2. Dos tercios.

1.2K 186 16
                                    

   Frente a ellos, dos pares de botellas de vidrio descansaban sobre la mesa del comedor.
  Esa misma semana, Yongguk había salido por fin de su habitación y lucía más tranquilo que los días pasados.
  Jongup y JunHong sospechaban que el contenido de los frascos fuese sangre o algún jugo concentrado, y Youngjae también, pero lo que ninguno de los tres sabía era la razón de por qué estaban allí reunidos. 

            – ¿Te sientes mejor, hyung? –Preguntó Zelo cuando el mayor de los seis se ubicó en su asiento. El aludido asintió con una ligera sonrisa.   
          – Me siento mucho mejor, y es por eso que necesitaré de esto. 
           – ¿Y qué es? –preguntó Youngjae impaciente.
            – Es una imitación química de sangre humana –contestó Himchan. Los tres menores fijaron su mirada en él animándolo a continuar– Somos vampiros, y nuestra naturaleza de vida radica en la sangre de un humano. No podemos alimentarnos de esa manera por siempre, es  peligroso.
            – Para ambos –continuó Yongguk. Las tres miradas viajaron del segundo mayor a él–. Es peligroso tanto para un humano, como para uno de nosotros.
           – ¿Por qué? –Insistió Youngjae. 
           – Si basamos nuestra alimentación sólo en sangre, pudiésemos desarrollar nuestro instinto destructivo, y no seríamos capaces de vivir como lo hacemos ahora, ni de alimentarnos con comida humana –explicó–, podríamos perder la consciencia y lastimar a cualquiera que se nos cruce.
            – ¿Y para nosotros, cuál es el riesgo? –Youngjae parecía ser el único impaciente. 
           – Si atacásemos a un humano para existir de esta manera, sería imposible que sobreviviera. 

  Youngjae meditó por varios segundos lo que acababa de escuchar. Prácticamente lo que estaban diciéndole era que, por el resto de sus vidas, tendrían que beber de esa botella para evitar matar a un simple mortal. O en este caso, a alguno de los tres.

             – Pero… –Himchan interrumpió los pensamientos del menor volviendo a captar su atención– también nos es imposible vivir de esta manera. –Tomó uno de los frascos y se los pasó para que pudiesen observarlo–. Es una imitación que extiende el deseo de alimentarnos con sangre humana, pero necesitamos de ella en algún momento. El deseo se vuelve más frecuente mientras no tengamos a nuestro dador definitivo. –Eso último intensificó la curiosidad en Youngjae, inclinándose sobre la mesa para estar más cerca de quien hablaba–. Todo vampiro debe poseer un emisor de sangre permanente, quien pueda cedernos voluntariamente su sangre cuando la requiramos… 
           – ¿Pero no era que esto simulaba la sangre? –Intervino JunHong sosteniendo la botella oscura en sus manos.
            – Es así, pero no podemos vivir sólo bebiendo de eso. Cada lapso de tiempo, nuestro cuerpo nos pide sangre real de un humano, y éste debe ser del mismo cada vez. De lo contrario, beber de ese líquido por siempre desataría la misma peligrosidad que el no hacerlo.

   Era confuso. No podían alimentarse de sangre real por siempre porque era peligroso, pero tampoco podían estar sin ella. Necesitaban una mínima ración de la real y ésta debía provenir siempre de la misma persona. La sustancia de imitación servía para controlar su deseo de alimento, pero en grandes cantidades y por un lapso de consumo prolongado sin alternarla con la real, terminaba siendo peligroso igual.

  Youngjae agradecía no ser como ellos, llevar una vida de vampiros no parecía sencillo.

   Himchan verificó las galletas a través del vidrio del horno, evidenciando que faltaba dorarse. Sabía que Youngjae estaba sumido en sus pensamientos cuando se quedó estático observando el vaso preparado. Si no fuera porque era quien más tiempo pasaba en la casa -debido a su trabajo- no habría podido deducir que Youngjae estaba guardando una pregunta para él, la misma tal vez que lo detenía de hacer algo que quería. 

Bloodlust [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora