Era fría la primera mañana en la que él albino entraba a trabajar, después de haber dejado la escuela a los dieciséis años, viéndose a sí mismo obligado a mantenerse solo, debido a que el dinero que por ley le pertenecía por parte de su Padre Hīragi Tenri se le había acabado.
Vivía solo y estaba solo. Desde hace ya un año y medio lo estaba. Con él único que compartía en su casa familiar era su Padre, quien al fallecer, quedó bajo la tutela de su hermano mayor Hīragi Kureto, con él que, junto a su segundo hermano Seishiro abusaban y maltrataban de él.
Física y emocionalmente estaba acabado para ese entonces, cuando descubrió la fortuna que heredaría a los dieciocho años, decidió adelantar aquel suceso, robando su parte y dándose la libertar de escapar finalmente de casa.
Lo bueno de haber sido adoptado por tan familia reconocida, era que le habían dado clases particulares de cosas que no tardaría en sacar provecho de ellas, y darse una vida digna.
No tenía ganas, ni alientos para ir y ser un sirviente de medio día a las personas, pero era la única manera para poder sobrevivir.
Se levanto de la cama de varillas con pereza, mostrando ciertamente la molestia que ocasionaba el ruido de éstas, con tan sólo un movimiento. Minutos después de haber despertado totalmente, se dirigió al baño, donde con agua caliente, se permitió disfrutar de aquel momento el tiempo posible. No duro mucho, se le hacía tarde, y no quería ser otra persona que llega el primer día de trabajo, junto con un regaño. Si quería durar ahí, debía dar una buena impresión, y llegando tardé no lo lograría.
Una camisa blanca con el logotipo del lugar, un pantalón justamente cómodo negro y un delantal de igual color que la camisa era su uniforme. Vistió completamente, a excepción del delantal, el cual guardo en su mochila y se pondría cuando ya se encontrase en el lugar.
Llego hasta la cocina después de haber terminado lo necesario para verse presentable, para disponerse a ser un desayuno rápido y exquisito para él. Tostadas con mermelada y café.Terminadas su actividades en casa, tomó sus objetos de importancia. Celular, llaves, billetera y mochila. Saliendo de su casa, se dirigió a paso forzado al lugar donde en pocos minutos, estaría sirviendo ordenes y corriendo de un lado a otro gritando.
Coffe no Seraph, se llamaba la cafetería, con el logotipo de dos alas y en el medio una taza de café. Decían que era la cafetería menos conocida en la cuidad, por lo tanto, se le dificultará ganarse lo debido.
Shinya es alguien normal, muy agradable a la vista de todos, y, que con su resplandeciente sonrisa, junto con sus enormes y hermosos ojos zafiro logra enamorar a cualquier persona. Pero como todos, tenía una dificultad, y ésta era que tenía Agliofobia.
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》Agliofobia《 |Guren Ichinose y Shinya Hīragi|
FanfictionDolor y Sufrimiento. Dos palabras qué nunca deberás mencionarle a Shinya Hīragi. -Déjame ayudarte. -Rogó el de orbes púrpura. -Pero sí yo estoy bien. -Aseguro con una sonrisa inocente el de orbes zafiro. -Yo no te haré sufrir. -Lentamente, se le fue...