Jesse P.O.V:
Mierda. Son más de las doce, y no puedo dormir. Me aterra saber cómo me irán las cosas con Juliet a partir de ahora. Parecía tan asustada, y a la vez tan convencida de que en verdad no siento nada por ella... ¿Por qué piensa así?¿Y por qué no podía enamorarme de una chica más sencilla? No lo entiendo. ¿Por qué parece tan convencida de que nadie puede enamorarse de ella? Porque sí. No me gusta. La quiero. Pero obviamente no puedo decírselo si no quiero encontrarme con que mañana mismo se ha ido a vivir a algún lugar remoto de la Tierra. Doy vueltas por la cama, me destapo y me vuelvo a tapar. Ya ni siquiera sé si tengo frío o calor, sólo sé que la quiero. Que la necesito en mi vida. ¿Quién la habrá convertido en una chica tan desconfiada? Porque es desconfiada. Es desconfiada, está completamente loca y se irrita facilmente, pero al mismo tiempo es preciosa. No puedo entender cómo puede creer lo contrario. Ella es preciosa. Es lista, divertida, profunda, buena y hermosa. Me da igual que no sea una chica alta, o delgada, o rubia o que no le guste la ropa, y el maquillaje, porque es la persona más increíble que he conocido jamás. Hay algo en ella que me faltaba, y no me dí cuenta hasta que la conocí. Además, es tan distinta a Jessica... Conozco a Juliet. Tal vez no la conozca tan bien como Rob, o como Guille, o Nere o cualquier otro de sus amigos, pero la conozco. La conozco lo suficiente como para decir que la conozco mucho mejor de lo que llegué a conocer a Jessica, la conozco lo suficiente como para decir que la quiero. Quiero a Juliet McBeth, y quizá no deba parar hasta que se dé cuenta de que es verdad.
Juliet P.O.V:
Madrugo más de lo usual, y también me levanto de la cama más temprano de lo usual. Me ha costado mucho, pero ya le he enviado un mensaje a Rob para que venga lo más pronto posible si es que puede. No quiero encontrarme a Jesse por el camino, y si eso implica tener que levantarme a las seis y media de la mañana, que así sea. Necesito hablar de esto con alguien. Por motivos claros, no podía decirle nada a mi madre ayer por la noche. Tengo una buena relación con mi madre, al menos la mayoría del tiempo, pero no querría debatir mi vida amorosa y sentimental con ella por nada del mundo. ¿Vida amorosa?¿Qué vida amorosa?¿Por qué digo vida amorosa? De eso nada. Sólo son las excentridades del inglés loco que tengo por vecino. Sólo eso. Cálmate. Cálmate, Juliet, cálmate. Será una broma de Jesse, en el peor de los casos una apuesta. O simplemente está muy confuso.
Respiro aliviada cuando pican tres veces al timbre. Rob, ha llegado Rob. Por fin.-¿Qué te pasa?
-Vámonos, hablamos por el camino.
-¿No le dices nada a tu madre?
-Ay sí, espera un momento. -Me acerco a la escalera y le chillo a mi madre que me voy. Salgo apresuradamente y camino más rápido aún.
-Juliet, son las siete y veinte de la mañana. Cálmate, no andes tan rápido. ¿No deberíamos picar a Jesse?
-¿A Jesse? No. De Jesse precisamente quería yo hablarte.
-Está bien, pues nada. Deja al menos que le envíe un mensaje para que sepa que no iremos con él.
-¿Es necesario?
-Sí, pobre chico. Se fía de nosotros, de que le picaremos para que vaya al instituto.
-Argh, está bien. -Espero impacientemente a que Rob le envíe el puto mensaje a Jesse y cuando por fin se guarda el móvil vuelvo a caminar apresuradamente. Rob me sigue el paso con facilidad hasta la esquina, donde empiezo a caminar más tranquilamente.
-¿Qué te pasa con Jesse?
-Sé que no va a ser nada serio, que debe estar confundido. La adolescencia es una edad muy confusa.
-Juls, deja ya de dar rodeos. Eres una de las personas más directas que conozco, así que escúpelo ya.
-Anoche Jesse me dijo que le gustaba. No se lo digas a nadie, por favor.
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Inadaptados
Teen FictionEsto es un mensaje para ti. Sí, para ti, para la persona que lo está leyendo. O bien... Más que un mensaje, una advertencia. Esta no es una bella historia de amor donde los protagonistas aprenden bellas lecciones. Sí, admito que la última frase es...