado el chico de cabellos y ojos negros se mantuvo quieto y a la expectativa de su compañero de escuela, porqué si despertaba fingiría estar muy molesto por el atrevimiento tomado al babear su suéter y de paso ocupar y cansar su hombro.
Pero no sucedió, al contrario el rubio siguió durmiendo. Y entonces él continuó leyendo su libro de álgebra para avanzados.
Sasuke amaba las matemáticas, Itachi su hermano mayor fue el encargado de enseñarle y él por supuesto no tardó en ver que eran la cosa mas fácil y fascinante del mundo, pero también encontró que Naruto lo era, solo había un problema. El rubio era tan difícil de leer, porqué Sasuke nunca pudo encontrar algún gesto o alguna señal qué le ayudará a saber sí el rubio podría algún día corresponder a sus sentimientos.
La alarma en el celular del rubio comenzó a sonar y Sasuke se levantó enseguida comenzando a caminar hacia la puerta del autobús para disimular.
Naruto abrió los ojos con pereza y bostezo de forma exagerada. —¡Ah, dormí genial y me siento como nuevo, ahora sí profesor Asuma, estoy listo para sacar un seis!
Sasuke aguantó la risa, el rubio era tan espontáneo en sus comentarios, recordó que tiempo atrás era lo que mas odiaba de él y ahora era lo que mas le gustaba.
Naruto buscó a la dulce anciana y no la encontró, encogió los hombros, se levantó dispuestos a bajar y obtener ese seis, pero se freno a medio camino cuando vio al Uchiha, miro el resto del autobús y solo quedaban ellos dos como estudiantes, lo que significaba que bajarían juntos.
—Diablos— pensó el rubio. — si me esperó a la siguiente parada llegare con cinco minutos de retraso y el profesor Asuma es muy estricto, ¡agh!
El autobús se detuvo cuándo Sasuke oprimió el botón solicitando su descenso.
Naruto sintió que sudaba frío, aun no decidía que hacer, siempre había visto de lejos al pelinegro y le gustaba pero sus constantes menciones honoríficas le intimidaban él era un verdadero bruto en comparación al Uchiha.
Sasuke avanzo lento esperando ver bajar al rubio y compartir al menos un poco de camino, las vacaciones estaban cerca y dejaría de verlo por casi dos meses. Al menos quería un poco de tiempo extra.
Naruto decidió que podía correr en menos del tiempo calculado.
El autobús avanzó.
Naruto vio al Uchiha caminar y suspiro. Le gustaba mucho. Pero debía tener los pies en la tierra. Tipos como Sasuke jamás se fijaban en malos estudiantes como él.
Sasuke miró el autobús partir. El Uzumaki era tan difícil. Le gustaba mucho y aunque todos creyeran que podía obtener lo que fuera debían saber que sí había algo que no podría obtener quizá nunca. A Naruto.
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El Autobús
Short StoryAmbos tienen sentimientos por el otro. Pero es un secreto que al parecer será para siempre.