The little mermaid

Una nueva oportunidad.

-Ya-Daichi miro al rubio.

-D-deja la espada-Asahi el cual estaba junto a Daichi trato de persuadirlo.

-¡vamos! No planeas matarlo-Nishinoya lo miraba serio.

-Tsukki... detente-la débil voz de Yamaguchi lo hizo entrar en razón.

-¡Tadashi!-sin esperar un solo segundo soltó el arma corrió hacia el mencionado, se arrodillo y lo abrazo estrechándolo contra su pecho, sus ojos enrojecidos derramaban lágrimas mientras besaba su frente tratando de demostrarle que él estaba ahí, que no se iría de su lado, que lo amaba y que le dolía verlo así.

-tu-el guardia se acercó al rubio con intenciones de golpearlo pero enseguida Sugawara se puso enfrente del par con los brazos extendidos; dudo un poco pero aun así estaba decido a castigarlos cuando estuvo a punto de insertarle un puñetazo a Sugawara grande fue su sorpresa al ver que Daichi se había colocado en frente del de lunar recibiendo el golpe en su mejilla.

-¡Daichi!-Sugawara lo miro preocupado, se acercó al moreno y coloco su mano en la mejilla derecha la cual estaba inflamada y comenzaba a tomar tonalidades rojas.

-Estoy bien-lo miro sonriendo con cariño miró al guardia el cual retrocedía completamente avergonzado por haberlo golpeado-retírate-lo miro serio.

-...-el guardia asintió y junto con el par que se estaban reponiendo de los golpes que el rubio les había dado se fueron los tres.

-Kuroo, suéltame-Kenma se quejaba ya que se las había ingeniado para poder ver lo que sucedía pero no para que el azabache lo soltara.

-claro-lo soltó y ambos caminaron hacia el par, que permanecía en el suelo.

Kageyama se acercó a Daichi preocupado pero el mayor sonrió al ver cuando había protegido su hermano al pequeño que traía en sus brazos.

-todo está bien, solo fue mi mejilla, preocúpense por Yamaguchi-volteo a ver a Tsukishima y al pecoso los cuales estaban rodeados por Kuroo, Kenma, Asahi y Nishinoya tratando de atenderlos.

-Daichi-Suga aún no dejaba de verlo preocupado.

-ya, Koushi-le tomo la mano y beso su palma-estoy bien.

-s-si-se sonrojo levemente.

-llévame con Yamaguchi-hablo Hinata a Kageyama, este obedeció y lo sentó con cuidado junto al par. El de cabellos anaranjados pidió un poco de agua la cual Nishinoya trajo muy rápido en una jarra, se levantó la camisa y quitando sus vendajes se quitó con dolor el alga y lavándola con cuidado hasta dejarla impecable se acercó al pecoso, pidió permiso a Tsukishima para que lo soltara un poco y paso esta por las heridas que tenía.

-¡AAHH!-Yamaguchi grito ante el ardor que sentía en las heridas, pero luego se fue calmando por los pequeños besos que el rubio repartía en su cara.

-pronto terminara-Hinata frunció el ceño ya que su abdomen dolía por cada movimiento brusco pero tenía que ayudarlo, paso el alga y vio como esta eliminaba las heridas y moretones como si nunca hubieran existido hasta dejar su piel como estaba antes.

-gracias-Tsukishima susurro abrazando a un inconsciente Yamaguchi.

-de nada-sonrió pero luego sintió una mano sobre su hombro, volteo a ver encontrándose con la cara de Kageyama la cual sonreía complacido y de la nada lo abrazo-GUUAAAA! ¡No tan fuerte! ¡Me duele idiota!-chillo.

-cállate, Hinata idiota-aflojo un poco el abrazo pero no lo soltó.

-hijos míos-todos voltearon a ver al rey, Nishinoya, Asahi, Daichi y Kuroo se pusieron a la defensiva-quiero hablar...-los miro- quiero disculparme por lo que había 
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Muchas cosas habían sucedido en los meses que siguieron como la renuncia a la corona por parte de Daichi ya que el rey no pudo hacerlo cambiar de opinión, por ende Kageyama subió al poder pero siendo aconsejado por su hermano cuando el menor recurría para pedir algún consejo sobre el que hacer.

-No debes ser imprudente Daichi, a Shoyo le gusta comer mucho - se rió al ver a su pareja con problemas en como acomodar la mesa.

-Lo se... Pero son varios y la mesa es pequeña-suspiro rascando su mejilla un poco apenado.

-¿por que no en el jardín? El clima es perfecto y podemos usar las mantas que estuve tejiendo -sonrió orgulloso ya que le habían costado.

-será como dices Suga - sonrió abrazando al mencionado antes de besar su mejilla haciendo reír de manera dulce al del lunar.

Los preparativos para tomar el almuerzo juntos estaba listo, ambos chicos se alegraron una vez todo quedo perfecto y más cuando vieron aparecer a un Nishinoya saltarín encabezar la caravana junto a un Asahi preocupado por que no se fuera a caer; como siempre o lo normal que se había visto Kuroo llevaba arrastrado a Kenma el cual no movía ni un músculo, solo dejándose hacer sin quejarse u objetar nada, por que así le gustaba a el, por que al solo verlo se derretiría por esa sonrisa un poco perturbada, pervertida y sensual que tenía y se dejaría hacer. 

A su lado Yamaguchi reía nervioso mientras miraba al rubio preguntándole sobre las cosas que llevaba ya que el rubio no lo dejo cargar ni un contenedor de comida con la excusa que era más fácil para el, aunque la verdad nunca le diría que le gustaba mimarlo en secreto como los dulces favoritos del pecoso que le dejaba junto a la almohada, aunque el más bajo sabía perfectamente lo que el otro hacia decidió ignorar un poco ese hecho y solo sonreir aunque a veces le daba un beso en la mejilla para luego huir avergonzado dejando a un Tsukishima descolocado.

Y por último a paso relajado se veía una pequeña bolita andante junto a su fiel pareja, había pedido un nuevo deseo a Oikawa, el cual concedió aunque seria bastante radical solo para divertirse y jactarse de sus grandes habilidades mágicas; Hinata se movía despacito por el gran estómago que cargaba de unas 20 semanas parecía una pequeña pelotita naranja, claro que todo aquel que le dijera eso y lo hiciera llorara tenía un viaje asegurado de una semana en el calabozo cortesía del rey, Kageyama estaba más que feliz, tanto que ponía esa sonrisa boba cuando lo veía, solo de saber que un pequeño retoño crecía en su ser amado le llenaba de gozo, además de las secesiones en la cama que lo dejaban renovado y de mejor humor, por que Hinata era una fiera una vez perdió la timidez y eso al mayor le encantaba, por que solo el conocía esos lados.

-¡Bienvenidos!- Sugawara levanto un brazo agitándolo de un lado a otro mientras sonreía feliz.

Si, al final valió la pena haber luchado por que ahora estaba al lado de su amado y seres queridos.

-Vamos- susurro Kageyama entre lanzando sus dedos con los ajenos sonriendo al verlo asentir.

Un nuevo capitulo estaba comenzando en su vida y estaba seguro continuarían muchos más.

Hola, me disculpo mucho por la demora pero al final de tanto tiempo aquí esta... El final de esta historia, muchas gracias por leer n.n

Hasta la próxima.