Capítulo 33 Donde Se Termina Todo

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CAPITULO 33

DONDE SE TERMINA TODO

Había pasado una semana completa, Harry le había conseguido a Xally un empleo como encargada de una tienda de libros mágica, sabía que ella amaba los libros, no de conocimiento, más bien de relatos, novelas y aventuras, sin embargo ahí había de todo tipo.

A ella le encantaba la idea de saber que alguien compartía sus gustos de lectura y para ella comprar un libro era como adquirir a un buen amigo el cual había llegado para quedarse.

Estaba sentada atrás del mostrador de vidrio de los libros que más se vendían, le agradaba todo aquello, prefería estar ahí que quedarse en casa, al parecer el ministerio no estaba realmente interesado en encontrarla, tal vez influencia de Harry y de sus amigos.

Pero aquello no significaba que no estuviera muerta de miedo si alguien llegaba a reconocerla, cualquier cosa podía pasar, miraba a los alumnos de Hogwarts pasar por ahí, ninguno estaba interesado en adquirir algún libro, estaban en su paseo de navidad.

Suspiró, todo aquello le daba melancolía, jamás podría volver a terminar sus estudios, aunque dominara bien la magia y supiera cosas que otros no, aquel certificado no lo tenía, sabía que ninguno de sus amigos había vuelto a terminar Hogwarts excepto Hermione, pero por lo menos ellos tenían hasta sexto año, ella apenas y tenía quinto y lo que logró rescatar de cuarto y tercero.

Se paralizó por completo al ver entrar a la tienda a Severus Snape, no esperaba ver a nadie conocido, sabía que los libros de la escuela los conseguían preferentemente en el callejón Diagon.

Lo vio avanzar hasta el mostrador, el murciélago estaba evidentemente sorprendido, Xally quería esconder la cabeza entre los hombros.

- Señorita Martine – dijo alzando las cejas – Que sorpresa

- Profesor – se aclaró la garganta - ¿Qué tal? – no se le ocurrió nada mejor

- Es evidente que estoy sorprendido de encontrarla aquí, pensé que su... vida era diferente

- Las cosas nunca salen conforme las planeas – apretó los labios en una sonrisa

- Su decisión era demasiado... - hizo una pausa – extravagante como para que le funcionara de la manera en la que usted esperaba

Xally rio, era verdad, era la única estúpida que no se había dado cuenta que aquello era una tremenda idiotez, que Tom solo la iba a utilizar como otro peón en contra del mundo Mágico, pero el amor te hace hacer cosas estúpidas, así que se encogió de hombros y entendió que no había manera de defenderse.

- Creo que usted tiene toda la razón del mundo – dijo extrañamente alegre

- El ministerio la busca – dijo con lentitud – ¿no cree que es demasiado arriesgado el que este aquí?

- Supongo – se extrañó – pero a Harry le pareció buena idea

- El hombre recargó sus manos en el mostrador – Imagínese por un momento que entrara por esa puerta alguna amistad de Kingsley ¿Cree que no la entregaría de inmediato?

- Ella asintió y se incorporó de la silla – Creo que por fin he entendido que tal vez me hagan falta esos 10 años en Azkaban, que después de aquello volveré a ser libre, podré llevar la vida que merezco y pagar finalmente por lo que he hecho, pero eso no quiere decir que me vaya a entregar voluntariamente – sonrió de medio lado – Estaría aliviada si lo pagara señor, pero no crea que esos 10 años no me asustan por eso me reniego tanto de ellos – sonrió y miró brevemente al techo – Como dicen los Muggles y con mucha sabiduría debo agregar "Que pase conmigo lo que tenga que pasar" – extendió los brazos como si esas palabras la liberaran, de cierto modo era así. – así que por ahora voy a gozar de la libertad que tengo tanto como pueda, hasta que como afirma usted, alguien me delate.

Corazón Oscuro (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora