5.-Vida nueva. 1/2

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Maratón 1/5

Suspiré y me giré. Me encontraba rodando sin poder dormir sobre una cama que se me había asignado en la lúgubre cabaña de Hades.

    Tenía la mente hecha un revoltijo. Había confesado mi mayor secreto, y mi nuevo medio hermano no decía ni pío. Annabeth me acompañó a mi cabaña, mientras Percy se iba con enormes zancadas, claramente furioso; Nico entró conmigo a la cabaña y sin más se deshizo de su playera y pantalón, quedando semi-desnudo. Me sonrojé furiosamente y cuando me disponía a darle un sermón por desnudarse en frente de una dama, se había dormido. Me resigné y fui a cambiarme por un camisón. 

    Volteé a ver a Nico y lo ví profundamente dormido abrazando una almohada con su pierna sobre ella, causando en mi una pequeña risita. Vi como frunció el ceño y lo relajó, dejando de lado cualquier signo de preocupación o estrés en su rostro. Parecía un niño pequeño. Sonreí inconscientemente.

   Mis párpados comenzaban a pesar. Cerré los ojos, rindiéndome ante la calma oscura que me invadía.

.....

Me levanté y ví una luz de lo que Nico había llamado "reloj". Vi sus flechas, que apuntaban hacía un ocho y un seis, una más corta que la otra. Me quedé mirando la pared intentando concentrarme, para recordar como se "leía" la hora en la cosa redonda de metal. Las ocho y media, adiviné. Miré la cama de Nico y lo encontré dormido aún.

    Oí el sonido de la caracola que anunciaba el desayuno, por lo que me apresuré a darme un baño y cambiarme; luego despertaría a Nico.

    Me desnudé y me metí al cubículo de puertas de cristal corredizas. Miré las llaves y seguí las instrucciones de Annabeth. Me salí y abrí la llave izquierda, luego la derecha; metí la mano y sentí el agua tibia en mis manos... Esperaba que fuese fría.. No podía bañarme con agua tibia, yo pertenecía a la clase baja; era un privilegio que por más que quisiera no podría aceptar. Cerré las llaves, luego le preguntaría a Nico dónde me podía bañar con agua normal.

   Me cambié rápidamente, salí del baño y, aunque no lo crean, me puse a hacer la tarea más difícil que había tomado en toda mi vida. Despertar al hijo de Hades.

-Nico.-Le llamé, pero parecía medio muerto. Lo zarandeé de un lado a otro, le hablé y hasta le ordene que se levantara; pero nada funcionaba. Me empecé a preocupar, apoyé mi oreja en su pecho apenada -ya que no traía camiseta-, y, adivinen qué; se le ocurrió despertarse en ese momento.

-¡¿Q-qué e-estas haciendo?!- Exclamó avergonzado, con la cara tan roja como un tomate. Me levanté de un sopetón y sentí la sangre acumularse en mis mejillas.

-N-no despertabas, a-así es que me preocupé... Y e-estaba comprobando tu pulso.- Respondí tartamudeando.

    Nico suspiró, se sentó, todavía en su cama, y apoyó los codos sobre sus rodillas.

-No importa, olvídalo. Adelántate al comedor, yo me cambio y te alcanzo.- Me ordenó. Suspiré.

-Esta bien.- Dije, para luego salir al calor de fuera.

.....

Me encontraba desayunando en silencio; Nico todavía no había llegado. Probablemente se volvió a dormir. Este chico, pensé.

    A lo lejos ví a Annabeth acercándose en mi dirección en compañía de una chica de estatura media, castaña con el cabello desigual, de piel bronceada y unos llamativos ojos multicolor. Llegaron hasta mi y me saludaron.

-Hola.- Dijo la morena con una sonrisa, dejando a la vista las perlas que tenía por dientes.

-Hola.- Respondí devolviéndole la sonrisa.

-Buenos días, cuñada, ¿cómo amaneciste?.- Me preguntó cariñosamente Annabeth.

-Bien, ¿y tú?- Le respondí.

-Bien. Ah, casi lo olvido... Ella es Piper, hija de Afrodita.- Me dijo, a lo que le tendí la mano a Piper.

-Soy Sirène Cervantes.- Me presenté...

.................

Bien. Primer capítulo del maratón. Siento si fue algo corto.

Disfrútenlo.

Laura.

Mi Pequeña Gitana (Nico Di'Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora