-¡Emma! ¡Baja ahora mismo que la cena está lista! ¡Y rapidito! -Gritó mi madre desde la planta baja de nuestra enorme casa.
-Tía -mi prima Bella miró a mi madre meneando sus pestañas postizas. -Desde luego no parece de nuestra familia. A veces me averguenzo de ella...
Mi insoportable prima Bella tiene 18 años, aunque a veces me parece que tiene 5. Es toda una muñequita de porcelana, delgada, con su piel blanca y su melena rizada y rubia, y sus ojos celestes.
-Ah, cierto... Te refieres a que a mi no me importan ni los zapatos, ni la ropa, y tampoco estoy hasta las tantas estudiando. -Le contesté haciendome la desentendida. -Quizá yo te averguence, pero tú eres como una especie de extraterreste. -Le dije poniendo caras raras y partiendome de risa. Me encanta sacarla de sus casillas.
-¡Tío! -Chilló Bella con cara molesta. -Emma no para de molestarme.
-Emma, no te consiento que insultes a tu prima. Quiero que subas a tu habitación, estás castigada hasta nuevo aviso.
Esto era el colmo... No pude evitar gritar muy enfadada. -¡Eso no es justo! ¡Ella empezó primero! ¿Por qué todos le haceis caso a ella?
-No quiero seguir escuchandote, Emma. He dicho a-tu-habitación.
-¿Pues sabeis una cosa? ¡Qué os den a todos! -Les grité y me fui a mi habitación, pegando un fuerte portazo al cerrarla.
Esa noche me escapé para quedar con mis queridos amigos.
Mi mejor amiga, Olivia, la conocía desde que eramos unas enanas. Ella estaba un poquito loca. En un impulso se tiñó el pelo de rojo. Tiene unos ojos preciosos azules. Jessi, otra de mis buenas amigas, era muy muy guapa: una rubita de ojos verdes. Era bastante tímida, y estaba saliendo con Dany, un buen chico. Y también estaba Zac... El chico que me traía loquita desde... Bueno desde siempre. Con sus ojos verdosos, su pelo negro, era amable, gracioso e intentaría entenderte aunque fueses un chucho.
Un sonido me sacó de mis pensamientos, creo que fue una piedra chocando con mi ventana. Y cuando me asomé allí estaban mis hermosos amigos, saludandome. Entonces recordé que mi padre me había castigado. Lo remeé imitandolo. Yo iba a salir igualmente, así que me escapé.
Cuando volví a casa eran nada mas y nada menos que las 2 de la mañana. Lo peor de todo es que tenía que levantarme temprano puesto que había clases.
MAÑANA DEL VIERNES.
Unos toques en la puerta me despertaron. -¿Emma? ¡Vamos. despierta que tienes que ir a clases!
-¡Ya, ya voy! -Me levanté desperezandome. -Dios, que mujer mas pesada...
Puede que parezca un poco estupida o borde con mi familia, pero creedme, todo tiene un por qué.
-Emma, tu prima se vendrá conmigo en el coche. Tu puedes irte en el autobús. -Me dijo mi padre sin mirarme siquiera. Yo solo le respondí con un ''Ok''.
Para cuando llegué a la parada el autobús ya se había ido. Iba a llegar tarde. -Mierda... Joder.
-Ey, esas son palabras mayores para una señorita.
Ni siquiera me molesté en mirar al que dijo eso. -Yo no soy una señorita, asi que callese y no se meta donde no le importa.
Miré de reojo. Era un hombre joven, no mas de 25 años, rubio con ojos verdes. Parece que iba a una entrevista de trabajo o algo por el estilo... Bueno, la cuestión es que como no lo queria escuchar me puse mis cascos y empezó a sonar la canción de Burn de Ellie Goulding. Me encanta esa cancion, es perfecta (o al menos para mí...). Después de unos 10 minutos por fin vi venir al autobús y pude llegar al colegio.
Y lo primero que me encontré fue con mi insoportable prima, con su insoportable amiga Lucía, que solo se acerca a ella por el dinero por supuesto, y su insoportable y creido novio Lucas. Son... pues eso, insoportables.
Las clases pasaron lentas, como siempre. Y cuando llegué a mi casa, mi madre me dijo que me arreglase que teniamos un invitado al que debía conocer. Yo solo asentí y con mucha pereza fui a arreglarme. Alisé mi cabello y me maquillé un poco.
Cuando llegue abajo... ¡Sorpresa! ¿En serio? Esto parecía ser una broma... El mismo tío entrometido de la parada del autobús estaba sentado en el salón de mi casa.
-¿Y este tío qué hace aquí? -Puse mala cara.
-¡Emma! Un poco de modales, no llames así a tu profesor.
-¿Profe quéee? ¡¿Estás loca!? No, no... ¡Pero qué diceees!
-Si tus notas fueran mejores no me vería obligada a hacer esto.
-¿Sabes qué? ¡Está bien! ¡De acuerdo! Me aguantaré... ¿Pero sabes qué? Os odio a todos... Ojalá no tuviese una familia como vosotros.
Subé las escaleras corriendo. Qué bien, ahora además de soportar a mi familia también tendría pegada al culo a este tío.
Un mensaje llegó a mi móvil. Era Zac que me avisaba para que supiese que íbamos a vernos en el lugar de siempre. Sonreí como boba.
Me presenté en el lugar y esperé, pero Zac no aparecía. Un grupo de tíos con no muy buenas pintas se acercaron a mí.
-¡Ey, preciosa! Que te parece si....
En ese momento estaba sola y no podia moverme, me tenian acorralada. Estaba asustada, y cuando estaban a punto de tocarme alguien les dió un puñetazo. Me cogió y me arrastró hasta un coche. Yo solo podía llorar, no podía contener las lagrimas. Estaba histerica y aterrorizada. La persona que me salvó me acariciaba el pelo. Cuando me habló reconocí su voz.
-Tranquila, respira... Veo que lo pasas mal con tu familia... Intentaré ayudarte ¿de acuerdo? Por cierto, mi nombre es Josh.
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CUANDO EL AMOR LLEGÓ
RomansaEmma es una chica de 17 años que no encaja con el estilo de vida de su familia, ella no es como su prima Bella, una niña buena que sólo sabe obedecer. No, ella era un tanto descontrolada, y por accidente conocerá al que será su futuro profesor de pi...