Avatar/Ninjago: La leyenda de Lloyd ||CANCELADA||

Capítulo 4. Los más buscados.

Nya's POV.

Loyd y yo corremos a la puerta trasera de la casa. Las manos me tiemblan tanto que a penas y puedo abrir la puerta

—Por aquí —me dice Lloyd, mientras corre por entre las casas.

Lo sigo de cerca. Corremos, hasta que un guardia nos cierra el paso. Lloyd y yo miramos hacia todos lados, con la esperanza de hallar el modo de salir de aquí.

—Nya, sujeta mi mano —me dice Lloyd. Lo hago sin estar segura de lo que hará.

Lloyd toma un palo largo y lo alza, este se convierte en un planeador.

—Pase lo que pase, no te sueltes.

¿Quién en su sano juicio lo haría?
Lloyd usa su aire control y nos elevamos en el aire. El aire golpea suavemente mi rostro, esto es... ¡Increíble! Aterrizamos a las afueras de la aldea, justo en el límite que nos separa del valle.

Miro impaciente el cielo. El sol comienza a asomarse, acompañado  por rayos pastel que surcan el cielo. Miro impaciente el camino. Está vacío.

"Vamos, Kai", pienso esperanzada.

Escuchamos pasos provenir de la aldea, pero no se trata de Kai... es un guardia.

Lloyd y yo nos ponemos en posiciones de defensa. El guardia se acerca cada vez más, hasta quedar a devastadores tres metros de distancia. Entonces, se lleva las manos a la cabeza y se quita el casco.

—¡Kai! —exclamo, mientras corro hacia él y lo abrazo.

—Niño aire —mi hermano mira a Lloyd con recelo—. No sé quién seas, o por qué te buscaban esos guardias, pero... solo te diré una cosa.

Ay, no. Conociéndolo, no le dirá nada bueno...

—Iremos contigo.
—¿¡QUÉ!? —exclamamos Lloyd y yo al unísono.
—Bueno, está más que claro que no podemos regresar.
—Tienes razón —admito —. Los guardias deben seguir buscándonos.
—Sí, los guardias —ríe Kai con nerviosismo—. No tiene nada que ver con que haya quemado la casa por accidente...

Miro la columna de humo que se eleva por el aire. Pff, hermanos...

—Pero... —Lloyd nos mira, con nerviosismo—. Antes deben saber algo... yo... yo soy el avatar.

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Kai's POV.

¿El avatar? ¿¡EL AVATAR!?

—¿Cómo que eres el avatar? —el niño aire encoge la cabeza, avergonzado.
—Mira yo nunca pedí serlo —reclama.
—Perfecto, nunca puedo escapar de la guerra —bufo, cruzándome de brazos.
—Tal vez sea tu destino —bromea el niño.
—¡No te pases de listo!
—No  Kai, él tiene razón. Lloyd llegó a nuestras vidas por algo, papá siempre decía que el mundo obra de maneras misteriosas —me dice Nya.

Bueno, es cierto. Si quiero vengar a papá necesito acabar con la guerra, y para eso, necesito al avatar.

—Okay —digo—. Hagámoslo.
—Je je... y una cosa más —musita el niño con una sonrisa torpe—. Yo... yo solo sé aire control.

Estallo, literalmente, lo hago.

—¿¡QUÉ!? —espero para calmarme y no terminar incendiando la aldea—. ¿Una cosa más que hayas olvidado mencionar?

El niño niega con la cabeza. No me convence...

—Bueno, en ese caso, tendremos que ir a la tribu agua del Norte, por un maestro agua —menciona Nya.
—Si no hay otra opción...

Caminamos hacia el valle, dándole la espalda a la aldea, a nuestro hogar.

—Y por cierto —dice el niño aire—. Me llamo Lloyd no "niño".
—Sí, sí, como digas... "niño" —me burlo, en tono irónico.
—¿Van a estar así todo el camino? —se queja Nya.

Noto que una cosa se mueve en el interior de la capucha del niño aire. Dos orejas blancas y largas se asoman y luego una nariz con bigotes que se mueven. Un conejo mapache salta hacia el pasto y comienza a mordisquearlo.

—¿Has tenido a esa cosa ahí todo el tiempo? —pregunto.
—Te gusta darle apodos a la gente ¿verdad?

Nya se ríe.

—No. Y "eso" no es una persona.

Lloyd se encoge de hombros y va corriendo tras el conejo.

—Kai, no me gusta ser aguafiestas pero... tardaremos meses en llegar a la tribu agua del Norte —menciona Nya.

Es cierto.

—¿Y qué haremos entonces?
—Tomaremos un transporte —dice Lloyd, como si  fuese lo más obvio del mundo.
—¿Transporte? —Nya y yo nos volteamos a ver.
—¿Qué clase de transporte? —pregunto.

Lloyd nos mira con una sonrisa maliciosa. No me gusta esa mirada.