Desperté, revise la hora en mi teléfono, eran al rededor de las 10 de la mañana. Decidí levantarme, me metí a dar un baño y ocupe algo asi de 20 minutos entre bañarme y vestirme.

Después baje a desayunar, mama ya estaba ahi

- Buenos días mamá

- Buenos días hijo, ¿como dormiste?

- Pues bien mamá, tuve un descanso reconfortante y muy tranquilo.

- Que bien hijo, eso es bastante agradable

Mientras me decía esto se levanto de su silla y se dirigió a servirme el desayuno. Acto seguido me levante yo a prepararme una taza de café, como habitualmente lo hacia. Después de esto seguimos desayunando y platicando de arreglos que mamá quería hacerle a la casa; hasta que toco el tema de mi salida por la noche con mis amigos.

- Oye hijo, y ¿es indispensable que vallas a la reunión con tus amigos?

- Pues solamente los extraño y quiero verlos, asi que en cierto sentido si seria indispensable, por cierto me llevare el auto mamá

Note cierta expresión de desagrado en su rostro, pero sin mas gestos dijo

- Pues esta bien Iker, a final de cuentas ya es tuyo el auto. Por cierto no vallas a tomar mucho si te lo vas a llevar.

- Cuenta con eso mamá

Seguido de esto nos levantamos de la mesa y le ayude a recoger los trastes sucios y a otras cosas que no acabamos el día anterior. Y asi se paso gran parte del día hasta que llego el momento de irme a la reunión.

Como nos habíamos desocupado al rededor de una hora antes, mi madre subió a su cuarto y se puso a ver televisión. Yo me dirigí al garaje con las llaves del auto para revisar lo que me había enseñado mi papá antes de salir con el auto. Revise los niveles de agua, de aceite y las llantas.

Cuando termine de esto, vi el reloj en mi teléfono y decía que faltaban solo 10 minutos para las 8, llegaría tarde a la reunión. Asi que corriendo subí a avisarle a mi madre que ya me iba a lo que ella me contesto

- Esta bien hijo, con mucho cuidado. No olvides que te quiero

Yo corriendo por las escaleras le conteste - Gracias ma, también te quiero. En un rato vuelvo-

El bar no me quedaba muy retirado, pero en la ciudad todo el tiempo había tráfico entonces tardaría en llegar. La verdad estaba algo nervioso, no había visto a mis amigos en un tiempo, pero igual no tenía que haber alguna razón para estar nervioso asi que me relaje y disfrute el camino a pesar del trafico.

Llegue al fin, tarde en encontrar un lugar en el estacionamiento, ya que ese día era viernes y estaba algo concurrido el bar. Tuve que dejar el auto casi en el sótano del estacionamiento lo cual no fue nada agradable, asi que tuve que subir bastantes escaleras hasta el bar. Cuando entré vi una multitud de gente de pie hasta que por el otro lado del salon vi unas manos agitandose. Centre la mirada y si, era quien creía que era, Fabian; camine hasta donde ellos y al fin llegue a la mesa donde estaban.

- !Iker, hermano del alma déjame abrazarte¡

Todos y cada uno de los de la mesa me saludo y me abrazó. Fabian, Nat, Rafa, Damian, Diana y otros amigos, pero para mi ellos eran los mas importantes.

Brindamos, reimos, bailamos todos juntos, y valla que me hacía falta eso. Me levanté de la mesa y le comunique a Fabian - Oye güey voy al baño ahorita vuelvo - El me dijo - Espera güey te acompaño -

Llegamos al baño, hicimos lo que debíamos hacer y sali, pero espere unos minutos a Fabian que se encontró con un amigo suyo.

Estando afuera del baño después de mandar un mensaje a mi madre, diciendo que aun no llegaría a la casa y que todo iba bien. Levánte la vista para observar la vista de la ciudad desde el balcón que había fuera del baño, cuando pasados unos segundos escuche una frase de la voz mas hermosa del mundo

- Hermosa la vista que hay desde aquí ¿no? Lastima que al observarla halla que oler la mierda de los baños-

- Eso es demasiado cierto-

Al terminar esta frase gire la cabeza para ver con quien hablaba

-Mi nombre es Miranda, por cierto-

Me quede paralizado por la belleza de mujer que se había parado a un lado de mi.

- Y que, ¿no me vas a decir el tuyo?

- El mío es Iker, perdona la tardanza, y por cierto que lindo nombre tienes Natalia

El Día Después Donde viven las historias. Descúbrelo ahora