Quizás fue...

Parte 9.

La distancia puede ser un libro que nadie quiere leer, un charco de agua en el que nadie quiere mojarse, pero, realmente la palabra distancia suele ser definida como el espacio que existe entre dos puntos, y en realidad, a nadie le gusta hablar de distancia.

Muchos dicen que es el olvido, otros que une más a dos personas que se quieren y otros simplemente creen que no les afectaría...

Nadie sabe lo que realmente significa esa palabra hasta que de verdad echas de menos a alguien por culpa de unos kilómetros que al fin y al cabo, son los que son, barreras. Barreras que te impiden ver a esa persona a la que tanto ansías abrazar...

Creo y supongo que a nadie le gusta estar lejos de quien quiere, y menos con miedo a perderle. Aquí no vale el típico "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", sería más un "no sabes lo que tienes hasta que llega la distancia". Seguramente muchos sabréis de lo que hablo.

Es una sensación que no sé cómo explicarla; algo de impotencia y tristeza...

En esos momento de bajón, donde cogerías las llaves y un abrigo e irías a verle. Coger el móvil y decirle "abre la puerta, estoy aquí", pero siempre es lo mismo... distancia.

Verle cara a cara... darle ese abrazo del que tantas ganas tienes... y no solo escuchar su voz por teléfono. ¿Cuánto darías por perder el tiempo haciendo tonterías con él o ella?

Nunca entenderé de qué sirve la distancia. Bueno, en verdad sí; además de ser la distancia que existe entre dos puntos es el factor que hace que cuando veas a tu amigo/amiga, familiar, pareja... después de tanto tiempo el abrazo sea relativamente proporcional a las ganas que tenías de verle. Esa sensación tan gratificante de haber esperado tanto tiempo. Esa sensación yo, no la cambiaría por nada.

Si tú eres de los que tiene a una persona querida a distancia sabrás perfectamente que no disfrutas lo mismo con las personas que tienes alrededor como disfrutarías con él o ella.

Necesito diariamente tus besos y tus abrazos.