[N I Ñ O S]

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Niños; Hijos; Primogenitos; Descendientes; Revoltosos; Angelitos; Pequeños; en fin, todo los terminos referentes a la creación despues de la fusión amorosa y que despues de ser incubado el material genetico durante nueve meses salga el pequeñazo todo cubierto de sangre, llorando y con hambre.

Algo muy lindo de presenciar ¿No?

Diciendolo de esto modo no.

Pues, es algo que me hace sentir tanto mal como reconfortado siendo que yo al nacer no lloré, según mis padres habia nacido como dormido, al principio pensaban que estaba muerto más no era así, más bien sintieron que era solo un bebé muy tranquilo, con el tiempo mi criansa se volvió algo tranquilo, no lloraba, no tan a lo literal pero en sí no lloraba, cuando tenia el pañal sucio lloraba y cuando tenia hambre claro, pero en sí de resto no lloraba, al caerme simplemente me levanta y seguia corriendo, mis padres decian que era muy maduro para mi edad.

Algo de lo que siempre estuvieron orgullosos, digo, quien no lo estaria con ver a tan lindo niño crecer y ser un adulto a tan corta edad, era algo admirable y adorable a la vez; mi madre me decia que a los nueve años ya la ayudaba en el super mercado, en vez de corretear y perderme, hasta mi padre se enorgullosia de eso.

Las cosas siempre habian sido tranquilas, tanto así que habian deseado tener más hijos con la experiencia que habian tenido a mi lado, desafortunadamente eso no fue posible, mi madre ya no podia dar a luz por un problema que sucedió durante mi nacimiento, al parecer no lo habian tomado en cuenta creyendo que no era nada grabe, a causa de eso tuvieron que operarla y hacerle una basectomia a mi padre para evitar problemas futuros, esta y más razones como esta llevaron a mis padres a aceptar estudiantes de intercambio en la casa ¡Claro a mi no me molestaba! Todo lo contrario, me encantaba resibir a los estudiantes, siempre era un placer conocer una nueva cara y una nueva voz, eso compensaba el hecho de no tener una hermana o hermano, siendo que siempre quice uno aunque no era posible yo lo entendia y no culpaba a mis padres por ello.

Por algo las cosas pasan ¿No?

-Asique ¿Este es al que llaman Mad Hatter, verdad? – Preguntó uno de los niños que estaban en frente de mi campo de visión sonriendo como si yo fuera algo bueno de presenciar. Ingenuos.

-Parece que sí – Respondió el que estaba a su lado.

Lamentablemente no podia estar seguro si eran niños o niñas ya que su apariencia deplorable no me permitia saberlo.

-Parece que no lo es.

-¿Por qué piensas eso?

-Me dijeron que estaba cuerdo.

-A cierto.

-Un cuerdo no puede estar loco.

-Y un loco no puede estar cuerdo.

-¿Crees que el principe de infratierra le vuele la cabeza?

-Creo que ya lo hizo.

Sus risas escandalosas empezaron a taladrarme los oidos con sus incesantes gritos y carcajadas que no dejaban libertad al pensamiento. Los veia entre asustado e indiferente, contradictorio pero es verdad, eran muy extraños, parecián salidos del psiquiatrico, tenian camisas de fuerzas, otros la tenian sin abrochar algo rotas, sus rostros estaban como quemados y sus cabezas estaban abiertas dejandome ver parte de sus cerebros, su cabello se caia y estaba mal cuidado, tenian problemas de propociones en sus extremidades ya que algunas eran más grandes que otras y tenian por decirlo un problema en los ojos, ya que estaban como quemados pero podian ver, al menos eso pienso.

-Tal vez debamos hacer algo.

-Ese demonio se encargará, no es necesario que nos encargemos.

-Pero no veo progresos, solo veo lo confundido que se encuentra.

-Esta confundido obviamente, pero es normal cuando estas en un psiquiatrico.

-O en un maniconmio.

No entendía sus palabras, aunque por como están creo que nunca les encontraria el sentido, por el momento solo puedo saber que tengo a seis o siete niños enfrente de mi hablando entre ellos de mí persona como si no existiera, yo en este momento estaba en una habitación de un maniconmio, no estaba en la representación de mí mente, sino en un maniconmio que estaba en el infierno a donde los niños que mueren sin compasión van con tal de que se mantengan alejados de los demonios del infierno, según lo que dijo Tom, para evitar problemas entre ellos, solo los dejan salir en el día de los muertos, solo por ironia.

¿Qué porque estoy aquí? Ni yo lo se, Tom abrió un portal hasta aquí y simplemente me dejó en este cuarto con estos niños, el porque me llaman Mad Hatter es solo por lo que pasó en el baile de la Luna Roja, según dicen algunos niños de este lugar estaban allí y pudieron verme, el apodo no se de donde salió, tal vez por que solo un lunatico hubiera bailado con la pareja del principe del infierno, al menos eso parece.

-Cuando muera ¿las arañas se comerán su cerebro?

-Y pondran sus huevecillos en el.

-Pobres, quedarán con hambre.

-Creo que no, dicen que tiene una mente brillante.

-¿Crees que por eso está aquí? ¿Para usar su mente?

-¿En que lo usaria el principe del infierno?

-Tal vez para mejorar su mal temperamento.

-Dudo que funcione.

Otra vez esas risas escandalosas vuelven a resonar en mis oidos, es algo totalmente extraño e hiriente, siendo que hablan de mí como un artefacto, seguro Tom solo me quiere para volver a tener a Star, de ser así lo va haciendo muy bien.

-Ese principe es un lunatico.

-No lo creo.

-¿Por qué lo dices?

-Los inestables no son unos simples locos. Tienen otras cosas. El juguetero les despojará de lo que quede en sus enajenadas almas. Necesitan cuidados.

-¿Cuidados? – Pregunté uniendome en la conversación.

-¡Vaya! Parece que el niño del principe si habla.

-Ya lo creia mudo.

-Esperen... ¿De que hablabas hace un momento? Sobre eso del juguetero.

-Nada especial, es algo que recordé sobre una pobre muchacha, pero ya lo he olvidado.

-Ya veo.

-Aunque siendo honesta, esa frase siempre ronda en mi cabeza.

-O en lo que queda de ella.

-¡Exsacto! Es más como un sentido a lo que debes hacer.

-¿Qué deberia hacer?

-En un mundo perfecto la cordura es un emblema de éxito, en estos lugares no es tan necesaria, en muchos casos por supuesto.

-Despues de todo, el más fuerte gana, pero solo si está tan loco como para enfrentarse a eso.

-¿La cordura nunca es necesaria?

-Precisamente.

-Pero no lo entiendo.

-No hay que entender, despues de todo las cosas son simples.

-¿Simples?

-Dí no a la cordura, dale la bienvenida a la locura.


Un amigo te ayuda en los peores momentos

Sobre todo cuando no puede hablar

Symbolic Death - TomcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora