Todo lo que Nunca te Dije

Huir.

Huir.

Pegar ese primer paso hacia una nueva dirección, e ir aumentando tu velocidad. Antes de ni siquiera darte cuenta estás corriendo más de prisa de lo que te creías capaz de correr, tus piernas arden pero aún así no puedes parar, ni debes hacerlo. Huyes. Huyes sin mirar atrás, sin pensar en lo que dejas atrás.

Eso es lo que tengo que hacer.

Escaparme de esta realidad, de este ciclo de tristeza y odio. Dejar atrás todo lo que me impide ser feliz y vivir a mi manera, olvidarme de todo aquel que me impida alcanzar mi meta. Siempre he pensado que existe la gente tóxica. Gente que sólo con su presencia te amarga el ánimo. Esa gente que no puedes ni ver, que suele hablar siempre de ese tema que tanto te irrita. Que se interesa sólo por sus cosas y nunca piensa en los demás. Él era una de esas personas.

Supongo que hay gente que se convierte en tóxica con los años, pero estoy bastante convencida de que él siempre lo había sido. Al menos desde que yo lo recordaba. Con él todo se volvía agrio y difícil de llevar. Las cosas emocionantes se convertían en problemas. Y sobre todo, el mundo giraba al rededor del dinero, del éxito en ese sentido. No aceptaba otros puntos de vista en la vida, no toleraba que alguien quisiera viajar o bailar o hacer cualquier cosa que no te de sacos y sacos de dinero. Ni siquiera consideraba digna cualquier persona que no creyera en la libre empresa ni todas esas cosas capitalistas de las que no sé demasiado. Por eso yo no le tragaba. Por eso quería escapar.

Estaba cansada de siempre lo mismo, los mismos gritos por las mismas razones. Harta de oír una y otra vez su voz agresiva diciendo que nos aprovechábamos de él, que vivíamos del cuento, por pagarnos los estudios. Como si fuese un gran favor que nos hace. Como si tuviésemos que declararlo el mejor padre del mundo. No podía soportar ni un segundo mas su ignorancia y arrogancia. Su aire de superioridad. Su mala costumbre de hablar más de la cuenta cuando el ambiente estaba tenso. Su falta de amor y cariño. Por eso decidí escapar, irme lejos en cuanto pude. Quien sabe si voy a volver... Y si lo hago será lejos de él, donde no pueda interferir en mi camino, donde no sea lo que me pare los pies.