La locura del rey de Picas

Memorias de un corazón III

¡Hola de nuevo a todos! No estaba muerta, ni de parranda...bueno tal vez si, las dos XD como sea, primeramente me disculpare por que no suelo tardar tanto en actualizar una historia, pero esta me ha enredado hasta a mi, lo siento. Espero que la disfruten y me den su opinión al final de que tan enredado estuvo.

Advertencia: ¡Wiii! Por fin! Ok no, solo quiero que tengan cierta discreción si comprenden lo que le esta pasando a la reina de picas en este cap. Si no me entienden, lo explicó al final para no hacer spoiler.

Nota: Los personajes y la imagen no me pertenecen, créditos a sus autores.

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La luz era intensa, cegadora al principio, pero poco a poco Arthur se acostumbró a ella, abriendo los ojos se vio así mismo flotando en un mar tranquilo de nada.

"¿Qué esta sucediendo? Ese soy yo" pensó al verse dormido, tranquilo en posición fetal.

Era como estar en un sueño.

Arthur trató de acercarse a su cuerpo pero no podía; era una nube a merced de un viento inexistente.

-Arthur, mi querida reina de Picas.

Hubo un redoble golpeteó de su corazón al escuchar su nombre, sus orbes se agrandaron absorbiendo la escena. Siendo un fantasma observó como Alfred descendía hacia donde su otro "yo" dormía. Un "Tic, tac" resonó y el sello de Picas acompañado de un enorme reloj de agujas negras apareció en el cielo cuando Alfred tomó las manos de la reina y lo besó con ternura.

-A-Alfred.-Habló Arthur sin ser escuchado y un calor tibio en sus labios cosquilleó, su vientre lo imitó y llevándose las manos a él, se sintió extraño.

El aire le hacía falta, como antes, el rey hacía el amor a la reina para despertarla como era costumbre en esas mañanas donde la incertidumbre no tenía lugar. Susurros que expresaban palabras de un amor infinito, caricias que ayudaban a generar el calor para fundir sus cuerpos, sus piernas se entrelazaron y sus manos pasearon sobre su piel desnuda. Alfred le susurraba palabras dulces entre beso y otro hasta que las marcas reales aparecieron.

El rey tomaba energía de su reina.

-Te amo Arthur.

Arthur lo sentía, podía sentir como era tomado y se dobló, abrazó su vientre luchando contra la sensación placentera que experimentaba su cuerpo.

-Detente Alfred.-Le dijo pero su fantasma no era escuchado.-Por favor, no debe de ser de esta manera. No debe ser asi....

Su espalda se arqueó con el cuerpo de Alfred siguiendo un ritmo lento.

-Por favor no lo hagas...no...

se creaba un baile con música marcada por el ritmo de sus corazones.

-Al...escúchame...escúchame...

Gritos ahogados atrapados en el tiempo y el recorrido interrumpido de lagrimas esmeraldas.

-No lo hagas...yo...yo te amo...

<< No recuerdo cuando fue que me dejo de importar. Cuando escuchaba el tictac de las agujas del reloj, sabía que Alfred me visitaba, pero deje de mirarle. El vació de ese mar donde me limite a ver las horas pasar con el avance del reloj guardián del cielo me consumieron, yo, solo quería fundirme en ese cuarto...yo me rendí. Y fue cuando escuche su voz por primera vez >>

-¿Tan doloroso es? ¿De verdad estas sufriendo tanto como para involucrarme?

Arthur no respondió, creía que esas preguntas en su cabeza eran el inicio de una locura que comenzaba a emanar.