Mi padre había contactado conmigo para avisarme de que volvería en 6 días aproximadamente. Que desgracia, una semana mas con Josh. Este tío iba a volverme loca, pero loca de verdad. Con su actitud me tenía hasta las narices por no decir algo peor. Después de no hablarme, ni mirarme, ni nada (que al menos no molestaba), ha pasado a incordiarme cada minuto. No para de chincharme y me molesta mucho. He estado a punto de pegarlo un hostión en mas de una ocasión. Anda mira, me salió una rima...
El caso es que estaba harta de él. Se estaba volviendo insoportable. Muy única vía de escape para no cometer un homicidio era Olivia y Matt. Cada vez que tenía un momento libre Matt quedaba conmigo para pasar la tarde. Era todo un amor. Ayer mismo me había invitado a merendar en un sitio muy bonito, así con muchas flores. Y como dije en otra ocasión, siento que él si me ve como una mujer, y no como una niña.
Estaba dentro de la ducha, había puesto mi móvil cerca para escuchar música mientras me duchaba. Un mensaje llegó, era de Matt. Como era fin de semana y no tenía tanto trabajo me ha dicho que podríamos ir a una disco. Por supuesto acepté. Me dijo que me recogería en casa sobre las 8 u 8 y media.
Me empecé a arreglar ya que se me hacía un poco tarde. Lo cierto es que quería verme bien para salir con Matt, así que me esmeré en elegir mi atuendo y arreglarme. Mi vestido era de un tono rojo apagado, ajustado al cuerpo, llega por encima de las rodillas y solo tiene una tiranta que está llena de pedrería plateada. Me puse unos tacones de brillo plateado, una gargantilla, un brazalete y unos pendientes plateados para conjuntar. Maquillé mis ojos color hazel con eyeliner, un poco de colorete y un tono rojizo para los labios. Mi cabello castaño tenía las puntas mas rubias, me hice ondulaciones.
No es porque fuera yo, pero... Madre mía que buena estoy... Es cierto que soy algo bajita, pero lo bueno es que puedo ponerme estos taconazos sin parecer una jirafa.
Y a las 8 y media la puerta sonó. Josh fue quien abrió y al ver a Matt puso cara de extrañado. No recordé que ellos no se conocían...
-Hola, vengo a buscar a Emma.
-¿Y tú quien eres? -Le contestó de muy malas formas a Matt.
Pero yo me interpuse. Fui, sonriendo feliz al ver a Matt de nuevo. Le dí un abrazo. A Josh se le puso peor cara todavía. Matt iba espectacularmente sexy: una camisa blanca con los botones de arriba abiertos y unos pantalones negros.
-No os conoceis. Josh, este es Matt, un muy buen amigo. Y Matt, este es Josh. Ahora me voy, no me esperes despierto. Chaito...
Y me fui antes de que pudiera protestar. En algún momento mientras caminabamos hacia la disco me agarré al brazo de Matt. Y realmente parecíamos una pareja, charlando y riendo, mirandonos todo el rato. Me sonrojé por mi propio pensamiento.
Cuando llegamos fuimos a la barra a pedir bebidas.
-Ey, ey para un momento... Tu eres menor de edad, no puedes beber... -Me dijo riendo.
-Vamos, no seas aguafiestas... No es la primera vez que bebo. Además, si no haberte pensado antes el salir con una menor. -Le saqué la lengua.
-Esa lengua...
Pedimos unas bebidas y las tomamos. El acohol, que empezaba a hacer efecto, y una música que era totalmente pegadiza me hicieron coger del brazo a Matt y sacarlo para que bailaramos.
Y Matt bailaba muy bien... Él me agarró por la cintura y yo puse sus brazos alrededor de su cuello. No quitabamos la mirada el uno del otro en ningun momento. Uff, empezaba a hacer calor... Me puse de espaldas a él, meneandome al ritmo de la música. Matt me agarró por las caderas. Y me susurró ''Me encantas...''. Sí, definitivamente había subido unos 100 grados la temperatura. Matt me hizo girar para que estuvieramos frente a frente. Ya habíamos dejado de bailar, estabamos rodeados de gente que se movía en la pista. Yo agarré su camisa por los costados y él acariciaba suavemente mi mejilla. Mariposas revolotearon en mi estómago. Me agarró por la nuca y me acercó a él, poco a poco. Nuestros labios estaban a centímetros de tocarse. Y yo de veras quería besarlo. Yo acorté la distancia que quedaba entre nosotros.
Nuestros labios se tocaron. Y se sintió maravillosamente bien. Tenía mucho calor y las mariposas estaban revolucionadas. Me aparté un poco para respirar, pero Matt aprovechó para besarme mas profundamente. Una de sus manos estaba en mi cuello, y la otra en la parte baja de mi espalda. No se cuanto tiempo nos pasamos así.
Nos separamos de golpe al oír el sonido de un cristal estallar. Un tipo al que no conseguí ver bien había roto un vaso y se había largado. Pero no eché mucha cuenta ya que estaba en las nubes. Nos volvimos a mirar. Los ojos de Matt brillaban y me sonreía de una manera que derretiría hasta a la mujer mas dura.
Cuando salimos de la disco íbamos de la mano. No era tan tarde como imaginaba. Matt me dejó en la puerta de mi casa. Me dijo que no quería irse, que quería estar mas rato conmigo, y yo también pero tenía que entrar. Le dí un suave beso y entré en casa.
Mi mente andaba en las nubes. Cuando llegué al salón las luces estabas encedidas. Josh estaba sentado en un sillón.
-Josh, ¿qué haces ahí?
Me dí cuenta que su mano estaba vendada y sangraba. Mi cara se puso pálida, me temía lo peor. Josh me había seguido y me había visto bailar con Matt, y posiblemente besarlo.
-Vaya... Por fin has vuelto... Pensé que quizá irías con ese tipo toooda la noche.
-Pues no, he vuelto.
-Ajá... Quizá deberías haberte ido con él. ¿A tí te gusta no?
Su tono de voz me estaba hartando.
-¡Pues sí! ¡Me gusta! Y yo haré lo que me de la gana con quien me de la gana. Y eso a tí NO-TE-IMPORTA. -Le grité enfadada. No entiendo a que viene que se ponga así conmigo.
-¡Pues si me importa! ¿Vale? -Él también comenzó a gritar, se levantó del sillón.
-¡No te importa! ¡Ni yo te importo! Tu solo aceptaste el trabajo de cuidarme porque quieres el dinero...
-¡Eso no es así!
-¿Entonces qué es? ¿eh? -Chillaba histerica.
Josh se acercó a mi a paso ligero, me acorraló contra la pared.
-¡¡Por qué la verdad es que me gustas!!
Ok, eso no me lo esperaba. No sabía que decir. Entonces se acercó de golpe y me besó. Al principio me resistí, pero después me deje llevar. Cuando se separó de mí yo solo salí corriendo a mi habitación. Cerré la puerta a mi espalda y me dejé resbalar por ella, hasta sentarme en el suelo. Y entoncés sentí unas gotas cálidas corriendo por mis mejillas. Lloraba... Lloraba porque mi corazón estaba dividido en dos. Porque me gustaban dos personas...
Dios... ¿Qué hago?
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CUANDO EL AMOR LLEGÓ
RomanceEmma es una chica de 17 años que no encaja con el estilo de vida de su familia, ella no es como su prima Bella, una niña buena que sólo sabe obedecer. No, ella era un tanto descontrolada, y por accidente conocerá al que será su futuro profesor de pi...