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  Momentos tan divinos que te regala la vida, te los otorga sin pedir nada a cambio...O tal vez sí. No siempre se vivirá en un cuento de hadas. No todo se te dará en bandeja de plata, aun me cuesta aprenderlo... Tendré que aprender a vivir con ello o afrontarlo de una buena vez. ¿Quieren saber de que hablo? Claro, eso vendrá mas tarde. Prosigamos.
Me encontraba en la amplia limosina negra, no me agradaban los lujos pero en este caso era Matteo quien insistió. Realmente anhelaba este día tanto como yo. Cada vez era menor la distancia hacia mi destino. Tenía cierto nerviosismo, realmente no sabía por qué. Tal vez el hecho de que por fin seré la Señora de Balsano, que sus parientes y los míos estarán presentes, si eso es. Llegue a mi destino. La limosina paro por completo. Tenía el corazón que se me salía. Todos voltearon hacia mí. Abrieron mi puerta y me recibió mi padre tendiendo su mano hacia mí, la acepte gustosa y salí de la limosina. Al final de mi recorrido se daba la vuelta mi futuro esposo, sonriendo sin despegar sus hermosos labios rosas que parecieran querer seducirme sin motivo alguno. Sonreí también. Mi padre me encamino, al llegar Matteo me recibió tendiendo su mano, entrelazo nuestros dedos y me susurro al oído
—Te amo—me estremecí, ¿Acaso esto podía ser más perfecto?
El padre comenzó con sus diálogos, agradecí lo que tenía a Dios, y después de la típica misa; me di cuenta que siendo yo la protagonista hacia todo "menos aburrido". Al lado de mi veía a Matteo quien tenía cara de estar más aburrido que nunca. Ligeramente le pegue en su mano y volteo a verme, sonriente. Después de seguir con sus platicas, oí lo que tanto espere...
—Luna Valente; ¿Aceptas a Matteo Balsano como tu legitimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?—Dios, quien diría
—Acepto—respondí sin más rodeos
— Matteo Balsano; ¿Aceptas a Luna Valente como tu legitima esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?
—Acepto—me guiño el ojo
—Si hay alguien que no esté de acuerdo con la unión de estos seres, en el sagrado matrimonio, hable ahora o calle para siempre—Para mi suerte ni la estupida de Jimena se molesto en aparecer—Entonces los declaro, marido y mujer, Señor Balsano, puede besar a la novia—Al parecer eso fue lo único que escucho claro; me tomo de la cintura y me atajo hacia él, posando sus labios sobre los míos tiernamente, nos separamos y nos encaminamos hacia la limosina, subimos en ella. Todo ahí era miel con hojuelas, hasta que llegamos a la fiesta. Todo estuvo como lo habíamos planeado, estuvieron Nina y Gaston, todo estupendo, a pesar del apatismo en algunos momentos de parte de Gaston y mi hermana
Después nos tocaba ir a nuestro próximo destino... La luna de miel. Pero antes dormiríamos una última noche en casa de él. Todo estuvo exhaustivo por lo tanto nos fuimos temprano dejando a los "colados" disfrutar de la fiesta, junto con unos que otros conocidos.
Estábamos en la habitación de Matteo, lo primero que se me vino a la mente fueron mis perversiones.
Primera noche como esposos. Primera noche de pasión.
Al menos eso creí yo por un instante
—Preciosa, ahora vuelvo. Traigo hambre—Matteo se levanto del acolchonado, yo lo tome fuerte de la mano
—Voy contigo—espeté
—No, hermosa no tardo—lo deje ir, no creo que alguien este afuera esperándolo, minutos después se abrió la puerta, esperaba que fuese Matteo pero era... ¿Ramiro?
—¿Que haces aquí?—dije con cierto desagrado, cada vez se me hacían mas insoportables sus intentos de ligue
—¡Sht! Calma, calma—dijo intentando tranquilizarme—No, no vengo a pedir perdon—rode los ojos— Puedes ser la esposa de Matteo pero yo seguiré con mis intentos—lo interrumpí
—Buscas un amor que no te será correspondido—dije, el iba acercándose cada vez mas
—Tal vez, eso nunca lo sabrás—Ya estaba enfrente de mí. Por su bien y por el mío, el debía de irse
—Ra...Ramiro
—Sht, Sht, Sht. Tranquila, no pasara nada—me acaricio la mejilla
—No, Ramiro, si pasará y si Matteo te ve aquí ten por seguro que estarás muerto—dije temerosa
—No eso no sucederá—Era más terco que el mismísimo Matteo, ¿Que acaso tenían que ser parecidos entre ellos? Por alguna jodida razón también Ramiro tenía unos ojos de impacto, como su hermano. No mejor que este pero era muy bellos
—Ramiro. Te contaré hasta 3—el se carajeo
—Unaa...—lo mire amenzante—Doooss... Y...
—Tres—dijeron detrás de él. Cerré mis ojos no queriendo saber que pasaría. Escuche unos pasos salir de la habitación. Lo que más quería evitar eran peleas entre yo y Matteo. Ya acababa de aguantar a Jime en sus signos pubertos y cuando salí de la casa tendré una posible pelea con mi esposo. Esposo. ¿Existe una palabra más perfecta? Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos gritos fuera de la habitación
—¡Y a mí que! ¡Pronto los separare!—respondió agresivo Ramiro, Matteo apretó los puños y cerró los ojos. No quería cometer un error
—Mejor aprende a cerrar tu maldita boca o te la cierro yo—Musito levemente
—¡No, Matteo, no! ¡Ella no es tuya!
—¡Y eso como lo sabes! ¡Claro que es mía!—gritaba— mía y solo mía
—Pues eso lo veremos...—Ramiro se retiro. De alguna forma me dieron miedo sus amenazas. ¿Y si Matteo y yo nos separamos? No, no y no.  

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Soy una babosa-.-

1.- Tenia la historia en privado, y algunas no la podían ver

2.- Cuando intente quitarle lo privado y ponerla publica se borro

3.- Soy una inexperta en Wattpad

4.- Fin

Espero y les guste 

-🐧🐧 

-Fecha de estreno 26 De Noviembre-

"El Niñero" (Segunda Temporada) [Adaptada] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora