Ante sus ojos, caos

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 Se acerca el invierno! Cofocofcof, perdón ñwñU (se mete bajo sus cobijas) no saldré de aquí hasta que me metamorfoseé a mariposa(¿) ok ya, dejando de lado mis delirios, espero que les guste este capitulo, como verán saltare de un lado a otro y espero esto no resulte molesto.

Nota: Los personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores (igual la imagen si acaso se ve, ya que por una razón a veces aparece y otras no XD)

Advertencia: la misma que el ultimo capitulo, seamos discretos.

♤♤♤

El azul rey se mezclaba con el dorado de las fachadas intactas de las calles de Diamantes, estandartes con el escudo de Picas eran los soldados de labios cerrados.

-Majestad ¿No cree que es mejor esperar a su corte antes de regresar a Picas?

El soldado anónimo miró con nerviosismo los edificios inquietantemente tranquilos. El rey de Picas no debería cabalgar de regreso al castillo en solitario.

El hombre ve su espalda, se ve tan fuerte, seguro de si mismo. Se supone que es el hombre mas fuerte de todo Picas, se rumorea que a tomado Diamantes con una sola mano derrocando al "rey Midas", aún así, el soldado esta preocupado ¿Qué pasaría si son emboscados? ¿Si tras las cortinas de una bonita fachada un renegado, un asesino a sueldo, un ser lleno de odio o venganza no duda y se dispone a tomar la vida del rey? El soldado comienza a sudar ¿Es tan bueno para proteger a su majestad?

-Soldado.

Sus ojos se clavan en él, el eco de los caballos al cabalgar despacio le recuerdan una marcha sincronizada con el caminar de los relojes de agujas.

-¿Majestad?

-Veo que eres muy joven.-¿Su rey esta sonriendo? No lo ve bien.-¿Por qué decidiste unirte a mis líneas? Los jóvenes como tu, prefieren quedarse tras las murallas mientras siguen su entrenamiento.

El soldado lo piensa un segundo pero responde casi de inmediato.

-Mi deseo es protegerlos...señor, si me permite decirlo, quiero, quiero dar un poco de regreso. Mi familia le debe demasiado, gracias a la reina y usted, aquellas frágiles paredes se han vuelto un hogar, aquellos rostros agotados y hambrientos no han vuelto a aparecer. Usted, no se olvido de nosotros. Yo...mi fidelidad, mis servicios, mi espada es suya.-El rey de Picas detiene su caballo y el soldado sorprendido frena torpemente.-Lo siento, he sido irrespetuoso. Dis-

-¿Cuál es tu nombre?

La calle se encoge, los edificios son altos y el sol esta en un punto en el cielo con el que juega con las sombras de un cielo naranja. Los orbes del soldado lo ve por fin, el rostro de leyendas, el rostro fiero ahora es amable. Él, es un héroe, un líder, su rey.

-Mi nom-

La sombra de la duda quedó atrás para ese soldado de pecas, de ojos claros y cabellos chocolate. Él, dudaba si sería capaz de proteger al hombre que le dio todo para que su familia saliera de sus penas, para que llevaran un día a día digno, fuera de la miseria.

<< Madre, padre....hermanos míos...pude hacerlo, mi sueño, mi deseo de protegerle...>>

Pequeñas gotas, cayeron sobre los pómulos de Alfred, aquel soldado sin nombre se había interpuesto entre él y una flecha maldita.

El relincho de los caballos apresuraron al agresor, debía preparar otra flecha, una mas y libraría a su pueblo del tirano que había masacrado a los que mas amaba, todo por un pedazo de tierra.

Pero las sombras jugaron en su contra. El rostro de la muerte, vestía una mascara de hueso pintado de colores vivos. El As de Picas silencioso como el que le había enseñado, cortó limpiamente el cuello de aquel que solo pedía justicia.

La locura del rey de PicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora