el señor del inframundo y mi padre

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prov normal

después de aquel momento que podría llamarse le..."ameno" si tan solo no estuviéramos en el barco del río caronte, y las almas de los muertos no gritaran por salvación de sus respectivos castigos eternos, si seria un buen momento, a nuestra derecha se veía el río estigia, el río del dolor, en donde los dioses juraban y donde iba toda la miseria humana.

- selene, ¿aquí viviste...casi toda tu vida?.

pregunto esthela yo la mire sus ojos azules me miraron con leve tristeza, se me olvido lo malo que puede ser el ver el inframundo por primera vez, y yo había obligado a esthela a verlo, a mi me parecia igual, tantos recuerdos...tantos caminos...tantos ataques...y tantas muertes... ya esto era parte de mi.

- lo siento esthela, no debe ser bonito para ti estar aquí, pero verás que en el castillo de hades es más...¿bonito...?, bueno es mas acogedor que la vista del deprimente estigio.

dije tratando de sonreír pero solo salió una mueca.

- respóndeme selene...-dijo y yo suspire.

- si esthela, casi toda mi vida la pase aquí en el inframundo, en el castillo de la muerte, con vista a los campos asfódelos, y en el tártaro, muy pocas veces entraba al castillo de hades, y cuando lo hacía la reina persephone me echaba y le decía a mi padre, cosa que me castigaba dejándome 2 días en las mazmorras, así que esto para mi ya es familiar...

dije y nico me miró.

- me acuerdo cuando venía a la casa de mi señor en algún momento de descanso, siempre te encontraba matando a algo a alguien con "muerte perfecta", por un momento pensé que eras también una sirvienta del inframundo pero para ti simplemente era un ejercicio, he escuchado que habías pasado en el tártaro meses completos solo para no ver a thanatos, ¿es cierto?

pregunto caronte, yo solo asentí desviando la mirada.

"thanatos" ese es un nombre que me provoca un sabor agridulce y arcadas, quería odiarlo desde el fondo de su alma pero no podía, ¿como odiar a quien te dio la vida?, era difícil...

- ¿a qué te referías con la hija del inframundo más poderosa?, di angelo también es fuerte, además de los semi-titanes...

dije y caronte desvío su cara.

- mi señor hades debe decidir cuando contarte, solo te diré que no existe mortal, más poderoso que tu, el poder de un dios principal en una mortal...

dijo yo fruncí el ceño eso no tenía sentido cuando llegamos a puertas de los campos asfódelos y la casa de hades.

- hasta aquí llego, ve con bien hija de thanos, y tu nico di angelo, no te separes de ella muchos la codician, asegúrate de que la joya del inframundo no sea bañada en sangre...

dijo y dejándolos se fue denuedo a la fachada de campo de grabación de hollywood. No había entendido sus palabras pero aun así trate de pensar en ellas, pero termine solo con un leve dolor de cabeza.

- viajaremos en las sombras aquí es mucho más fácil, y no quiero que esthela, vea a los muertos, sería traumatizante....

dijo, y yo entendí su preocupación la hija de hipnos, miraba todo entre miedo y curiosidad, demasiado nerviosa.

- si creo que es lo mejor, pero el viaje lo realizare yo, no eres el único que puede hacerlo di angelo..

dije y él alzó una ceja tome su mano y la de esthela, y ellos las maletas y dije.

- no se sueltan por nada...

mis ojos brillaron y en menos de un segundo estábamos en las puertas del castillo de hades.

- ¿estas cansada?

preguntó nico, yo negué.

- no estoy bien..

dije y él asintió levemente sorprendido, yo iba a tocar, pero al acercarnos las puertas se abrieron dando paso a una sala con un trono en medio, la sala del trono, en el trono el señor del inframundo se encontraba, sus ojos nos recorren, y sonrío al verme.

Haber una descripción de hades vendría siendo la siguiente, de cabellos azabaches y ojos onis, igual que nico, de piel tan blanquecina como la de un muerto, sus cabellos caían por sus hombros, y en su cabeza una corona que pudo descubrir que era el yelmo de la oscuridad, el color negro de su toga, lo hacia ver aun mas blanquecino de lo normal, selene nunca había visto a hades, pero su aura de autoridad y redención pedía a gritos que se arrodillaran ante él cosa que no hizo solo se quedó mirándolo, con ojos fijos, no se rebajaría ante nadie, la sonrisa de hades se agrando, se levantó de su trono con un movimiento glacial y se acercó a mi y a nico, y luego miró a esthela con una ceja levantada, sin aun borrar su sonrisa. Miré a nico estaba incomodo.

- hola hades.

dijo y hades lo miro.

- hola nico, me has traído a la hija de thanos como lo pedí, es excelente, bien hecho, aunque, ¿quien es la niña?.

pregunto yo lo mire y tome la mano de esthela quien solo miraba con atención a hades.

- su nombre es esthela hija de hipnos, y yo la protejo, no podía dejarla, señor hades.

dije y él asintió y me alzo una ceja.

- curioso, te niegas a arrodillarte ante mi, pero me tratas con respeto, eres interesante, selene...

dijo y yo lo mire.

- que me niegue a arrodillarme ante usted, no significa que no lo respeto, sino que lo respeto a usted, pero también me respeto a mi misma y a mi honor...

dije y él sonrío.

- como dije interesante, supongo que no te ha contado con que motivo te he llamado a mi presencia, ¿no selene?

dijo hades, su voz era gruesa y varonil, tenía que aceptar que ignorando que era un dios mucho mayor que ella era hermoso, era un belleza transversal, como la belleza del color negro, o la belleza enmarcada de la oscuridad.

- si me ha comentado el hecho de que usted desea que sea su campeona...

dije y él asintió poniéndose serio.

- sí, supongo que debes haberlo pensado, ya por experiencia sé que no debo obligarte a nada, pero necesito que antes sepas que estás en peligro alguien muy poderoso está tras de ti...

dijo y yo fruncí el ceño.

- cronos, su padre...

dije y él me miro sorprendido.

- ¿cómo lo sabes?

pregunto yo lo mire.

- el me lo dijo...

dijo y hades se sorprendió aun mas, y me miró con curiosidad renovada, y un suspiro salió de su boca.

-- thanatos, ven!!

llamo y yo fruncí aún más el ceño, sentí como mi cuerpo a la mención del nombre se tensaba, miré a nico y este solo me miraba, fruncí mis labios, cuando escuche una voz.

- mi señor....¿selene?.

escuche y volite a buscar aquella maldita voz que me atormentaba en mis más horribles pesadillas.

Continuará:

att: valentina rui.

renacer....(Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora