A partir de ese momento Tao no sabía realmente lo que pasó, todo se reprodujo ante sus ojos en cámara lenta o tal vez iba tan rápido que su cerebro no era capaz de interpretarlo.
Tenía tanto miedo corriendo por sus venas, había perdido el temor a la muerte hacia mucho tiempo pero no estaba dispuesto a ver a sus amigos ser asesinados frente a sus ojos.
"Salgan de aquí, ¡ahora!"- la voz de Suho retumbó en sus oídos haciendo que reaccionara. Los demás siguieron a su líder, tal vez se separarían pero se encontrarían con los GPS de las motos.
Lamentablemente los hombres bajo el cargo de la chica no estaban dispuestos a dejarlos ir sin pelear.
El inconfundible sonido de las balas los hizo estremecerse, sabían que eso solo era para herirlos e impedir que huyeran para después matarlos de las maneras más crueles posibles.
Kyungsoo fue el que más rápido reaccionó, lanzó una bomba de humo que dificultó la vista e hizo imposible el disparar pues los otros no querían usar balas sin estar seguros de que los dañarían.
Tao intentó llegar a su motocicleta pero la falta de claridad no sólo afectaba a aquellos que intentaban matarlos, además sus pulmones empezaban a exigir aire puro. Temiendo ahogarse corrió lejos de la niebla sin importarle mucho si encontraba su motocicleta o no. Cuando fue capaz de salir de ahí y respirar mejor pudo observar los cuerpos de varios depuradores inconscientes por el humo y como Kyungsoo se alejaba en su moto, no pudo pensar demasiado en eso sin embargo, pues al ver que Suho estaba por ser atacado por la espalda por un depurador, se lanzó contra él sin pensarlo.
Empuñó su daga y la blandió en el aire unos segundos antes de sentir como esta atravesaba la piel de su víctima, la sangre comenzó a fluir por su cuello manchando su mano antes de que pudiera alejarla. Sacó la daga y dio un paso atrás, observando al hombre caer inerte en el suelo, la herida había sido mortal. Sintió el asco y el horrible sentimiento de haber arrancado una vida recorrerlo sin piedad pero lamentablemente no tenía tiempo para sentirse de esa manera, si se descuidaba por el tiempo suficiente los depuradores lo matarían.
Suho lo sacudió un poco y lo ayudó a reaccionar, sus ganas de vomitar ante la sangre caliente que resbalaba por sus brazos aún seguían ahí pero el instinto de supervivencia era mayor.
Con asombro observó como Junmyeon apuntaba su armas contra los depuradores inconscientes y disparaba a sangre fría.
Avanzó a su lado intentando encontrar a los demás en el caos que reinaba en ese momento. No mucho después, los disparos comenzaron a oírse de nuevo.
"Demonios".
"¿Qué pasa Tao?".
"Una bala me rozó el brazo"- contestó, sentía la sangre mojar poco a poco su ropa. Intentó no pensar en el dolor, no había sido nada.- "Pero eso no importa ahora, hay que encontrarlos"- observó a Suho asentir.
Con la poca niebla que aún quedaba, Junmyeon atacó a los hombres más cercanos. Posicionó su antebrazo sobre el cuello del contrario y entonces tiro, a los segundos el cuerpo tendía en el suelo.
Después tomo al otro hombre y lo coloco frente a Tao, quien en un movimiento certero apuñaló al depurador en el corazón.
"Mejoraste mucho".
"Gracias hyung"- la mirada de Tao estaba indiferente, casi como si ya no estuviera ahí. Presiono más oyendo los gritos aterrados del hombre, después sacó su daga para apuñalarlo unas cuantas veces más en su abdomen y finalmente alejarse de él.
