Miércoles 17 de Junio  

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EL MOMENTO OPORTUNO


Dejé pasar un par de semanas luego de que ella cortara su relación. Mientras tanto, uno de los fines de semana me dedique a planear detalladamente la forma en que se lo pediría para que fuera mi novia. Una semana antes le había armado una tarjeta que al abrirla se desplegaba un corazón con la frase "Te quiero". Fue algo ingenioso pero tendría que elaborar algo más que pudiera hacerla sentir única y mostrarle realmente que deseaba estar con ella.

Fue entonces que resolví hacer notas de amor con frases tiernas. Escribí lo cuanto era importante para mí. Y en cuarenta y una notas se lo dedicaba a ella, en la nota cuarenta y dos estaba la pregunta del asecho: ¿Aceptarías ser mi novia? Cuando las termine se las guarde dentro de un sobre blanco y espere el día llegar.

Era para ser un lunes, pero justamente había faltado a contra turno. Entonces le dije a su amiga para que el miércoles por la tarde ella viniera así tenía la oportunidad.

Estaba nervioso, jamás en mi vida había hecho semejante acto que por más valiente que me sintiera aún existía la posibilidad del rechazo, así que equilibraba la balanza en cincuenta y cincuenta. Si el destino me la puso en el camino por alguna razón, era momento de averiguarlo. Así que ni bien entro al colegio, espere el timbre del recreo y le pregunte si podíamos hablar. Nos sentamos después de saludarnos. Estaba radiante, como siempre. Y tenía su atención. Ante mi nerviosismo le pedí que abriera el sobre y que lentamente fuera leyendo las notas en su respectivo orden. Estaba nervioso y de primera se negó. Le dije que era un juego y que al final ambos tendríamos una recompensa. Insistí y cedió. Las leía en voz baja. Yo estaba al lado de ella y sentía como mi corazón latía a un ritmo acelerado, no percibía el entorno, es como si el tiempo se congelara por unos minutos. Tenía mi mente dirigida a la situación. A medida que iba pasando las notas yo solo la observaba. Su mirada estaba reflejada. Me fascinaba su sonrisa tras una pausa. Como si ya supiera de qué se trataba. Cuando tan solo sobraba dos notas le murmure:

- Detrás de esa nota hay una pregunta que va implicar una decisión y ojalá sea algo bueno para ambos.

Cuando llego a la última nota sus ojos cambiaron. Tenía una mirada alegre, fugaz.

¿Aceptarías ser mi novia? - se me acerco al oído y me susurro como si me estuviera por contar el secreto más maravilloso del mundo. No necesitaba nada más. Su respuesta fue "SI". Me hizo sentir afortunado. Ella me hacía sentir como si me estuviera enamorando por primera vez.

Después de eso nos dimos un abrazo de esos que no te da ganas de soltar y le respondí que la quería mucho y que no podía volver a perderla.

Ese día fue especial, legalmente especial.

***


Cuestiones del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora