(traducción)
cuando te miré, todo lo que vi fue rosa. el rosa de tus mejillas enrojecidas tras un encuentro inesperado. el rosa de tu piel en el viento gélido. el rosa de tus dedos ensangrentados tras horas pulsando las cuerdas de tu guitarra. el rosa de tus labios tras haber sido maltratados. el rosa de tu corazón, no podía ser rojo porque el rojo contiene demasiado negro. eras demasiado puro y tu alma era demasiado inocente para ser de un color tan oscuro. también era el color de la que antes era la parte blanca de tus ojos, después de que alguien dijera algo cruel y completamente injustificado.
cuando me miraste, todo lo que viste fue azul. el azul de mis manos en los meses de invierno porque mi sangre parecía no circular lo suficientemente rápido. el azul escondido detrás de todo el marrón común. el azul de la sombra que extendía sobre mis párpados todas las mañanas. el azul de la comida que siempre me veías comer. el azul del cielo al que siempre me veías mirando, buscando consuelo por todas las preguntas sin respuesta que volaban en mi cabeza. el azul del agua que hacía volver lo más caliente posible cuando todo lo que quería hacer era morir. el azul de mi primer tatuaje, un simple punto azul en el lado de mi mano. la simplicidad siempre me volvía loca. el azul del primer color artificial de mi pelo. el azul de los tejanos que vestía a diario. y cuando me volvía nerviosa, el azul de la palma de mis manos por hacer fricción constantemente con mis tejanos. el azul de mis venas, constantemente más allá de sus límites, como si más sangre me fuese a librar del dolor.
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pero cuando me tocaste, no me pude evitar volver lila. el lila de las mil flores caídas por las calles que me enseñaste a andar. el lila de unos ojos que nunca existieron con todas sus dimensiones. el lila que solo determinados días pintaba el cielo que me enseñaste a amar, como a todo lo demás. el lila de la acuarela que manchaba mis dedos y mi ropa e incluso mi cara tras horas intentando plasmar mi alma. ¡nunca lo conseguí! quizás porque esa alma no existe, o quizás porque no tiene color, por lo que es inútil intentarlo. quizás mi alma no exista, pero lo que brota de ella sí.
