9.Palabras

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Hah, menuda broma. ¿Tú caerle bien a Jinyoung? Soltaste una carcajada y negaste.

—Creo que debes estar confundiéndote Yugy, nunca le he gustado a Jinyoung, desde que empecé a trabajar con vosotros ha sido arisco conmigo. Pero no te preocupes, no me molesta, la única relación que tengo con él es de trabajo. —Explicaste. Yugyeom parecía un poco preocupado así que que intentaste calmarle— A ti tampoco debería importarte si él acepta que nos veamos o no, me lo dijiste el otro día, ¿recuerdas? Ya eres mayorcito para tomar tus propias decisiones. 

El chico asintió con fuerza convencido por tus palabras y de pronto cerró los ojos y cogió aire. 

—Entonces _____ —Habló decidido— ¿Te gustaría salir conmigo? 

Empezaste a sonrojarte de golpe y abriste la boca un par de veces para hablar, pero no fuiste capaz de articular palabra. No era como si no hubieras esperado que te hiciera esa pregunta pronto pero... no tan de repente.  

—¿Y bien? ¿Qué me dices? —Insistió nervioso al ver que no respondías— S-sé que quizá la idea de salir con alguien famoso no es la mejor pero... pero me gustas mucho. Mucho. 

No pudiste aguantarte la risa al ver como se mordía el labio y cambiaba el peso de un pie a otro, estaba desesperado y se veía adorable.

—Claro que sí Yugyeom, saldré contigo. Tu también me gustas a mi. —Dijiste por fin, haciendo que suspirada aliviado y sonriera ampliamente. Os quedasteis en silencio por unos segundos y entonces él se atrevió a dar un paso. Con una sonrisa tímida se inclinó un poco hacia ti y besó tu mejilla, rozando sus labios y la punta de su nariz con tu piel solo para separarse un instante después. 

—¡Eh, vosotros! —Os girasteis al ver que alguien os llama. BamBam sacaba la cabeza por la puerta del restaurante y sonreía pícaramente— Si ya habéis terminado con vuestras confesiones volved a entrar y recoged vuestras cosas, que vamos a irnos ya. 

Los dos, sonrojados como tomates, asentisteis y entrasteis al restaurante intentando disimular. En cuanto cruzaste miradas con tu amiga ella te levantó los pulgares y te sonrió orgullosa. Le hiciste una mueca y fuiste a por tu chaqueta y tu bolso. Todos fueron saliendo y tu fuiste la última, quedándote por unos minutos a solas con... Jinyoung. 

—He oído que Yugyeom se te ha confesado. —Comentó mientras estaba terminando de ponerse la chaqueta. 

—Así es. —Respondiste cortante.

—Tu misma, vas a arrepentirte —Dijo en el mismo tono.

—Crees que Yugyeom podría haber encontrado a alguien mejor, ¿verdad? Pero ese es tu problema, no el mío. 

 —Claro que es tu problema, eres tú la que debería estar saliendo con otro mejor. 

—¿Hah? ¿A qué viene eso? ¿Ahora Yugyeom te desagrada?—Ahora sí que no entendías nada— Pero no importa, no eres nadie para decidir lo que hago. Es él el que me gusta y no hay ninguna otra persona con la que saldría ¿comprendes? ¿O es que acaso te refieres a alguien en concreto cuando dices que debería salir con otro?

 —Sí, pero parece que eres demasiado ingenua para darte cuenta. —Te dio la espalda y empezó a caminar dirección a la salida— Tranquila, me ha quedado claro lo que quieres, haced lo que os de la gana, no debería haberme fijado nunca en ti. 

Te quedaste estática en el sitio viendo como se alejaba y no entendías por qué te sentías tan mal. Jinyoung había sonado más abatido que nunca y el tema no parecía haber quedado zanjado del todo, pero en cuanto saliste no volvió a dirigirte la mirada, tampoco el siguiente día de trabajo, o el siguiente, pero Yugyeom tampoco volvió a mencionar que Jinyoung se molestaba cuando se trataba de ti y tiempo después, cuando todo pareció ser cosa del pasado, tu tampoco te atreviste a preguntarle al respecto.  

Aunque la confesión de Yugyeom fue lo que cambió tu vida después de ese día, fueron las palabras de Jinyoung las que nunca pudiste quitarte de la cabeza, no importaba las veces que los labios de Yugyeom rozaran los tuyos, las que vuestros dedos se quedaran enlazados por horas o las que os intercambiarais confesiones de amor, no podías dejar de pensar en ellas cada vez que Jinyoung pasaba por tu lado y parecía como si no existieras para él, tal y como había sido al principio.



Let me || Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora