El Monaguillo de mi tío

El Cambiazo.

Sonó el timbre de la puerta, me levante del sofá y apagué la tele, bosteze. -¿Quién es?- Dije vagamente. -Madeline- Oí al otro lado de la puerta, al abrir me encontré a Mad con una mochila y una bolsa. -Pasa- Dije señalando que pasara, ella asintió y entró -Subamos a mi cuarto- Señalé las escaleras. -Claro- Empezó a subir las escaleras. -Tienes una casa muy grande- Dijo ella al entrar y al dejar la mochila encima de mi cama.- No es mía, es de mi tío sacerdote- Cerré la puerta y vi la cara de sorpresa de Mad.

-¿Tu tío es el sacerdote?- Asentí con la cabeza, ella abrió la boca en forma de sorpresa, -Anda, pues no lo sabía, entonces ¿no vives con tus padres?- Negué en con la cabeza y la miré con tristeza. -Mis padres murieron en un accidente de coche cuando tenia 4 años- Ella miró con sorpresa y tristeza, dios que cara mas expresiva.

Le conté mi vida, mi pasado, todo, ella dice "Si", "Ah", ''Oh'',''Vaya'',''Interesante'',''Buff''...

-Esa es mi vida- Ella se miró las manos, me sonrió. -Que guay- Yo reí. -Bueno, vamos a empezar que se nos pasa la tarde- La miré con una ceja alzada. -¿Empezar? ¿empezar a qué?- Ella sonrió malvadamente. -A cambiarte- La miré sorprendida.

Me sentó en mi tocador, donde solo lo utilizaba para peinarme.

Encima del tocador puso maquillaje, peines, un montonazo de cosas -¿Qué has traído?- Miré todas las cosas sorprendida. -Shh, tranquila cuando termine no te reconocerás- Ella río.

Ya me estaba preocupando.

-Pero antes vamos a ocuparnos de tu pelo, ¿sabes qué? De mayor quiero ser estilista y serás mi primera clienta, pero no te pienso cobrar por ser mi amiga jajaja- Intenté reír.

Fuimos al cuarto de baño, me lavó el pelo, con sus champús, luego me sentó de nuevo en el tocador, me cortó las puntas del pelo, luego me lo secó con el secador, me alisó el pelo con su plancha, la verdad es que estaba muy mona, me veía muy bien.

-Que mona estás- Sonreí, asentí. -La verdad es que sí.- Ella sonrió victoriosa. -Ahora el maquillaje.- La miré horrorizada. -¿MAQUILLAJE?.- Ella se sorprendió y río. -Sólo un poco, tranquila.- Suspiré, cerré los ojos.

Sentía polvos, pinceles, olor de perfume, Dios Santo. Abrí los ojos, me echó unos polvos para que mi piel estuviera mas lisa y perfecta, supongo. Me echo rímel y gloss en los labios, me veía realmente bien.

Me enseñó a maquillarme sencillamente, era fácil, así podría ir más mona, a fiestas, a misa, OH DIOS, -Hoy hay misa a las ocho y media.- Me asuste, miré mi reloj: las siete, suspiré de alivio. -Vale, te voy arreglar para la misa, cuando te vean los chicos no sabrán quien eres.- Me guiñó un ojo, es verdad los chicos ¿qué dirán?.

-Haber que te puedes poner.- Abrió mi armario y lo miró horrorizada. -Pero, ni una falda, ni un vestido, todo chándal, sudaderas, deportivas, Dios, necesitas un cambio de ropa, te voy a dejar algo pero tenemos que ir de compras-.

Rodé los ojos, abrió la bolsa que traía y sacó faldas, blusas, camisas, vestidos, verdaderamente hermosos, los miré detenidamente. -¿Cuál te gusta?.- Me mordí el labio, me encogí de hombros.

Al final me decidí por una falda marrón, con dibujos de encaje, y una blusa blanca, con la espalda algo trasparente.

-Estas espectacular, ya verás cuando te vean los chicos, jaja, voy arreglarme yo y vamos juntas.- Yo sonreí y me miré una vez más en el espejo.

-Querida voy a misa ya, ¿vienes o ahora vas tú?.- La voz de mi abuela me hizo salir de mis pensamientos, salí de mi cuarto mientras Mad se arreglaba el pelo. -Yo y mi amiga vamos ahora después.- Dije sin asomarme mucho a las escaleras.

-Ariadna, ¿llevas una falda?- Oí a mi abuela sorprendida, podía imaginarme su cara, reí bajito, bajé unas cuantas escaleras exponiendome, para que me viera mejor. -Si la llevó.- Ella me sonrió. -Vas muy guapa, es de tu amiga supongo ¿no?.- Yo asentí animadamente, ella rió. -Vale, ahora después nos vemos, no llegues tarde querida.- Abrió la puerta y se fue.

-Vamos, ya he terminado.- Mi amiga se vio por ultima vez en el espejo, la sonreí. -Pues vamos.- Le señalé las escaleras, bajamos riendo, no me lo creía, ¿yo con falda, maquillaje y bien peinada? Wow.

Si que he cambiando, la cara de mi abuela fue graciosa, pero me muero por ver la de mis amigos, espero no mearme de la risa.