Llegó de nuevo la noche, siempre llega. Todo el día fingiendo estar bien para que por primera vez en tanto tiempo poder soltar todas las aflicciones que me causa cada minuto de soledad.
Llegó la peor parte de mi día a día, en donde las sombras del pasado me toman de la mano y me arrastran a un abismo profundo sumido en oscuridad, donde el único sonido que hay es el lamento de mis lágrimas que ruedan por mis mejillas e imágenes borrosas pasas por mi cabeza haciéndo revivir el dolor que sentí cuando aquellas heridas fueron abiertas con un cuchillo sin filo, rasgándome el alma desangrándome gota a gota, dejándome sin fuerzas, sin aliento, sin ganas de vivir más en este mundo...
Cada noche, cuando las luces se apagan comienza a arder el veneno que corre por mis venas y odio todo y a todos.
Personas.
Promesas.
Memorias.
Esperanzas.
Me odio a mí mismo...
Las horas parecen meses, los minutos semanas, los segundos días enteros, el tiempo corre a la velocidad de un caracol arrastrándose por vidrio aceitado. Y yo me encuentro ahí, tratando de sobrevivir cada segundo que pasa frente a mí.
Cierro los ojos intentando dormir. Cuento ovejas -como hacen los niños-, trato de no pensar, me cubro los ojos mojados y los seco, sorbo los mocos de mi nariz, recojo mis lágrimas de la almohada. «Está mojada».
Le doy la vuelta, no es suficiente.
Me cubro la boca, no es suficiente.
Me tiro una almohada seca sobre mi cara, no es suficiente.
Me siento sobre mis piernas para que no se me tape la nariz. Me vuelvo a acostar. Veo el reloj 3:20 A.M. «!Diablos!»
Cubro mi cuerpo entero con la sábana deseando no despertar nunca más. Cierro los ojos...
Una luz blanca hace que abra los ojos. Las lagañas hacen que mis párpados y algunas pestañas se hayan pegado. La luz penetra en la fina piel de mis párpados. Es la luz de mi habitación...
- Otro día más de mierda... -suelto en un susurro.
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This is Me
Historia CortaEntonces estaba ahí, sentado al respaldar de mi cama, con los audífonos puestos y escuchando las mismas canciones que me recuerdan a ti y a todos... Una y otra vez. Pero no te preocupes por mí, cariño. Todo está bien, siempre lo está. Tu sigue viv...