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Esperanza

–Esperanza–

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—¡No! —, gritó completamente fuera de sí, colocando ambas manos en su cabello con euforia debido a la falta de paciencia.

—Repito que es mi misión.

Jedy bajo sus manos de su oscuro cabello y volteo con una cara que muestra su enorme inconformidad. El trooper no se inmuta ante la amenazante mirada de la chica y continua avanzando entre las otras filas de soldados de asalto por los pasillos del cuartel, si el oficial le daba la razón a la pequeña quisquillosa él estaría en problemas.

Al llegar a su destino, osea la puerta que daba a la oficial del hombre, la puerta se abre y se mira al fondo una típica oficina imperial y oficial amargado acompañado de papeles.

—Tu otra vez —, responde con amargura el hombre detrás del escritorio. Lleva una mano a su frente y comienza a dar un masaje.

—¡Claro que sí! —, responde la chica con enojo entrando a la oficina imperial como si de su casa se tratase. Sin esperar indicaciones toma en una silla que estaba al fondo y la acerca al escritorio.

—Señorita ya le dije que este no es un centro público donde pueda venir a quejarse —, recordó recargando su espalda al asiento de cuero negro —, este es un establecimiento militar Imperial.

—¡Con más razón! —, exclama sentándose con los pies cruzados y sus brazos también —, mire, no tengo ningún problema con que quieran vigilar mi persona, gracias. Sin embargo no voy a soportar que un trooper intenté entrar a la bañera en medio de mi baño.

—Señor, si me permite, en mi defensa, se había escuchado un fuerte golpe dentro del cuarto.

—Ben, ¿ahora que tienes que decir? —, miró, el uniformado de colores opaco, a Jedy. Quería terminar con este entrometimiento por parte de un "civil", si no fuera la protegida del inquisidor al ser una testigo seguramente estaría en la cárcel en estos momentos.

Jedy suspiró con pesadez, no era la primera vez que venía a quejarse sabiendo de la pequeña ventaja que cargaba, tarde o temprano podían  encerrarla, pero no lo hacían por qué en esos momentos le eran de utilidad, además de contar con la protección del inquisidor, solo hacia esto para molestar al oficial y tener un rato de distracción, ella misma se pudo haber encargado del asunto dándole una lección al soldado, pero era mas satisfactorio hacer un escándalo, Gee la mimaba demasiado. Para la joven padawan era bastante divertido mirar a ese oficial harto de sus ñiñadas, claramente fingidas, por lo que esa era una razón mas para hacerlo.

—solo le digo que no estoy de acuerdo que haya intentado  abrir la puerta antes de preguntar —, dijo Jedy —, ¿Sabe lo difícil que es levantarse toda enjabonada, del piso, después de un doloroso resbalón, por que un hombre cualquiera con un uniforme va a entrar a la bañera?

La padawan de Ahsoka Tano [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora