Las personas miraban curiosas a un par de chicos que andaban por la calle, lo extraño en la situación era que uno de ellos cargaba al otro por la cintura, como si fuese un costal, pese a los gritos, amenazas y golpes quien lo llevaba no parecía incómodo.
- ¡Suéltame! ¡Te matare! ¡Lo juro! - el de morado pataleaba furioso, poco le importaba las miradas que su escena atraía, solo quería salir corriendo y esconderse en un lugar recóndito y oscuro.
- Tranquilo brother, no hay nada que temer - el segundo hermano cargaba sin dificultad al otro y se mantenía sereno ante las agresiones, aunque poco importaban, realmente no estaba recibiendo ningún daño.
Ichimatsu ya llevaba varios días con gripe, como siempre, todos se contagiaron y se fueron curando eventualmente, pero el cuarto hermano esta vez no lograba sanar así que a petición de su preocupada madre era necesario llevarlo al doctor. En cuanto la petición fue hecha los cinco ninis restantes dejaron a la suerte quien acompañaría al más sombrío, sabiendo el odio que este tenía por las inyecciones ninguno quería la tarea. Como suele pasar, el menos afortunado fue el de gafas oscuras, jamás se negaría a ayudar a uno de sus hermanos, pero una parte de él temía por su seguridad. Por fortuna, el virus tenia a Ichimatsu bastante débil, por lo que transportarlo se había convertido en una tarea fácil.
Llegaron a su destino, aguardaban en la sala de espera, Karamatsu mantenía sus brazos cruzados al igual que sus piernas, su pose clásica era acompañaba por una sonrisa; mientras tanto Ichimatsu se mantenía en el lugar de al lado con las piernas sobre el asiento abrazándose y con el rostro ligeramente oculto.
El cuarto hermano había desistido de su intento de escapar, después de todo no soportaría otra vez que el mayor le cargase como princesa y se ofreciera a cantarle para calmarlo frente a todos los presentes, prefería morir que pasar por algo tan vergonzoso nuevamente.
- Señor Matsuno, es el siguiente - anuncia una mujer desde su escritorio provocando que el de morado se tensara inmediatamente.
- N-no quiero... - hablo en voz baja ocultando más su rostro.
- Come on brother - se levantó Karamatsu tomando al otro del brazo y llevándole hasta el consultorio.
El mayor se encargó de darle todo detalle sobre el malestar de su hermano menor al doctor, para desgracia del enfermo la mejor opción era una vacuna.
Y ahí estaba nuevamente el rostro de terror en el menor, ni siquiera logro intentar huir, Kara ya lo sostenía.
- Relájate bro, esto es por tu bien -
El mayor trataba de tranquilizar a su hermano mientras el doctor un poco extrañado por la situación alistaba el medicamento.
- Listo - se acercó el doctor con la jeringa - por favor joven, deje de patalear -
- Nee Ichi, ¿Cuántos gatos hay en el callejón que más visitas? - Kara intentaba sostener las piernas del menor.
- ¿Qué? ¿Por qué preguntas de repente?... ¡Ya entiendo, tratas de distraerme, ¿No?! -
- No es así, pensé que podríamos ir para alimentarlos, así que necesito saber cuánta comida comprar - Kara hizo una seña con la cabeza hacia el doctor indicándole que continuara con la acción.
- ¡No juegues conmigo Kusomatsu, no soy un niño al que puedas distraer con tus estúpidas tácticas, te advierto que...! - Ichimatsu se vio obligado a frenar sus palabras al sentir una especie de pellizco en su trasero, sujeto con fuerza la polera azul que tenía a su alcance y apretó sus labios reprimiendo un grito.
Tras unos segundos el doctor ya había finalizado con la aplicación de aquella inyección permitiendo que bajaran al de morado, mientras este se acomodaba los pantalones Kara atendía a las indicaciones del hombre de bata blanca.
Los hermanos salieron de la institución en completo silencio, Kara estaba seguro de que el menor estaba totalmente furioso y se preguntaba si debía dormir en alguna otra parte para evitar ser asesinado mientras dormía.
Pasando frente a una tienda el de azul fue frenado por el otro que le sujetaba de la polera.
- ¿Ichi...? -
- La comida... - dijo en voz baja.
- ¿Tienes hambre? -
- Los gatos... d-dijiste que les comprarías comida... -
Karamatsu no pudo evitar componer una gran sonrisa, era probable que el menor por la enfermedad actuara de esa manera tan tierna, así que no desaprovecharía la oportunidad.
Karamatsu compro el alimento para gato y con Ichi de guía fueron a uno de los callejones favoritos del menor para dejar la comida. Por la salud del cuarto hermano no era bueno estar fuera mucho tiempo por lo que solo dejaron el alimento y regresaron a casa.
Ichimatsu decidió recostarse un rato en el sillón mientras Karamatsu guardaba las latas sobrantes.
Jamás diría nada, podrían torturarle antes de que admitiera algún tipo de agradecimiento por haber tenido al mayor junto a él en un momento tan difícil, pero no podía negar que esta vez no tuvo tanto miedo como en otras ocasiones, tal vez una sola palabra no estaría de más, una palabra que al menos solo él escuchara.
- Gracias... - susurro el cuarto hermano girándose para no ver al mayor.
El de azul se acercó para cubrir con una manta a su hermano y retirarse con una gran sonrisa, fingiendo no haber escuchado nada.
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Me gusta el KaraIchi, ¿Se notó? XD
Con estos tres capítulos fueron miedos muy comunes y según yo, propio para los menores. Ahora viene lo que tenía en mente desde un principio, el miedo en los ninis mayores.
Muchas gracias por leer n_n

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El miedo
Fiksi PenggemarEl miedo, es un sentimiento que todos hemos experimentado alguna vez, algunos lo conllevan mejor que otros. Pero si algo es seguro es que lo mejor que te pueda pasar cuando sientes miedo es tener alguien a tu lado que te apoye. (Serie de drabbles)