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Saco otro trozo papel. Y continuó escribiendo.

“Cuando le conté mi amiga, no me creyó. Me culpo y tachó de zorra. Lamentablemente toda la clase le creyó, y allí de nuevo estaba yo encerrada en el circulo de dolor que había dejado atrás una vez.

Nunca pude disculparme con ella ya que nunca me lo permitió. Y lo peor llego un poco después...

Me entere que tenia SIDA... ”

Dudo por un momento... Pero negó con su cabeza y dejo el texto intacto.

Lettres de mon CoeurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora