Prólogo

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Era noche en este desolado planeta, o al menos esa parte, la mayor parte de este planeta era grandes kilómetros de terreno llenos de arena o barrancos, además de un sin fin de especies peligrosas.
El clima empezaba a cambiar, y comenzaba a hacer frío, ya no era calor.

La noche hacia que el clima caliente infernal durante el día fuese enfriado.

La pequeña padawan estaba perdida en ese enorme desierto, su maestra no estaba para ayudarla, pero era seguro que la buscaba en cada rincón del planeta.

Su padre había sido cruelmente asesinado junto con su madre hace dos días, apenas y escapo de las manos del Imperio en una cápsula de escape.

Debía admitir que las cápsulas separadas era una terrible idea, pero la mejor opción en esa ocasión, ahora debía ir a la deriva sin ningún apoyo o conocimiento en busca de alguna civilización para poder sobrevivir.

El cansancio, la falta de sueño, alimento y bebida; cada segundo tenia mas efecto en ella, apenas  mantenía consciente de su situación, en varias ocasiones sus ojos la engañaron mostrándole una silueta de su padre, sus pies se arrastran en la arena que se mezcla con su piel, sintiendo una incomodidad muy grande en cada movimiento.

Dos días de ayuno total.

Dos días de soledad total.

Dos días sin ayuda.

Estaba perdida, como no saberlo, sin nada mas que esperanza, callo al suelo sin señales de fuerza alguna, sus golpes y arañazos ocasionados por los movimientos bruscos de la cápsula dañada y el gran impacto que tuvo al caer en la superficie del planeta, ardían como el fuego quemando su piel, además de la picazón por culpa de la arena solo hacía que su esperanza y ganas de vivir se esfumaran como la vida de su padre.

"Levantate"

La voz que sonaba repitiendo la misma palabra una y otra vez no era mas que su padre...pero...
¿Cómo?, El había muerto, la espada lo atravesó justo antes de que su madre la empujara dentro de la moribunda cápsula.

"Esta cerca"

—n-no puedo —, la pequeña, con lagrimas en los ojos extendió su brazo tratando de alcanzar aquello que no veía, sin embargo escuchaba  —, Papá.

Las energías que había gastado en ese simple movimiento eran increíbles, su garganta ardía y exigía agua con urgencia, el solo hecho de haber pronunciado esas pequeñas palabras, raspo su garganta y ocasionó que su boca gritara con más fuerza ante la inquietante sed.

Poco a poco una luz azul aparecía frente a sus ojos, en ella la silueta de su padre aparecía de una manera muy tenue, suficiente para que el corazón de la chica latiera a un ritmo más rápido, con lo poco de fuerzas que tenia se levantó, poco a poco, paso por paso, asta que finalmente lo hizo.

Solo para lanzarse a los brazos de esa misteriosa luz mientras gritaba un lleno de dolor y sufrimiento "padre", en cuanto ella trató de tocarlo y fundirse en un abrazo, esa luz se convirtió en una especie de polvo.

Ella calló arrodillada de nuevo al suelo, apretó sus puños y sin más, soltó un grito ahogando en llanto, las lagrimas se habrían paso en sus rojas mejillas, limpiaban algunos granitos de arena que habían quedado pegado en su delicado rostro.

"Tranquila estoy aquí y no dejare que nada te pase, continúa tu camino que casi llegas"

La padawan de Ahsoka Tano [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora