<23>

32 9 1
                                    

-¿De adonde conoces ese señor?- le pregunto curiosa  mientras paramos a causa de un semáforo rojo.

-Es el restaurante familiar - hizo comillas- vengo desde que tengo memoria y ese señor ha estado ahí siempre.- dice con una sonrisa melancólica.

-Wow- digo impresionada- me gustaría tener algo así- sonrió triste.

-¿Y tu madre?- dice acelerando de nuevo.

- Ella siempre ha trabajado mucho,ya que es una madre soltera. Pero eso no quiere decir que sea una mala madre- me corrijo- Mami siempre me ha demostrado su cariño y todo, pero- hago una pausa- se puede decir que ha estado un poco ausente.-digo- pero al mismo tiempo se puede decir que es la persona a la que más admiro- sonrió.

-Sabes- dice- mis padres cuando era pequeño éramos muy unidos, paseábamos y cuando no podían llevarme a algún lugar por falta de dinero no importaba, porque estábamos todos juntos y la pasábamos de maravilla.-sonrió melancólico- pero cuando decidieron tener una empresa todo cambió- hizo una pausa- parece que se les subió la plata a la cabeza y ahora ya ni los veo, ya ni me importa no
verlos, lo que me duele es que Alessandra prácticamente no los conoce. Puedes llegar y preguntarle cual es la comida favorita de mi madre y no sabe.-suspira- ni va a tener recuerdos lindos con sus padres como nosotros, como cualquier persona normal.- dice- ¿y sabes que es lo que más me enoja?- dice y niego, aunque no me pueda ver- que ellos no están presentes porque quieren, en cambio hay padres que desean ver a sus hijos y sin embargo no pueden.- Suspira enojado.

-Así es la vida- le digo tocándole el hombro para tratar de calmarlo.

-Pero todo esto lo tomo como experiencia y como algo que no debo hacer- sonríe triunfal. Y yo también sonrío.

Luego de unos tres minutos llegamos a su casa.

Bajamos del auto y Jullio se adelanto para abrir la puerta de su casa.

-Pasa adelante- dijo Jullio una vez había abierto la puerta.

Pronuncie un inaudible "Gracias" y pase.

La casa es hermosa, es muy amplia e iluminada debido a que las paredes son ventanas enormes-la mayoría-.

-Lo más seguro es que están en la cocina- dice Jullio atrás mío.-Sígueme- dijo y así lo hice.

Al entrar a la cocina -que por cierto es hermosa- me encontré con una señora cocinando algo y una niña dibujando en la mesa que se encuentra en la cocina.

Cuando la niña se da cuenta de nuestra presencia le sonríe a Jullio pero me mira a mí con una mueca.

Se acerca corriendo hacia su hermano con los brazos abiertos y una gran sonrisa. Jullio se baja para quedar de su altura y abre sus brazos igual que su hermana. Se abrazan y le da vueltas en el aire a su hermana mientras ríen un poco. Yo miro enternecida la escena tan tierna.

-¿Quién es ella?- le dice en un murmuro a su hermano pero que no funciona porque logró escuchar a la perfección.

-Ella es una amiga- le dice Jullio de la misma manera.

-¿Y vas a jugar con ella y conmigo ya no más?- le pregunta mientras me ve con una mueca.

-Claro que no, yo solo juego con mi princesa- le dice mientras le da un beso en la mejilla.

-¿Seguro seguro?- le dice la niña con la cara más tierna que he visto. Y Jullio asiente.

Yo miro con una sonrisa esta escena tan hermosa. A veces me dan ganas de tener hermanos mayores, pero después recuerdo todo lo que me han contado y se me pasa.

Mi Romeo PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora