Su nariz puntiaguda, su boca torcida, su expresión criminal. Con estos rasgos se presentaba aquel joven, habitualmente vestía unos vaqueros rotos siempre combinados con su cazadora de cuero negro. Negros eran también sus ojos, desafiando en tonalidad a su cabello rubio y desmarañado. Costaba mirarlo y no fijarse en su cínica expresión, siempre dura, pero gacha, oculta, tímida pero amenazadora...
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Versos Al Azar
RandomVersos, versos que se entrelazan al viento, versos que quedan por siempre, versos que olvida la cabeza, versos... que quedan en el corazón.