Matteo no hacía nada más que abrazarme. Dirigí mi mirada hacia él; de nuevo estaba enojado
—¿Que sucede ahora?—parte de mi tono contenía inseguridad
—¿Porque no contestaste?—dijo frió
—Estaba en el cine, no podía contestar y pensé que era mi madre
—¿Porque apagaste tu teléfono?
—¿No te lo acabo de explicar?—pensé—¿Y tú, porque vienes oliendo a perfume de mujer?—se separo rápidamente de mi— Matteo...
—Yo...—pensó— Yo estaba en una reunión con mi jefe y llego su esposa... solo me saludo—Maldito mentiroso
—¿Así, como se llamaba ella?—pensó de nuevo
—...Carmen
—¿Que edad tenia?
—...32 años
—¿Como...
—Deja de interrogarme—se quejo y se acerco a mi quitando un mechón que cubría mi rostro
—Tu lo haces conmigo—me defendí, sus labios terminaron sobre los míos. Maldito, maldito. Me conocía perfectamente sabia todas y cada una de mis debilidades, entre ellas se encontraban sus besos. Le seguí el juego, poso sus manos sobre mi cintura y me rodeo, me apretó contra el y contra su ahora duro miembro, gemí ante su tacto. El gruño entre mis labios y comenzó a besarme con mas desesperación. Me tomo entre brazos y subimos a la habitación, me tiro en la cama, se quito el saco y comenzó a besar mi cuello, lo devoraba, dejaba besos sonoros. Aproveche a sacarle su camisa, el quito la mía, besaba mis senos por encima del brasear, me sentía mojada; pero como no, si tenia a este hombre haciéndome suya. Luego volvió a mis labios, mordía de estos, de un momento a otro ambos nos encontrábamos desnudos, con nuestros cuerpos sudados rosándose, me senté sobre el y ahora yo ataque su cuello, Matteo gemía mientras yo me movía sobre el. No soporto mas y dio un giro dejándome de nuevo debajo de el, se acomodo
—Princesa, abre las piernas—ordeno jadeante, obedecí. Tomo mis caderas y por fin sentí su miembro en mi. Ahogue mi primer grito en su boca, el me embestía cada vez con mas fuerza
—Grita, muñeca, grita
No resistí mas y solté un grito, el sonrió mientras jadeaba. Seguía embistiendo me, sentía que me corría, cada vez tenia menos fuerza de voluntad. El placer que el me proporcionaba nunca nadie me lo daría. Sentía estar en el cielo. A pesar de la fuerza de sus embestidas seguía teniendo ese sutil tacto como si el estuviese tratando a una fina muñeca de porcelana. Gritábamos nuestros nombres. Hasta que por fin ambos casi al mismo tiempo llegamos al orgasmo, se corrió en mi; en lo mas profundo de mi. Caímos recostados sobre el acolcho nado. Nuestras respiraciones se encontraban demasiado agitadas, y luego caí en un profundo sueño.
Me levante gracias a la luz cegadora que cubría la habitación, Matteo aun seguía junto a mi. Sonreí. Esperaba que este fuera un día mejor que los anteriores. Me di una ligera ducha, no desperté a Matteo e hice el desayuno. Escuche sus pasos venir pero no le tome importancia, iba a salir de la casa pero mi voz lo detuvo
—¿A donde vas?
—Al trabajo
—¿Así? ¿En domingo?
—Jack envió unos informes, debo revisarlos
—¿Que tan importantes son?
—Lo suficiente
—¿Mas que tu esposa?
—Tal vez—pedazo de...
—Idiota—susurre casi inaudible
—Gracias—cerro la puerta, es tan...¡Ag! Me da tanta rabia. Mi celular comenzó a timbrar... Nina
—¿Luna?
—¡Nina!
—Hola, ¿Te parece bien si dejamos solos un rato a nuestro esposos y nos escapamos?
—Por mi, me voy todo el día. Es mas ni vuelvo—dije algo furiosa
—¿Pero que te paso?. Matteo...—dijo casi adivinando
—Tal vez
—Es una basura
—Lo se. Pero bien, te veo en Shisha's en un cuarto de hora
—Por supuesto—colgué, me puse un sweater gris por encima y reemplace mi pequeño short de pijama por un pantalón de mezclilla. Acomode mi cabello suelto y tome mi celular. Salí de ahí y me dirigí a donde Nina. Al llegar me la encontré con un par de cafés en la mesa. Sonrió al verme
—¡Luna!
—Nina—dije con desanimo
—Cariño, ¿Que sucede?
—Matteo, es que...están confuso
—Luna Valente esta diciéndome que algo la tiene confundida, regresemos un par de años. Esto no sucedería
—Pero Nina, es "el". El me convirtió en lo inservible que soy. Ante el me siento débil
—Por dios. Deja de decir tonterías y mejor cuéntame como ah estado todo
—Bien; ya sabes que soy medio estéril—asintió—el día en que me entere le pedí el divorcio, le dije que no lo amaba—lagrimas ya se asomaban sobre mis ojos. La situación se me hacia cada vez mas difícil—el se enfado, mucho
—Tenia motivos
—Yo...yo solo quería que el fuese feliz. Después tuvimos una charla peor que esa...
Flashback
Mientras me duchaba recapitulaba en mi mente lo que había ocurrido la noche anterior, las palabras de "no me importas" y demás insultos que me dijo se me clavaban mas en el corazón...¿Les han roto el corazón alguna vez? Si les ah pasado podrán entenderme. Sentía un hueco enorme en el corazón, no podía siquiera respirar, me dolía, me dolía cada vez mas y mas. Sentía que ese hueco siempre estaría vació, y dolía; literalmente, dolía... Saber que el dolor fue provocado por un par de palabras de tanta importancia. Quería tirarme en el suelo y llorar sin consuelo. Después de aquella ligera ducha decidí bajar de una vez por todas a la cocina. No creo que Matteo me este esperando con una navaja en manos. Me arme de valor y tome una bocanada de aire, mientras bajaba las escaleras me lo encontré frente a mi. Traía los ojos hinchados y rojos, como si hubiera estado llorando o hubiese tenido un gran desvelo; se limito a mirarme. Abrió la boca como para decir algo pero lo omitió y continuo cabizbajo
—Matteo...—lo llame, volvió la vista a mi pero solo asintió— ¿Que te sucedió?
—Nada—dijo con voz ronca
—Balsano, ¿Que sucede?
—Nada
—Y yo soy una estúpida. Sobre lo de ayer...
—¿Que?
—¿Porque no quieres darme el divorcio?
—¡Ya te dije que no!
—¡¿Pero porque?!
—Que tan difícil es que puedas entender—había algo que el me quería decir, para no mostrar debilidad
—Primero dime que tengo que entender
—¡Que no te daré el divorcio!
—¡Pero ya no te quiero!
—¡Demonios, no! ¡No te lo daré!
—Cielos, Matteo. Eres tan...¡Ag! Te odio
—Bien. Ya somos dos—lo mire confundida—Me odio...Y odio la maldita vida que me toco
—Matteo, el problema...soy yo—dije apunto de echarme a llorar— Si soy yo y mi estúpida enfermedad—no respondió— Vez, tu sabes que es verdad
—No, cállate
—Bien, Matteo. Solo recuerda que hoy estoy para ti pero un día no sera mas así—salí furiosa de ahí
Fin del flashback-------
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"El Niñero" (Segunda Temporada) [Adaptada] [Terminada]
FanfictionMomentos tan divinos que te regala la vida, te los otorga sin pedir nada a cambio...O tal vez sí. No siempre se vivirá en un cuento de hadas. No todo se te dará en bandeja de plata, aun me cuesta aprenderlo... Tendré que aprender a vivir con ello o...