Sonia entró en la cocina para distraer a León, pero por alguna razón no estaba.
- Eh... ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
No hubo respuesta. Sonia salió de allí y fue a buscar a los otros dos.
- Esta sala es el típico salón, no veo nada extraño. - apuntó Sebastián.
- Bueno, técnicamente debería haber algo... Aunque...
- ¿Eh? ¿Qué hacéis en esta habitación?
León apareció por la puerta de atrás.
- Os dije que esperarais en el hall. En fin, siento haber tardado, debía hacer algo en el jardín... Seguidme, os llevaré al comedor.
- Oye, ¿qué hay en el jardín? - dijo Jorge.
- Plantas. Estaba regando principalmente.
- Ah, vale, supongo.
- A todo esto, ¿y vuestra amiga?
- Fue a la cocina a buscarte... Pero bueno, supongo que seguirá allí.
- Venga, vamos. No se puede hacer esperar a una dama, no es algo propio de un caballero.
- Si, lo que tu digas.
Pero al salir, y llegar al comedor, no había rastro de Sonia.
- Tampoco está en la cocina... ¿Seguro que no estáis tramando nada en mi mansión?
- No. Quizá haya ido al baño o algo.
Mientras tanto, en el jardín...
- Vale, la esconderé aquí, así será imposible que consigan la Abeja Pura. ¡Larga vida a Tanaka!
- Ajaja, no. Ven aquí, seguidor inútil de ese inepto.
- ¡Ah! ¡S-Socorro!
La figura encapuchada soltó algo y lo lanzó a una maceta cercana.
- Nadie podrá ayudarte. Ni intentes defenderte.
- ¿Señor Memela? ¿Es usted?
- Esa voz... Oh, es Sonia. Debo irme. ¡Y tú te vienes conmigo! Ya vendré luego a por la Abeja Pura.
En ese momento, Memela y el hombre encapuchado desaparecieron, y Sonia llegó al jardín.
- Que raro. Me parecía haber oído al Señor Memela. En fin... Espera. ¿Qué es eso que brilla ahí? Es como una gema en forma de abeja. Y emite un brillo extraño... ¿Eh? Eso es... Parece un Mini Mariano, pero está inmóvil...
En ese momento, el pequeño ser se convirtió en polvo y desapareció.
- Ah, pues estaría muerto o algo...
Mientras, en el comedor...
- Eh... ¿Y si miramos en el jardín? Ya hemos buscado por toda la casa y no hay rastro de ella. - dijo Jorge.
- Vale, os daré permiso especial.
Y salieron al jardín.
- ¡Sonia! ¿¡Donde estás!? - gritó Sebastián.
- Ah, chicos, aquí estáis. Es que oí una voz proveniente de aquí y la seguí.
- Bueno, ya vamos a comer. Tengo que cocinar mucho y hemos perdido mucho tiempo.
Tras una tarde de comer y hablar, volvieron a casa de Jorge.
- ¡Ah! Encontré esto en el jardín.
- Eso es... ¿Una Abeja Pura?
- ¿Qué? Sebastián, ¿qué es eso? - preguntó Sonia.
- Es como la fuerza de poder que podría destruir al Mariano del Caos. Si encontramos las 7, podríamos derrotarlo y encontrar la Mariana Dorada. Pero... Si nuestro objetivo va a ser ese, deberíamos descansar un poco...
- Bueno, pues nos vamos a casa. Adiós, Jorge.
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La playa de San Mariano
Misterio / SuspensoCuando Jorge se muda a una nueva casa en una calle cercana a la playa conocida como "La playa de la esperanza", en San Mariano, comienzan a ocurrir cosas extrañas en el pueblo. ¿Qué le ocurrirá a Jorge y sus nuevos amigos?