Prologo

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Percy POV
Entre corriendo a mi cabaña, sentía mi corazón rompiéndose en cientos de pedazos, el dolor era simplemente indescriptible. Había pasado por cosas que no le desearía ni a mi peor enemigo, incluso la maldición de la sangre de gorgona no había dolido tanto.
Agarre las cosas más importantes un poco de ropa, algo de comida, y un poco de néctar y ambrosía. Antes de salir deje una nota, una despedida para mis amigos y mi hogar.
Salí corriendo esperando que las Arpías no me vieran, me pare antes de salir de la barrera mágica proporcionada por el Pino de Thalía. Me di la vuelta sin volver a mirar atrás, mientras la imagen de hace unos minutos seguía clara en mi cabeza, incitándome a seguir llorando.
¿Por que las Moiras tenían que ser tan injustas? ¿Por que tuvo que llegar él? Supongo que la vida de un semidiós, nunca puede ser justa, ni feliz.
Flashback (Hace 1 mes)
Parecía ser un día cualquiera en el Campamento Mestizo, el clima era simplemente perfecto. Hoy tendría una cita con Annabeth, con la cual me había esmerado demasiado incluso llevaba dos semanas planeando la para que fuera perfecta , no era ninguna fecha en especial, solo quería darle una sorpresa a la persona que más amaba. Sería una cena en el lago de las canoas, pensé que sería el lugar indicado, puesto que ahí hace unos años atrás, ocurrió uno de los eventos que más atesoraré, y nunca olvidaré. Le pedí a Quiron, que mantuviera ocupada a Annabeth en el día, para que ella no descubriera mi pequeño plan, nada podía salir mal, o al menos eso creía...
Unos minutos antes de que comenzara nuestra cita, fui por ella a la cabaña 6, toque la puerta y espere unos momentos para que saliera.
Qué haces aquí Sesos de Alga?.-me pregunto con sorpresa, pero con una gran sonrisa en su rostro. Su cabello rubio se movía lentamente por la leve brisa de la tarde, lo cual la hacía lucir como una princesa "Que afortunado soy" pensé.
Quería ver, si quisieras ir a dar un paseo por la playa-. Le pregunté con un tono de tranquilidad y confianza, sin embargo interiormente me moría de nervios y pena.
Claro que quiero Percy-. Me contesto con una sonrisa, que aún hasta la fecha hacia que mi cerebro se derritiera y no pudiera pensar en nada, más que en ella y en lo feliz que seremos cuando por fin podamos ir juntos a estudiar a Nueva Roma.
Nos tomamos de la mano, caminando en silencio, pero no un silencio incómodo, si no, un silencio de cuando estás disfrutando la compañía de alguien y simplemente no tienes la necesidad de hablar. Mi corazón latía como una locomotora, era increíble, que me siguiera pasando esto, pero, seamos sinceros, estaba perdidamente enamorado por ella.
En ese momento un grito me saco de mis pensamientos, Annabeth me miró, y supimos que alguien estaba en peligro, nos pusimos a correr hasta llegar a donde parecía provenir el grito, me sorprendió ver a un joven que aparentaba ser de mi edad, tenía un cabello color chocolate, una tez bronceada, y un poco musculoso, detrás de él un cíclope salvaje venía persiguiéndolo. Sabia que si no interferíamos, no alcanzaría a llegar, mire a los ojos a Annabeth y esta pareció entender lo que estaba pensando, inmediatamente corrimos hacia el cíclope, mientras yo servía como distracción, Annabeth ayudó al joven a llegar a la seguridad del campamento, después de unos momentos mas cíclope, ya no era más que un poco de polvo dorado que empezó a esparcirse gracias al viento.
Quiron llegó galopando, mientras que los otros campistas venían detrás de él, al parecer el pequeño disturbio había hecho el ruido suficiente como para detener la cena.
En ese momento me percaté de algo, todos me estaban mirando, como si estuvieran en estado de shock, no entendía esta mirada de los demás, parecía que tuviera cuatro ojos o algo similar. Entonces sentí un dolor punzante en el pecho, baje la mirada un poco, y para mi sorpresa, tenía una espada de oro imperial atravesándome, me desplomé en el suelo y vi a Annabeth corriendo hacia mi. Tenía lágrimas corriendo por sus mejillas, en sus ojos grises y tormentosos podía observar un sentimiento de desesperación y miedo.
Quédate conmigo Percy!-. Me decía Annabeth entre sollozos. Traigan ayuda por favor....- su voz estaba quebrándose de dolor, en su voz podías escuchar una agonía, que solo escuche cuando estábamos en el Tártaro.
Lo último que recuerdo fue, unos campistas de Apolo acercándose y Annabeth besándome, entonces mi mundo se volvió negro...

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Espero que les guste el primer capítulo, espero que me digan qué tal les parece :)
Que les gustaría capítulos más largos, mas cortos o así están bien?
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El Anochecer del Héroe del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora