Último año

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Hola soy Marie, Gran Bretaña, país no muy bonitos para mi como otros piensan. ¿Hoy? Ultimo año de instituto. ¿Contenta? Para nada.

- Bueno... - suspire - Solo uno, un año mas y termina, no es para tanto, solo uno. - pensaba -

- Hola Marie, ¿como estas?

- Hola.

- ¿Como estas?

- ¿Que quieres Eeran? ¿Molestar? Porque lo estas consiguiendo.

- Quiero saber como estas.

- Estoy bien. Adiós.

Me gire para irme, pero el me agarro del brazo.

- ¿Que te pasa?

- Nada. Suéltame.

- ¿Por que?

- Porque si.

- Si te he hecho algo que sepas que lo siento, Marie.

- Lo que quieras, pero suéltame - me soltó -. Gracias - y esta vez si pude irme tranquila a clase -.

- Encantado de volverte a ver, Marie - grito -.

- Siento no poder decir lo mismo Eeran - grite -.

Me fui al aula de Lengua y allí esperaba paciente la profesora Mateos, con unos libros mas grandes que la enciclopedia misma y su sonrisa mas falsa que los pechos de Pamela Andersón. Me senté en una de las sillas que estaba junto a la ventana sabiendo que aun así nos cambiarían según nuestros apellidos.

- ¿Ya están todos? - pregunto la señorita -

- No, todavía falta Eeran - dijo la voz chillona de Abigail -.

- Estoy aquí señorita Mateos - entro y cerro la puerta -. Cierro la puerta, ¿no?

- Si.

- ¿En donde prefiere que me siente?

- En el único asiento que hay libre, supongo, no quedrá sentarse en el suelo, ¿no?

- De acuerdo, señorita, gracias - dijo con ironía, era casi imposible que la señorita no se diera cuenta de que era irónico, pero aun así no se dio cuenta -.

Gire la cabeza para ver lo que la señorita estaba escribiendo en la pizarra y me encontré con los ojos de Eeran viniendo por la fila de mesas en la que yo estaba, mire hacia la mesa que tenia al lado, vacía.

- Dios no, por favor, no pongas a este chico al lado mio, todos menos el - pensé -.

- Hola Marie.

- Hola.

- ¿Que te pasa?

- Nada que te interese.

- Sin animo de ofender, pero esta muy antipática.

- De acuerdo, gracias.

- De nada, supongo.

Cuando mire a la pizarra me encontré con los ojos de la señorita mirándonos a los dos esperando ha que termináramos de hablar.

- ¿Algo mas que se quieran decir?

- No, señorita - dijimos al unisono -.

- De acuerdo - se giro para seguir escribiendo en la pizarra -. Espero verlos en mi despacho.

- Señorita ella no tiene la culpa, fui yo el que le dio conversación - me defendió Eeran -.

- Pero ella le respondió, ¿no?

- Si pero ella...

- No hay peros Eeran.

- Cállate antes de que te echen de clase.

Susurre casi audible para que no siguiera hablando y, por una vez que yo haya visto, no siguió contestando al profesor hasta terminar fuera de clases.

(...)

Sonó el timbre y todos salieron corriendo como si fuera un campeonato de atletismo, pero yo aun así no tenia prisa, salí la ultima, fui a la cafetería y con mi mala suerte me choque con Abigail, derramándome a la misma vez todo lo que tenia en la bandeja Abigail.

- ¡¿Cuando piensas mirar por donde vas?!

- Lo... Lo siento...

- ¡Ahora por culpa tuya no tengo que comer!

- Lo se...

- ¡Ojala te mueras y así no estorbarías mas! - me empujo y caí al suelo - ¡Ojala te mueras!

Me levante lo mas rápido que pude y corrí hacia el baño, me puse de puntillas, ya que era pequeña, para intentar verme como había quedado mi camisa, estaba toda mojada de café, creo, habrí mi maleta en busca de alguna camisa limpia y por suerte encontré una limpia, me metí en un baño con la camisa limpia, me quite la sucia y me puse la limpia, y para mi sorpresa cuando salí encontré mi mochila empapada de agua con Abigail.

- Esto te pasa por idiota.

Y salio del baño riéndose con sus amigas, que mas que amigas parecían perritos domésticos.

Aguante las lágrimas, cojí mi mochila, mojándome la blusa que me había puesto y parte del pantalón, salí del baño y toda la cafetería estallo en risas al verme así, yo solo me limite a correr lo mas rápido que podía para poder salir de la cafetería y cuando salí, para mi sorpresa, me encontré con la señorita Mateos y a Eeran.

- ¿No le dije que fuera a mi despacho? - dijo sin fijarse que estaba toda mojada -

- Si señorita, pero...

- ¿Pero?

- Nada.

- Vale. Pues no te debe importar mucho ir ahora, ¿no?

- No señorita.

- Yo y tu compañero, Eeran, hemos estado esterando por ti como 10 minutos.

Comenzó a caminar, nosotros las seguimos 2 o 3 pasos por detrás de ella hasta llegar a su despacho.

- Siéntense por favor.

Me quede de pie mirando a la silla tan solitaria que estaba delante de la mesa de la señorita Mateos, mire a Eeran y el me hizo una seña para que me sentara, mientras el cojia otra silla que había junto a la puerta y la ponía delante de la mesa de la señorita, me senté y casi en el mismo segundo la silla empezó a gotear a causa de la mochila y la ropa que tenia mojada, la señoria Mateos se dio cuenta y se levanto de en el mismo segundo de su silla.

- ¡Me lo he estado aguantando desde que empezé a darle clase Marie, pero es usted una verdadera inútil! - grito -

No aguante mas, me levante y me fui de su despacho, empezé a llorar mientras caminaba hacia la salida del instituto, cuando salí me encamine hacia mi casa, al llegar habrí la puerta, deje la mochila empapada en un cuarto donde estaba la lavadora y la secadora, luego fui al baño cerré con llave y cojí una cajita que tenia escondida dentro de el armario, me senté en el suelo, habrí la cajita y cojí una de las cuchilla que había dentro, la pase por mis muñecas sin hacer ningún corte, pero cuando hice el primer corte la sangre empezó a correr sin cesar y así con el segundo, el tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, pero cuando comenzé a hacer el noveno la vista se me comenzó a nublar hasta que me quede insconciente.

Happy End? Maybe • CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora