Capítulo ll : Mi primer asesinato.

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Hora: 4: 34 pm

Mientras camino voy tomando conciencia de lo que acabo de hacer y doy un vistazo a mis manos, ambas están manchadas de sangre — maldición, que demonios hice — corrí rápidamente hasta el baño para lavarme las manos, cuando estoy a punto de llegar me topo con el director — maldita sea!!—grito en mi mente e instintivamente escondo mis manos detrás de mi.

— Muchacho, ¿sabe lo que les paso a esos dos chicos que han sido golpeados? ¿A visto quién les hizo eso? O ¿quizá nos puedas dar alguna información sobre el caso? — pregunta el director con un tono de preocupación.

— Mm... no.., no, lo siento, no se nada — digo un poco tembloroso.

— Bueno, gracias de igual forma—dice pensativo.
 
— E.. está bien — respondo

— ¿Te sucede algo muchacho?— pregunta un poco intrigado.

— N.. no nada, no se preocupe— respondo cortante y dando una sonrisa fingida.

— ¿Estás seguro? ¿Qué es lo que ocultas atrás?- dice  sospechando y coge mis manos viendo la sangre en ellas — pero.. ¡¿Qué es esto?! — mira asombrado.

— N..no, no es nada, solo es salsa de tomate, de casualidad rompí la bolsita en la que viene y me manche las manos — miento y doy una sonrisa falsa.

— Oh, entiendo, bueno, me retiro— dice un poco dudoso y mirándome serio.

No pierdo mas el tiempo y salgo corriendo lo más rapido que mis piernas me lo permiten, tengo que desaparecer esta sangre lo más pronto posible, no tengo que dejar ninguna huella <<por fin, llegué >> digo en mi mente, entro al lavadero y empiezo a sacar toda la sangre, me tomo unos minutos y ya no tengo nada, ahora solo tengo que sacarme la chamarra que se había manchado un poco.

Salgo del baño y me dirigo al salón de clases, mientras camino por los pasillos voy recordando lo que he hecho y en lo cuánto que me había gustado hacerlo, hizo que me sintiera libre, como si una parte de mí que estaba escondida hubiera salido para causarle terror al mundo y habia salido para quedarse....

Hora : 6:35 pm

Acabaron las clases y hasta ahora nadie sabe lo que paso, nadie sabe lo que hice y me asegurare de que nadie lo sepa, mientras voy recordando las personas que vieron la pelea un nombre pasa por mi mente "Mike" él fue el único que lo vio todo, tengo que inpidir que abra su boca, tendré que ir por él.

— Quieto ahí imbécil — escucho la voz de Sack detrás de mi

— ¿Ahora qué es lo que quieres?— digo con un tono de molestia.

— Tu cabeza.... eso es lo que quiero— dice estrujando sus nudillos.

— Entonces, ven por ella...

Doy la vuelta rápidamente antes de que me agarre por detrás, pero su puño ya había impactado en mi rostro haciendo que caiga al suelo.

— Levantate imbécil — dice retandome y a la vez poniéndose en guardia.

Me pongo de pie lo más rápido que puedo y tomo guardia, él lanza el primer golpe, lo esquivo lo más rápido que puedo y contra ataco con una patada a la altura de la costilla, pero él la detiene con su mano y sujeta mi pierna con fuerza, haciendo que pierda el equilibrio y caiga al suelo, me da un pisotón en mi estómago quitandome el aire y haciendome retorcer en el suelo, me coje del polo.

— Este es tu final..— dice mientras levanta su puño.

— No lo creo — respondo con dificultad por el golpe, pero  con una sonrisa.

Le doy una patada en el mentón haciendo que retroceda dando un grito mudo, corro rápidamente hacia él y le doy un golpe en el rostro haciendo que retroceda más, él intenta golpear, pero logro esquivarlo y atinarle un golpe en la costilla, seguido de un rodillaso en el estómago quitandole todo el aire, mientras él se queja saco de mi mochila unas tijeras y levanto su cabeza— empezemos a jugar— digo con una sonrisa macabra y le doy un golpe en la sien con el mango de la tijera, lo arrastro hacia una casa abandonada que está a unas cuantas cuadras, entramos y lo llevo al ultimo cuarto, encuentro una silla en mal estado pero aún sirve, también encuentro una soga y la uso para amarrarlo a la silla, salgo de esa casa y me voy a la mía en busca de algunas cosas, mis padres aún no deben de haber  llegado, eso es bueno, unas vez obtenido todo lo que necesito regreso a la casa abandonada y dejo a un lado las cosas que traigo, saco la tijera y le hago un pequeño corte en el brazo lo cual lo hace despertar— hasta que por fin despertaste, bella durmiente — me hecho a reir tras esas palabras — ¿Qué demonios hago acá?— pregunta asustado.

—Aah, no te preocupes, solo jugaremos un poco, créeme, sera divertido, aunque es la primera vez que lo hago, en fin, comencemos — cojo un alicate y se lo enseño dando una sonrisa macabra— ¿sabes lo que haré con esto?

— No y no quiero saberlo, ¡sácame de aquí de una maldita vez!— dice asustado y intentando zafarse de la silla.

— ¿Por qué? Si aún no te he enseñado mis juguetes — lo digo un poco apenado, pero con una sonrisa al final.

— E.. estás loco.. ¡¡Sácame de aqui!! Por favor.. ¡¡AYUDA!!!—empieza a gritar desesperadamente.

— ¿Sabes? No me gusta el ruido, prefiero el silencio, pero de seguro tú no conoces esa palabra—tras esas palabras lo golpeo en la sien e inmediatamente cae inconciente.

Saco de mi mochila hilo y aguja, y empizo a coserle la boca, tengo que admitirlo me gusta hacerlo, cuando termino le hago otro corte con la tijera en el mismo brazo y muy cerca del anterior corte haciendo que despierte una vez más, esta vez intenta hablar, pero ya no puede, solo da gritos mudos, eso me causa gracia y empiezo a reir descontroladamente, su mirada de terror, con unas cuantas lágrimas en ellas queriendo salir, pero el miedo no le deja hacerlo— muy bien, comencemos — digo con una sonrisa y jugando con el alicate. Cojo uno de sus dedos y lo empiezo a presionar hasta escuchar como se rompe el hueso mientras él empieza a moverse de un lado al otro por el dolor, dando gritos mudos — uno menos, quedan nueve — digo sonriendo macabramente, le rompo  el siguiente dedo y asi sigo hasta destrozarlos todos, al parecer se quedo inconsciente por tanto dolor, asi que cojo nuevamente la tijera y le vuelvo a dar inconcientemente en el  mismo brazo, formando asi una zeta, algo raro, no me di cuenta de eso, en fin seguiré con la diversión — Bueno, terminemos con esto, ya me está aburriendo un poco — digo algo desanimado  y saco el hacha que encontre en el sótano, lo tiro al suelo — adiós imbécil.....

No puedo dejar de reir, es algo tan hermoso ver la sangre escurrir de su cuerpo, formando un gran charco y su cabeza rodando unos cuantos centímetros — bien, ya es hora de irnos, ah, no, disculpa.., ya es hora de irme — digo con un tono cómico y burlon, con una enorme sonrisa de satisfacción en mi rostro, tomo el encendedor y la gasolina que saque de la cochera y me dispongo a echarla por todo el lugar, no tengo que dejar ningún rastro de nada, me llevare la cabeza como un recuerdo, pero antes le quitaré los hilos, al hacerlo sale una gran cantidad de sangre de su boca, ustedes se han preguntado de cómo se veria el interior de una persona?, me da curiosidad ese pensamiento, así que saco un cuchillo y abro su estómago, dejando ver todos sus órganos—es algo tan hermoso el cuerpo humano — digo sonriendo.

Cojo la cabeza y antes de salir guardp todas las cosas que traje, excepto el cuchillo, me gusta verlo ensangrentado, así que lo llevare en la mano, una vez ya fuera, saco el encendedor y lo arrojó prendiendo adentro la casa, que al instante se envuelve en fuego, lo veo por unos segundos y salgo con una gran sonrisa, con el cuchillo en una mano y con la cabeza en la otra....

El Diario De Un Psicópata #JFRzero27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora