Parte 13.

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No puedo soportar más esto que me llena, estas ganas de gritar que te necesito, que te adoro.

Sin ti no, mucho viví cuando sólo te conocía mi mente y no mis ojos, cuando te necesitaba si saberlo, ¿qué será de mí si a tan poca edad mi felicidad depende de una persona a la cual no importo?, sí, como anteriormente escribí todo es o será en vano. Porque... ¿de qué sirve lamentarse de todo lo que ya está hecho y no hay remedio de cambiar?

Te veo feliz, probablemente teniendo en tu mente a otra persona la cual no sabe lo que podría tener o lo que ya tiene, quién siquiera se ha privado de la suerte que tiene de tan solo que esté en tu pensamiento... o de que le dediques una sonrisa.

Tenía miedo del fatídico día que llegó en el que te perdí y justo cuando me percaté de ello era demasiado tarde como para rectificar lo mal que lo hice, lo mal que también hiciste tú en dejar pasar a alguien que de verdad te quiere...

Porque si de algo sí me he dado cuenta es de que cuando más echamos en falta algo es cuando más inalcanzable nos es. Y yo simplemente soy una soñadora la cual sólo anhela tenerte a su lado sin temer a nada ni a nadie, que nadie sea una barrera y que podamos ser libres sin que algún infeliz sea valla o muro y que todo fluya sin que nada influya.

Y es que de eso se trata mi día a día, de necesitarte e intentar retomar las palabras, frases y promesas que declaramos frente al mundo al que ahora nos da miedo enfrentarnos juntos...

Quizás fue...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora