Te odio

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Nuestros caminos se separaron.

Ya no estás. Ya no escucho tu voz en el viento. Ya no está tu figura marcada en mi almohada, ni tu olor ronda en mi habitación. Ya no extraño mis noches a tu lado. Ya terminó la serie que tanto nos gustaba -el final sí fue como lo esperábamos-. Ya no me hace falta escuchar tu voz pronunciando mi nombre. Ni el desayuno en el sofá para dos de la sala. Ya no siento tan cerca tu recuerdo, ya no te extraño no en lo más mínimo.

Paso las noches enteras en el silencio del universo, y lo disfruto. Se perdió la estrella a la que le puse tu nombre, ya no está. Me basta con ver otras personas sonreír, pues tu sonrisa ya no me ilumina, y cualquier otros ojos son mejores que los tuyos. Ya no recuerdo tu rostro, ni tu forma de ser. Ya no te conozco, ya no te extraño.

En las mañanas ya no necesito voltearme para verte a mi lado. Ya no espero un abrazo por la espalda, ni que me des uno cuando mi mundo se venga abajo, aprendí a hacerlo sólo. No me hace falta escucharte decirme: "Te amo", ya no lo siento. Ya no significan nada las frases que nos describían, ni los nombres que le pondríamos a nuestros hijos. Ni siquiera importa ya lo que hayamia palneado y por cuánto tiempo lo hicimos, el futuro ya no importa. ¿Sabes por qué? Ya no te recuerdo... Ya no te extraño.

Ya no estás ni yo lo estoy. Dime ¿Qué significa ahora un "Nosotros"? !Exacto! Nada... ¿Las promesas? Nada... ¿Los abrazos? Nada... ¿Los besos? Nada... Todo ya no está. Se fue. Se acabó.

Ya no recuerdo el sabor de tus besos, ni la mirada de niña que me dabas cuando sólo éramos Tú & Yo. Ya no recuerdo las palabras reconfortantes, ni las lágrimas. Ya no existen las ganas de luchar por ese "Nosotros"... Ya no te extraño... Ya no te amo... Ya no más.

Pero esta mañana, te volví a ver.

Estabas allí con tus amigas a unos cuantos metros de mí. Llevabas aquella sonrisa tan completa y hermosa que me vuelve loco, parecías muy feliz. Te volteaste y me encontraste con tu ojos, mirándote con los míos, sonreíste levemente y a la distancia me saludaste e hiciste que todo lo que logré estos meses se fueran al carajo...

Ahora te odio.

Te odio por tener las imperfecciones perfectas que tanto anhelo, esa maldita sonrisa que me envía fuera de esta absurda realidad, esos magníficos ojos cafés que eran mi razón de sonreírle al mundo. Mantenías esas ganas que mueven mundos, esa inmensa energía que me hizo caer perdidamente enamorado de ti.

Te odio por tener cada mínimo rasgo femenino que toda mi vida esperé encontrar en una mujer y que en ti encontré. Por hacerme sentir vivo incluso cuando ya no habían fuerzas para continuar. Por hacer latir de nuevo a este inerte corazón que prometió no volverse a enamorar nunca más. Te odio, por amarme tanto...

Esta mañana te saludé y con ese movimiento de manos, solté la soga con la que tenía seguro todos aquellos sentimientos que alguna vez sentí por ti.

Esta mañana te volví a ver. El día fue gris, sin ningún pensamiento que divagara mi mente, sin mencionar ni una palabra...

Estoy escribiendo esto sin fin alguno, sin esperar que lo veas. Pero espero recuperar lo que fue, porque hoy me di cuenta que no sirve de nada negar todo si por dentro sigues viva...

Esta noche te recuerdo, te extraño y te odio, por amarte tanto.

This is MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora