"El Niñero" (Segunda Temporada) [Adaptada] [Terminada]

17

  Se acerco hacia donde él se encontraba, casi inconsciente, con los ojos pesados y un aroma a alcohol. Luna bajo la mirada hacia sus manos con las que apenas lograba sujetar la botella de whisky. Se miraba tan débil. Pero en su mente habitaban las preguntas del porque el estado de el chico. Llegar ebrio a tu casa y recostarte frente al sofá situado delante de la puerta principal no es lo habitual. Por un momento olvido aquel supuesto "odio" que se había ganado gracias a las actitudes inmaduras y agresivas con las que la había tratado anteriormente. Aun que sabia perfectamente que lo ultimo que haría sera odiarlo
—Te amo tanto—susurro inaudible la castaña
Matteo entreabrió los ojos lentamente, Luna dio un leve respingo
—¿Luna?—pregunto dudoso y soñoliento
—Dime
—¿Eres tu?—ella viro los ojos
—No, soy su espíritu... Claro que soy yo
—¿Don...donde estabas?—cuestiono con el tono de voz un poco mas elevado al antiguo
—En casa de mis padres—el chico se restregó los ojos y de inmediato aparecieron los recuerdos de imágenes que le habían llegado apenas hacia un par de horas...Se levanto del sofá con brusquedad
—Falsa—la acuso apuntándola con su indice
—Es verdad ¿A donde más iría?—trato de mantener la calma. Tarde. Pues su corazón latía a mil kilómetros por hora gracias a el miedo que Matteo causaba en ella
—Conmigo ya no juegues, Luna—su voz era ronca pero débil. Un simple susurro quizás. Todo lo decía tan rápido que a ella se le hacia imposible rememorar cada tesitura en su cabeza
—Levantas falsos de mi y me acusas sin yo saber el delito cometido
—¿El nombre "Charles" te refresca la memoria?—ella lo miro confundida. Recapitulo en su mente y no recordaba al dueño de aquel nombre. Nunca conoció a alguno
—Sin mas rodeos, Balsano. Dime de una vez antes de que la intriga me consuma—suplico la chica. Matteo se acerco un paso a ella quien como acto de reflejo retrocedió. Se sentía vulnerable ante aquel hombre el cual nunca había visto de alguna manera parecida a esta
—Luna, Luna—canturreo, esto hizo que ella enfureciera mas— Tu amante Charles ya me trae harto—continuo sin mas— Si me engañas por lo menos ten el valor de poder decírmelo a la cara—ella abrió los ojos como platos
—¿De que hablas?
—¡Valla!—exclamo el— Ahora no sabes nada
—Pues tu sabes mas que yo así que explícame
—¡Por favor, Luna! ¿Que tan ingenuo crees que soy?—lo suficiente como para creer esos rumores. Penso
—Matteo, ¿Piensas que te engaño?
—¡No lo pienso, lo se!—grito ya desfasado por la situación
—Matteo...¿Desde cuando crees eso?—dijo entre sollozos
—Desde hace... Hace 4 meses—ella contuvo la respiración.
Tan poca era su confianza como para preguntarle si eran ciertas las falsedades que decían de ella. Y usando la lógica; ella que se sentía inútil en todos los sentidos por lo cual no tendría el valor para conseguir un hombre que la tratase mejor que aquella octava maravilla del universo que tenia como esposo. La confianza era todo. Pero conocía como la palma de su mano a su marido que pudo reconocer que por sus "celos" no comentaría acerca de esas declaraciones, dejando así su orgullo de lado. ¿Que era todo esto? ¿Un complot?
¡¿Y quien demonios seria capaz de dañar su matrimonio?! Charles al parecer. ¿Pero quien era el? ¿Porque lo haría?. Y a todo esto...¿Matteo aun la quería?. Millones de preguntas abundaban en su cabeza haciendo que su ordenador personal quisiera dar un grito de "Basta"
—¿No dirás nada?—su incoherente e indiferente cuestionamiento interrumpió el "viaje" en el que la joven se encontraba
—¿Que se supone que diré?—el abrió la boca en un intento de responder pero ella prosiguió ignorándolo olímpicamente— ¿Que mi esposo no confía en mi? ¿Que es manipularle al gusto de quien sea? O mejor... Que sus celos dañaron gran parte de su capacidad mental que ahora piensa que hasta una hormiga puede hablar—ambos estaban rojos de frustración y furia
—Pensaba que dirías algo como... Que me engañas y no tienes el valor de decirlo. Que estas demasiado urgida que te metes con el que se te cruce... O mejor—arqueo su ceja derecha—Que eres tan put...—ella le volteo el rostro de una tremenda hostia antes de que el terminara el planteamiento
—En tu vida vuelvas a llamarme así. O te juro que te corto los testículos y hago que te los comas—a pesar de que lo que había dicho era tan vulgar escupía cada palabra antes de que estas pasaran por su mente— Eres el menos indicado para llamarme de esa manera. Porque las únicas que les queda como anillo al dedo aquel nombre son a tus empleadas que te tiras todos los días en tu oficina... ¿O me lo negaras?—ahora Matteo abrió sus ojos de par en par
—Por supuesto que lo niego—dijo con desición. Ah estas alturas el efecto del alcohol ya estaba muy lejos de el
—Sin vergüenza—soltó Luna—No soy idiota, Matteo. Bien me llegan las fotos tuyas saliendo de los restaurantes y moteles en donde no creo que solo llegues a entablar una conversación
—¡¿Que?!—dijo con la expresión mas sorprendida que podía hacer su rostro— Aquí la única que se cita en moteles y lugares con su amante, eres TÚ...

Después de eso hubo un silencio sepulcral. No sabían quien decía la verdad aunque ninguno tenia la razón. Las tácticas de Finker habían sido demasiado astutas para ambos pero no imposibles de descifrar. Matteo sabia que el chico era demasiado inteligente pero no se imagino que aunado a eso se encontraba su audacia. Tenia miedo a que cualquier palabra demostrara su lado débil que en estos momentos ya era demasiado visible pero Luna estaba mas ocupada tratando de ganar batallas mentales que no se había percatado de eso. Después de casi media hora sin conversación alguna, Matteo decidió hablar
—Yo... No se que decir. Es que todo esto me trae tan mal. Me afecta como no logras imaginar la idea de que me engañes... Podría consentirte en tantos aspectos como me sea posible, excepto en ese. Mi actitud es simplemente un asco—ella solo asentía con la cabeza afirmando discretamente lo que el decía— Pero...—el comenzaba a llorar— es que yo... Te Amo, Luna...
—Tus palabras se escuchan tan reales pero ya no te creo—musito la muchacha entre lagrimas
—Luna, es verdad—"Maldita sea"susurro— No quiero perderte. No quiero... Y si me engañas lo acepto—ella abrió los ojos sorprendida de nuevo— Pero no me dejes. Porque te amo
—Matteo, ¿De donde sacaste esa estúpida idea del que te soy infiel?
—Las fotos que me llegan y las horas coinciden con tus salidas...
—Pero, Matteo... Sabes que me siento una completa basura por lo tanto no tendría el valor de que otro hombre me pudiese tomar como su perchero... ya sabes... con mi enfermedad soy inútil—el la abrazo reconfortándola
—No, cariño—ella se estremeció. Le hablaba demasiado suave y tierno... Extrañaba ese sutil tono en su voz el cual no escuchaba hace mucho— Para mi tu no eres nada de eso. Te amo tal cual eres
—¿En..serio?—pregunto tímida y escondiendo su rostro en el pecho del joven
—Enserio—le acaricio armoniosamente su espalda
—Yo también te amo—El la abrazo mas fuerte y ella lo hizo con el. Luego se separaron un poco, Matteo tomo una bocanada de aire y luego junto sus labios con los de su esposa.  

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No crean que los problemas se acabaron

Bai😝😝

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