Matteo quedo en un trance, no respondía, solo pensaba y se negaba
—No—respondió firme
—¿No?
—No
—¿Porque no?—dije algo confundida, la situación ya me estaba afectando
—Ya te lo explique. No mientras tu me ames
—Ya no te amo—Bien, eso era mentira
—No lo digas ni de juego, porque si fuera así yo ahorita mismo me mato—Su tono me decía que el hablaba enserio
—Pero Matteo...
—Pero nada
—Bien, ¿Quieres que vivamos así?; ¿Que seamos indiferentes?—el negó—Ya nada seria igual
—¡¿Porque?!. No me eh quedado ciego ni tu menos valida
—Tu no lo miras así
—Yo lo miro como tu. También me afecta
—Eso. Eso es lo que no quiero, que te afecte—Matteo ya no respondió— Si me voy ahora contigo no sera lo mismo
—Bien, no me importa—¿Acaso solo estaba pensando en el?. Mi mundo es el, su mundo es el. Todo gira entorno a el. Pero claro, siempre ah sido un egoísta
—¿Disculpa?
—No me importa, sabes; aunque tu no me amaras yo no te dejaría—¡Un aplauso para mi esposo, ahora también bipolar!. Estaba confundida, estresada, mas que nada alterada. Pero haber, recapitulemos...Bien, no entiendo— Métete al auto—evidentemente la situación lo había molestado— ¡Que te metas!—Correcto. ¿Quien es el?. No quería ponerme a llorar frente a el después de como me había gritado. Captamos la atención de las pocas personas que paseaban por ahí. Subí al auto, Matteo puso el seguro de infantes y nos dirigimos a su casa. ¡Oh perfecto! Se me había olvidado que Antonella salio de vacaciones con la familia. Los teníamos literalmente hartos de las peleas y Ramiro no se quedaría. Tenia que vivir con "él" de nuevo un tiempo. Esto era un asco. Un asco. Cuando el auto aparco salí de este hacia mi habitación, Matteo venia atrás de mi. Corrí por las escaleras
—¡Luna!—me gritaba, Matteo
—¡Lárgate!—Matteo me alcanzó y me tomo fuerte del brazo, así quedaba yo frente a el, no le dirigí la vista
—¿A donde vas?—Se digno a preguntar
—A ti que mierda te importa
—Cierto, no me importa—¿El que?— Pero me dirás
—Me voy a donde quieras pero donde no te encuentres tu—rió sarcásticamente
—No ando de bromas
—Y yo no ando de buenas—Iba a continuar mi camino pero el me tenia sujeta— Suéltame
—No. ¿A donde iras?
—A tomar un baño. ¿Bien?—Falso. En cuanto su agarre perdió fuerza salí corriendo hacia la habitación y cerré con llave. ¿Irme? No podía. Me tratara así o no, lo amaba. Me eche a llorar, en mi mente recalcaba las palabras que le había dicho, pero el que yo no le importaba me destruyo.
No salí hasta la mañana, Ario no estaba. Tome el desayuno, hasta la noche que el no volvió. No lo vi hasta el día siguiente, por cierto me ignoro.
Pero esta vez no. Esta vez no doblaría mi orgullo. Si quería jugar, que sea de dos. Paso una semana, semana y media. Estaba preparando el desayuno y abrió su boca solo para que deseara que la hubiera mantenido cerrada
—¿Que hiciste de desayunar?—dije un "Ja!" sarcástico y lo ignore olímpicamente— ¿No te seguirás comportando como bebé o si?—seguí sin responder solo me retire de la cocina para ir al living, el venia tras de mi— Bien, tu no entiendes por las buenas—¿Quien se creía el?. Me senté en el sofá y prendí el televisor— Será por las malas—me dijo sensualmente en mi oído, mordió el lóbulo de este y luego ataco mis labios. Lo aleje y me salí furiosa de ahí. Estaba mas que eso, quería enterrarlo vivo. Todavía se cree con el derecho el muy idiota. Me tomo de la cintura
—Uhm...—olio mi cuello, sentí un escalofrió recorrerme— cereza... Vainilla...—olio otra vez pero ahora mas cerca— Vainilla—dijo sin dudarlo
—Balasano, largo—dije con la poca paciencia que me quedaba
—No quiero—todo lo que me decía ahora lo sentía frió
—¡Basta!—dije cuando empezó a besarme. Lo separé
—No quiero—dijo mas firme y apretándome contra el
—¡MATTEO!—me soltó de una manera muy brusca, que casi pierdo el equilibrio
—¿Que acaso no sabes?—no, no se— Estas aquí para complacerme—Perfecto, ahora era un loco--------
Se esta complicando la situación😯😯
-🐧🐧
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"El Niñero" (Segunda Temporada) [Adaptada] [Terminada]
FanfictionMomentos tan divinos que te regala la vida, te los otorga sin pedir nada a cambio...O tal vez sí. No siempre se vivirá en un cuento de hadas. No todo se te dará en bandeja de plata, aun me cuesta aprenderlo... Tendré que aprender a vivir con ello o...