Capitulo 2

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Por Raph

Leo no a salido de su habitación, y no se oye nada desde fuera; parecía la tumba de un muerto. Me dolió tanto al oír que no me recordaba, ¿por qué? ¿Por qué yo? No podía ser otro, hay dos más en la familia, no podían ser ellos.
Suspiré.
Me encontraba en la cocina, ya se había vuelto de noche y decidimos no hacer patrullaje; todos están durmiendo, y yo no pegaba ojos. Parece que sin las peleas con Leo no me puedo dormir; aunque yo nunca he querido gritarle, pero no logro encontrar alguna manera de habla con él, sin que los sentimientos se apoderen de mi. ¡Agg! Como odio mi vida.

Entonces oí algo. Era como si alguien hubiera salido de alguna habitación; mire de dónde venía el ruido, y pude ver que Leo estaba saliendo de la guarida. Decidí seguirle.

"Narración en tercera persona"

El de rojo empezó a seguir a su hermano mayor; notaba como el de azul, no andaba normal, era como si fuera hipnotizado. Una hipnotización que le llevó a él, al que le había visitado la noche anterior; se encontraba, en lo más alto de un edificio, mirando como la luna reinaba el oscuro cielo. Al momento que Leonardo puso un pie en el suelo del tejado, el sonrío y se giró; chasque sus dedos, y el de azul volvió a su realidad. Miro a los lados, no recordaba haber ido más allá de su cama; entonces le vio a el, el de pelo negro y ojos tan oscuros que parecían negros.
-¿Qui-quien eres?-, pregunto el de azul, mirando como el ser se acercaba demasiado a él.
-Soy tu salvación. Tu nuevo amo-, le respondió, antes de coger al de ojos zafiros y unir sus labios con los del mutante. En ese momento, el de azul abrió enormemente los ojos, y empezaron a brillar; al instante separó de un empujón al chico que le había besado.
-Tu-, le dijo enfadado, el mutante, y se acercó a él amenazando le.
-¿Por qué no recordaba nada sobre Raph?-, le preguntó, había recordado todo su memoria, hasta las más dolorosas.
-Hice lo que me pedisteis, ahora ya no podrías sufrir más; y como parte del trato, ahora me pertenece-, le contestó la sombra humana; acercándose pervertidamente al mutante.
-Yo nunca pedí eso, ni acepte el trato-, le comentó, alejándose del que intentaba hacer algo que a él no le gustaba.
-Te salvé la vida, casi te suicidas. Te saque de tu sufrimiento, ya ni recordaras porque te hacías daño. Siempre lee la letra pequeña, antes de firmar algo-, le dijo, mientras cogía fuertemente la muñeca del mutante.
-No había letra pequeña, tan solo un beso-, le replicó intentando soltarse del agarre del chico sombra.
-Nunca te dijeron, que no beses a un ser de las nieblas; especialmente a un príncipe-, le avisó el chico, cogiendo la otra muñeca, y acercándose al rostro del de azul, tan solo dejando milímetros de distancia entre ellos.
-¿Príncipe?-, pregunto levantando una "ceja", intentando separarse del "príncipe", pero parecía que era más fuerte que el.
-Soy el príncipe de las tinieblas, y tú mi sirviente y futuro esposo-, le informó; antes de rápidamente besarle y colocar sus dedos en la frente del mutante, cuál cayó dormido. Le cogió, en posición nupcial; y una tiniebla les rodio y desaparecieron. De la nada apareció un mutante en rojo cual no había corrido lo suficiente, mirando por donde pudieron haberse ido; y pensando en que trato se pudo haberse metido su hermano mayor.

Mientras en una casa abandonado, a las afueras de Nueva York, Leonardo volvía a abrir sus ojos, viendo que estaba tumbado en un sofá:

Mientras en una casa abandonado, a las afueras de Nueva York, Leonardo volvía a abrir sus ojos, viendo que estaba tumbado en un sofá:

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-¡Agg!-, se dijo, mientras apoyaba su mano en su frente; le dolía la cabeza, una barbaridad. Pudo notar como música se oía desde un piso bajo sus pies, no sabía cómo había llegado allí; ni recordaba mucho al parecer. Se levantó de donde se levanto, y empezó a guiarse por la música; cual de alguna manera le hipnotizaba. Bajo las escaleras, estaba tan hipnotizado por esa melodía, que parecía un espíritu flotando en el aire. Pasó por pasillos, hasta encontrarse en una gran sala; una sala que era tan delicada, las paredes llenas de pinturas y decoraciones antiguas, que se dirían que era la sala de baile de alguna familia real. Y al final de la sala, estaba esa sombra con cuerpo de humano; tocando esa melodía tan bonita. El de azul no duda en acercarse al que tocaba, aunque parecía nervioso, ya que se frotaba la muñeca cuales ocultaba tras su espalda; y parecía más tímido de lo normal.
-Tocas bien-, comentó el mutante; al escuchar la voz del de azul, el chico sonrío, y termino la canción. Para luego girarse y levantarse; se colocó delante del mutante.
-Es algo de familia-, le respondió; antes de coger la mano del de azul, y empezar a andar, hasta llegar a un pequeño bar. Hizo que el de ojos zafiro, se sentara delante de ella, y él se puso detrás de la barra; y cogió una botella de cerveza.
-Me gustaría preguntarte algo-, le informó, el chico.
-De acuerdo-, le respondió el de azul, algo confundido.
-¿Te suena algún nombre, como el de Raphael?-, pregunto el chico, mirando fijamente los ojos del mutante.
-Que yo sepa no-, le respondió, con toda sinceridad; algo que tranquilizo al chico sombra, cuál volvió a mirar la botella de cerveza. Lo colocó delante del de azul, y lo empujo un poco.
-Bebe-, le ordenó.
-Lo siento, pero yo no bebo-, le contestó el mutante.
-He dicho que ¡BEBAS!-, le grito el chico sombra; en un instante, los ojos del mutante se volvieron totalmente negros y cogió fuertemente la botella, para empezar a beber de la botella. El de cabello negro, sonreía, estaba empezando; su control total estaba empezando, pronto tendría a su pequeño Leonardo a sus pies.
-Tranquilo, que te vas a atragantar, si no respiras-, le fue diciendo mientras le quitaba la botella, y como veía como cerveza empezaba a caer por todo el cuerpo del mutante; cual seguía teniendo los ojos negros. Guardo la botella, y miro como las gotas del líquido caían, pasando por todo el cuerpo del mutante; salió de detrás de la barra, y cogió la mano del de azul.
-Sígueme, vamos a divertirnos por un rato-, comentó el chico, antes empezar a llevar al mutante, por unas escaleras; y ocultándose con las sombras, llevándose todas sus pervertidos pensamientos.

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Sé que escribir en Pov, hoy no me a salido bien. Pero por fin he actualizado; aviso que no va a haber lemon contado, hasta el punto que el título del capítulo lo diga.

Tengo una imagen para que os podáis basar en algo, para saber la apariencia física del príncipe de las tinieblas:

Tengo una imagen para que os podáis basar en algo, para saber la apariencia física del príncipe de las tinieblas:

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También tengo que comentar, que su nombre aparecerá pronto. Y que la música de piano que puse en lo de multimedia, es la cual tocaba el príncipe, cuando Leonardo despertaba.
Alguna duda que tengáis, tan solo preguntad y respondo, cuando pueda.
Besos :3 Natalia

Corazón controlado (Yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora