Capítulo 11

467 38 4
                                    

Mis manos se ganaron detrás de su nuca, haciendo más profundo el beso.

Sus labios, manos, ojos, pestañas, todo, todo lo era parte de él me había dejado por debajo de mi mismo, haciendo que antepusieran su amor por si mismo, antes que mi amor por mi.

Él no me amaba, quizás si sentía algo, pero no era lo suficiente para dejar al energúmeno de Kook.

Una de sus manos se poso en mi pecho, le molesta con enormidades la silla en la que estaba.

Sólo lo aleje de mí, no tenia porqué hacer esto, tengo mi amor propio a pesar de estar atado a una silla de ruedas y a un cuaderno y lapiz.

—¿Hyung?—Me miro algo sorprendido.

Moví mi cabeza con negación, alejándome a la vez de él.

Salí de la habitación dejándolo solo, Encontrándome con algo inesperado en la sala.

V y Ho, sentados uno en cada esquina... Esto es raro, antes pareciera que se comieran con los ojos, o al menos por parte de mi mejor amigo.

"Saldré a fumar"—Le informe a Tae.

—Tú no puedes fumar.—Dijo sin expresión alguna.

—"No me importa... Sólo quiero hacerlo".

—Ni siquiera fumas.

—"Muchas cosas nuevas han surgido TaeHyung"

—Te acompañaré. —Miro a Ho, sin conseguir ni la mas mínima atención, siguió caminando hasta la puerta abriéndola para mi.

Salimos y fuimos a una botillería que quedaba cerca, en busca de nuestro casi vicio.

Una vez que conseguimos los cigarros, prendimos cada uno el suyo, fuimos a la plaza de la esquina y nos quedamos ahí.

Acerque mi cigarrillo a mis labios dándole la primera calada a este, viendo como el papel se consumía muestras el huma me quemaba la garganta, ahora recuerdo por que no fumaba.

Tae lo prendió pero el viento lo estaba consumiendo.

Mire un punto, derivando mi mente a otro de nuestros pequeños deslices. Donde siempre quería más, pero no me lo permitía.

Ninguno de los dos hablaba, simplemente nos fumamos nuestro cigarro.

Era la primera vez que V estaba callado, me estaba dando miedo.

Habíamos vuelto a casa con Tae, ligerente pasados a tabaco.

Jimin me miro y agarro mi silla, haciéndome salir de nuevo, cerro la puerta y comenzó a movilizarme hacia la misma plaza.

Se sentó haciendo que quedará frente a él.

Saque otro cigarro para prenderlo.

Saque mi celular del bolsilla y escribí.

¿Tienes algo para decir? O ¿estamos jugando al cagate de frío?.

Jimin lo vio, me miró y con frustración tiro de su cabellera hacia atrás, dejándome ver su sexy frente.

—No quiero estar enojado contigo...—Soltó derrepente mientras le daba una calada a mi cigarro.

—"No estoy enojado"—Replique.

—Pareciera que si—Su rostro era serio.

El HuéspedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora