Mi Romeo Personal

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El día de hoy ha estado muy aburrido. Ya que nos han entregado los temarios para los últimos exámenes del año, solo que para mí son los primeros en Italia.

Solo falta 10 minutos para salir del instituto y la profesora de literatura parece muy entretenida hablándonos de la obra de teatro para fin de año.

-Si alguno tiene una idea de que novela hacerla, me la dicen- dice la profesora elevando la voz, ya que todos están huyendo, literal.

Salgo del aula y veo de lejos a Vittorio y Jullio hablando animadamente. Cuando se dan cuenta que los estoy mirando me sonríen y me voy donde están ellos.

-Zara- me para Young cuando ya estoy delante de ellos.- Nos tenemos que ir ya ¿Te vas con nosotros?

-No se preocupen me voy caminando- le digo con una sonrisa.

-¿Segura?- me dice viéndome directo a los ojos. Yo asiento- Te cuidas.

-Si mamá- le digo riendo un poco.

Young me saca la lengua y se retira con Matteo tomados de la mano.

Me volteo y aun esta Jullio y Vittorio.

-¿Quieres que te lleve?- me dice Jullio- Tengo que llevar a Vittorio y me queda de camino.

-¿Y si vamos a comer algo por ahí?- les propongo.

-Em...- dice Vittorio mirando a Jullio- yo tengo cosas que hacer, pero pueden ir a dejarme y van ustedes- dice dirigiéndose a los dos.

-Por mí bien- término de decir esto y veo a Jullio esperando por una respuesta.

-Por mí también- dice sonriéndome.

Vittorio aclara la garganta entre risas.

-¿Nos vamos?- dice éste aún riéndose un poco.

Salimos del instituto y nos subimos al auto, Vittorio en la parte de atrás y yo en el copiloto.

El camino a casa de Vittorio fue divertido. Ellos estaban charlando sobre quién iba a sobrevivir en The Walking Dead. Uno decía que un tal Rick y el otro que un tal Daryl.

Yo no pude participar en esa conversación, ya que no me llama la atención ese tipo de series, por lo tanto, no la veo.

-Bueno- dice Vittorio una vez llegamos a su casa- Adiós amigo, adiós Zara, que disfruten- luego de decir esto se bajo del auto y se fue directo a su casa.

-¿A dónde quieres ir?- me pregunta Jullio mientras acelera el auto.

-No sé, la verdad no he tenido tiempo en conocer mucho la ciudad. Así que no se que lugares hay.- le digo.

-Entonces te llevaré a mi restaurante favorito.- dice con una gran sonrisa, pero su mirada se mantiene en el camino.

Llegamos al lugar en menos de 10 minutos.

Al entrar Jullio saluda con mucha confianza el encargado de llevar a las personas a sus respectivas mesas, y yo simplemente sonrío.

-Hola Jullio, ¿Cómo están tus padres y tu hermana?.- le dice el señor.

-Mis padres trabajando como siempre- dice- y la princesa más linda que nunca.- dice y me asombro, no sabia que tiene hermana.

-Me alegro- dice sonriente. Cuando se da cuenta de mi presencia abre sus ojos- ¿Y esta bella dama quien es?- le pregunta a Jullio pero sin desviar su mirada.

-Una amiga- dice tocándose la nuca.

-Un gusto- le digo y él me dice lo mismo.

Una vez Jullio le indicó que una mesa para dos el señor nos llevó a una mesa pegada a un ventanal en el que se puede ver perfectamente la zona verde que rodea el lugar.