6

361 77 5
                                    

-El traje realmente te sienta bien. Es una lástima que mis bonitas marcas desaparecieran...

De nuevo sentí mi sangre hervir.

Había asistido a la fiesta de Claire con la intención de disculparme con Sungjong aunque ni siquiera yo mismo podía explicar lo que me había pasado cuando apareció furioso en mi oficina.

Lo único que seguía teniendo claro era que Sungjong era un misterio para mi mismo. No podía entender como me irritaba y a la vez me atraía como si hubiera lanzado un hechizo sobre mi. Me gustaba como modelo, si. Me gustaba como potencial amante, no lo sabía exactamente... y sin embargo me había lazando sobre él dejándome al final gobernar por el coraje.

Tampoco podía decir que lo odiaba pero si persistía un rencor y desconfianza por los tipos como él. Todo Sungjong me recordaba a Minseok, desde el primer día en que lo conocí supe que sería mi tormento personal, una manera en que el destino se ensañaba conmigo para recordarme que él seguía y seguiría en mi corazón y aún sabiendo que lo mejor sería alejarme... ¿En que momento se había vuelto una obsesión para mi?

Había bastado poco para adentrarme en esos grandes ojos color chocolate incluso cuando rechacé sus intentos por seducirme. ¿Era el recuerdo de Minseok o lo atractivo que era Sungjong? Ese rostro de delicadas facciones, su piel blanca como la leche, su actitud elevada con la que que ocultaba su frágil corazón, la dulzura de su expresión al sonreír... me confundía y eso me exasperaba.

Mis motivos de que firmara un contrato en mi compañía habían sido con la intención de que siguiera posando para mi, confirmar si mi primera impresión de él había sido acertada o si tal vez quería mantenerme cerca de quién me recordaba a mi gran amor como el masoquista que sabía que era, no lo podía definir con certeza. Por supuesto no había esperado que llegara a mi oficina para preguntarme esos motivos y por supuesto no se lo diría pero su resolución de rechazar mi oferta había sacado a relucir un deseo oculto desde aquel día en el centro comercial... cuando lo había visto a través de las cortinas de los vestidores.

Me vi arrastrado por el deseo que provocaba en mi, correspondiendo al beso que me había negado la primera vez, pero al ver las marcas rojizas en su pálida piel no pude evitar el recuerdo de Minseok en los brazos de otro, de Sungjong en otra cama, sacando lo peor de mi.

Era consciente que había actuado como un idiota, que lo había ofendido y que probablemente no querría volver a saber de mi, lo cual entendía perfectamente pero sentía la necesidad de disculparme aunque en el fondo tal vez fuera otro pretexto para verlo.

No tardé mucho en localizarlo en la fiesta. En el vestíbulo con un traje más entallado de lo normal, Sungjong saludaba a todo aquel que se le acercaba, sonreía para las cámaras hasta que Lyn lo monopolizó en cuanto apareció en su campo de visión. Los seguí discretamente pasando cortésmente de las chicas y empresarios que se acercaban a saludarme. Mi objetivo lucía evidentemente nervioso, parecía que no era muy bueno socializando con la gente lo cual daba una vez más una impresión distinta a la que siempre quería demostrar. Más de una vez lo vi bebiendo de manera más que entuasiasta animado por no decir obligado a brindar con la gente que lo rodeaba; poco a poco sus mejillas comenzaron a ruborizarse y desorientado alzó la vista como si estuviera buscando a alguien topándose con mi mirada que no se había apartado ningún instante de él.  Giró su rostro como si no se hubiera dado cuenta de mi presencia haciéndome reír y acto seguido se disculpó de sus acompañantes para desaparecer por un pasillo viendo así mi oportunidad de acercarme.

Sin embargo no contaba con que algunos reporteros me bloquearan el camino con la intención de entrevistarme y cuando por fin me vi libre y logré alcanzarlo, alguien más se me había adelantado. Un tipo de cabello negro, labios llenos y que parecía salido de un comercial de shampoo le impedía el paso a Sungjong, no tardé en comprender que se trataba del sanguijuela con el que había salido a juzgar por sus palabras. No sabía si no se daba cuenta que Sungjong parecía que pronto perdería el suelo o quería aprovecharse de la situación para llevárselo al hotel más próximo, así que temeroso de que fuera lo segundo decidí intervenir con una repentina idea cruzándome por la cabeza.

-¡Mi amor! ¡Te he buscado por todas partes! - sonreí con satisfacción al ver el rostro confundido de ese sujeto al verme y la sorpresa en los ojos de Sungjong. Lo aparté de sus garras agradeciendo que Sungjong estuviera ebrio y confundido como para rechazarme.

-¿Y tu quien eres?

-Su novio - solté sin más aguantando las ganas de reírme de aquel tipo pretencioso y con la mandíbula desencajada por la sorpresa.

-¿Que? ¿Sungjong, acaso tienes novio?

-Yo no... - Pero antes de que pudiera hablar lo estreché más cerca de mi percibiendo su aliento a vino mezclado con su dulce aroma.

-Bueno, si nos disculpas...

Me retire con Sungjong fuertemente agarrado y echando un último vistazo a su ex-amante en turno que me miraba rojo de furia lanzándole una sonrisa burlona, sin duda le había arruinado su noche para satisfacción mía.
Lo conduje hacia un sitio apartado en uno de los balcones del edificio donde Sungjong se sujetó al barandal respirando hondo, sin apenas mirarme.

-Gra... gracias pero no tenías por que hacer eso.

-¿Que cosa? ¿Apartarte de ese acosador o decir que soy tu novio?

Se giró mirándome fijamente con su bonita cara con gesto acalorado - ¿Que pretendes Myungsoo?

Le devolví la mirada.

-Me rechazas, me ayudas, me pides que trabaje para ti, me besas, me humillas, te dices ser mi novio... ¿Quién te crees que eres para jugar así conmigo?...

¿Como explicarle que ni yo mismo lo sabía? ¿Cómo decirle que me cautivaba y a la vez me hacia cuestionarme a mi mismo?

- ... tienes una idea muy equivocada de mi si piensas que acostándome contigo voy a firmar ese contrato...

-Lo siento - susurré apenas audible dejando sin palabras a Sungjong que paró con sus reclamos. Una pequeña arruga surcó sus mejillas reflejando su confusión.

-¿Qué?

-Lo siento ¿vale?

-¿Es otra broma tuya?

-No - suspiré.

-¿Sabes? Me confundes mucho Myungsoo, quisiera entenderte...

Si supiera que me encontraba en el mismo dilema. Parecía que se había recuperado un poco aunque sus mejillas seguían ligeramente coloradas.

-...pero si eso es todo, acepto tus disculpas. Ahora si me perdonas, tengo que regresar al evento.

-¡Espera! - lo sujeté de un brazo tan pronto pasó a mi lado con la intención de irse. Sentí su cuerpo tensarse bajo mi tacto.

-Yo... ¿Te gustaría salir conmigo? - solté sin pensármelo. Sungjong abrió la boca desconcertado y sus mejillas ahora se habían tornado de un rojo más brillante.

-...¿Qué... estas...?

-Como amigos, claro. Sin segundas intenciones, sin tomadas de pelo. Como debería de haber sido en un principio. ¿Que te parece?

Sungjong pareció dudar, yo apenas y terminaba de procesar lo que le había propuesto en un intento desesperado por que no me dejara en la incertidumbre.

Nos miramos fijamente el uno al otro, con el viento alborotando nuestros cabellos y mi mano aún sobre su brazo.

-¿Quieres... ir a tomar una copa?

Sonreí.

MAGAZINE (MyungJong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora