The Pen Pal » Narry Storan.

Real life memories I.

H: Abre la puerta.

El teléfono cayó de las manos del rubio al leer ese mensaje, pero no importó porque corrió dejándolo tirado en el suelo hasta llegar a la puerta. Su perro estaba tan confundido al verlo tan exaltado, que lo único que pudo hacer fue seguirle, como el buen compañero que era.

Su carrera paró de golpe al pasar por el espejo de la sala, se miró unos segundos hasta arreglarse el pelo y peinarse las cejas, luego sonrió para ver si sus dientes tenían alguna mugre. Al verificar todo esto volvió a correr hasta la puerta principal, pero al llegar a ella, paró de golpe y trató de regular su respiración, además fingió parecer calmado ante toda la situación.

Al abrir la puerta, la expresión de asombro se quedó corta.

Un joven con una brillante sonrisa estaba apoyado en el umbral, con una rosa inglesa en la mano, casi en posición tímida. Era el hombre más atractivo que había visto en la vida.

Pero no fue eso lo que le sorprendió.

Ese hombre era Harry Styles.

—Hola, Pen Pal — le dijo sin dejar caer la sonrisa, que aunque parecía muy grande, su tono de voz demostraba una extrema timidez.

—Hola, Pen Pal — dijo Niall de la misma manera, se fijó en la rosa que estaba en su mano —¿La cortaste del rosal de mi mamá? — preguntó mientras fruncía el ceño. Los ojos de Harry cayeron a ella después de que Niall la mencionara.

—Oh, ¿Le va a molestar? Pensé que iba a ser lindo, como en las películas, tu sabes. Que tonto fui, ¿Ya le voy a caer mal a tu mamá? Ayúdame Jesús yo no...  — fue callado por una estruendosa risa y un pequeño beso en su comisura, mientras otras manos le quitaban el gesto que iba a regalar. Su sonrisa volvió a alzarse al sentir los labios ajenos. Esta vez traía aire victorioso.

—Es linda, gracias — agradeció mientras se alejaba, pero Harry volvió a tomar su muñeca.

—¿Recuerdas el mensaje que te mandé diciendo lo que iba a hacer apenas te viera? — preguntó. Niall asintió, algo confundido —Si aún no sabes cuál de todos te estoy hablando, porque te he mandado muchos que no has contestado. Te voy a besar, te lo advierto

Niall sonrió —¿Las advertencias no son para predecir cosas malas? — le contradijo, pero sintió la mano de Harry acariciar su mejilla, y lo próximo que sintió fueron los labios del rizado, tan dulces como la miel. Tan adictivos como el cigarro y tan húmedos como el rocío. Había soñado algunas noches con este momento, pero jamás se comparó a la realidad, tal vez porque la realidad era mucho más hermosa porque sabías que lo que estaba ocurriendo no era una ilusión.

Las manos de Harry apretaron posesivamente su cadera y las suyas mismas fueron a parar a envolverse en su nuca, mientras jugaban con los vellos cortos que crecían allí. Sintió la lengua de Harry recorrer sus labios y después de eso los labios de Harry chuparon su labio inferior, hinchándolo a más no poder. Su estómago revoloteó en mariposas al sentir la lengua ajena recorriendo su propio paladar, depositando su saliva allí.

La palabra «exquisito» se le quedaba corta a aquél beso. Era mucho más que eso.