Lips Like Morphine//Joshler

Seis.

Tyler se encontraba agotado después de haber jugado el partido de fútbol más complicado de su vida. Su equipo era bueno, pero en sus condiciones aún etílicas le era muy complicado tener el rendimiento que solía tener y notó lo perjudicados que podían resultar si seguía queriéndose morir cada cinco segundos de correr y tratar de perseguir la pelota para anotar un gol. No sabía si estaba ebrio aún o si estaba con resaca, todo era muy complicado de descifrar y se sentía a morir, pero de algo tenía que mantener su popularidad en la ciudad.

El partido por fin finalizó y como siempre varias niñas lo estaban esperando detrás de la reja para felicitarlo y quererlo abrazar, debía admitir que se sentía bien pero ya estaba llegando a un punto en el que se estaba hartando de lo rutinaria que era su vida.

Quería conocer gente diferente o hacer algo nuevo, su vida lo estaba enfadando bastante y ni el alcohol, drogas o mujeres podían llenar el vacío que sentía dentro de si. Necesitaba un cambio pero no sabía cómo realizarlo, era urgente pero no tenía cómo hacerlo. Su vida se estaba haciendo un completo caos y necesitaba volver a sentirse feliz.

Tyler terminó de asearse y vestirse y procedió a salir del recinto en el cuál se llevó a cabo el encuentro de fútbol. Estaba subiéndose a su vehículo automotor cuando recibió una llamada.

-¿Si, bueno?-
-TYLER, ¡hermano! ¿Cómo estás? Hace mucho que no hablamos-
-Oh, hola Pete, bien, gracias, ¿tú qué tal, a qué se debe el milagro?- respondió Tyler un poco desconcertado debido a que hacía demasiado tiempo que no hablaba con Pete ni sabia de él. Eran amigos de la infancia pero desde el último año de preparatoria se distanciaron un poco debido a que cada quien entró a distintas actividades que los mantenían ocupados la mayoría del tiempo y ya no les daba oportunidad de salir como solían hacerlo.
-Me alegra hermano, también muy bien, preguntándome qué ha sido de mi estimado Joseph y por lo mismo de que te extraño y necesitamos actualizarnos, hacerte una invitación que obvio no es opcional e irás porque irás- respondió entre risitas el pelinegro.
-A ver, cuéntame más, animal, invitación a dónde o cómo y cuándo... ¿habrán chicas lindas?-
-Pero qué va, tú no cambias, Joseph. A una carne asada en mi casa de campo, irán nuestros amigos en común y otros cuantos que ya te tocará conocer ese día. Es el próximo sábado, apártalo ya mismo perrita-
-Sólo por ser tú, cabrón, estaré esperando con ansias el próximo sábado, espero haya mucho alcohol y mujeres bellas y juegos de azar- Comentó Tyler riéndose bajito.
-Hasta ganas de invitar a Jenna me dan para que vea qué clase de guarro tiene por novio, no sé cómo sigue contigo... ni tú con ella- Respondió Pete soltando una carcajada -en fin, me paso a retirar, Hoeseph, allá te veo, cuídate-
-Ya estás, Wentz, así será- Y con esto ambos finalizaron su llamada.

Tyler ya no se sentía tan mal por la tremenda borrachera que se había puesto el día anterior, ahora ya estaba listo para ponerse igual... de nuevo. Y también se sentía feliz y emocionado por la próxima carne asada, un sexto sentido le decía que ese día iba a ser un buen día y que no se lo podía perder por nada del mundo.

Se dispuso a por fin arrancar su vehículo y poner un poco de música, iba cantando a todo pulmón las letras del álbum Folie à Deux de Fall Out Boy mientras se dirigía de regreso a su casa. Necesitaba alcohol en su organismo de nuevo y era necesario organizar un plan. Como diría el buen oxxo... ¿hoy qué se arma?
También necesitaba encontrar alguna chica nueva a la cual follarse y ver cómo distraería a Jenna un día más. Realmente no estaba con ganas de verla. Era demasiado tonta y desesperante como para querer pasar tanto rato con ella.

a/n: jsjsjsjs fueron 666 palabras del capítulo, ¿será una señal divina?