Lluvia

6 1 0
                                    

Cuando terminé de desayunar, cogí lo primero del armario, no tengo tiempo para estar sacando ropa y volviendo a colocarla en su sitio, cogí la mochila, ya no tenía rastro de agua y de los libros no puedo decir nada, estaban hechos una biblia y mi padre me compró nuevos, cogí las llaves de el piso, mi piso, bajé las escaleras lo más rápido que pude, miré al cielo y pude apreciar como dentro de poco iba a llover. Dios, todo lo malo me iba a pasar a mí o había alguien más desafortunado que yo.

- Sube anda - paró al lado mío -. Venga sube estás tardando.

- No gracias.

- Marie no muerdo, venga entra.

- Vale, pero por si acaso no subo.

- Marie no seas cascarrabias va a empezar a llover dentro de poco y vas a mojarte, te advierto que el instituto queda un “poco" - hizo comillas con los dedos - lejos.

- No hay mal que por bien no venga - sonreí -.

- Marie, o entras tú o te entro yo, tú decides. Te doy 5.

- ¿Pero de qué hablas?

- 5.

- No pienso subirme en tu coche.

- 4.

- Que dejes de contar, que no voy a subir.

- 3.

- Después entro y se me pega tu estupidez, es como un virus.

- 2 - abrió la puerta -.

- Ni se te ocurra.

- 1 - y empecé a correr mientras lo escuché decir -. 0.

O corro o corro, pero con la mochila no podía correr mucho, 1 tonelada por libro y tenía 8. En menos de lo que me imaginé él ya me tenía al hombro, agarrándome.

- Bájame o te juro que te voy a odiar de por vida - empecé a golpear su espalda -.

- Más de lo que me odias, no creo - le golpeé más fuerte -. No duele, estás malgastando fuerzas sin recompensa alguna - me sentó en el sillón y me puso el cinturón -. No intentes escapar.

Me crucé de brazos viéndolo entrar en el coche y sentarse en el sitio del piloto, lo miré por un rato hasta que me miró.

- ¿Te gusto? - volvió su ojos al asfalto -

- ¡¿Qué?! ¡No!

- ¿Entonces por qué llevas rato mirándome?

- Para ver si la anatomía de un idiota tiene diferencias a la anatomía normal.

- No entiendo el significado de la mayor parte de la frase, pero vale - sonrió -.

- Grandísimo idiota sin remedio - dije más bien escupiendo cada palabra y mire por el cristal, estaba lleno de grandes y diminutas gotas, como había dicho antes dentro de poco iba a empezar a llorar -.

- Bueno, cuéntame, ¿por qué te vinistes a vivir aquí?

- Libertad - le miré -.

- No te entiendo.

- Eres un poco cortito, ¿no crees? - sonreí -

- Aveces.

- Bueno, te explico, mi padre nunca estaba en casa, mi madrastra era muy controladora con lo que hacia hasta el punto de creer que yo era su doncella personal, ¿hasta hay entiendes? - asintió -, mi hermanastro siempre hace lo que le da la real gana y hace poco le dije a lo de mi padre lo de irme a vivir aquí, pero claro, mi madrastra le contradecía todo lo que dijera sobre eso, ya que ella no quería hacer nada no se podía permitir perder a su “doncella", en fin, quien todo lo quiere todo lo pierde. Fin.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Happy End? Maybe • CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora