"ˢⁱ ᵈᵉˢᵉᵃˢ ᵛᵉʳ ˡᵃ ᵍʳᵃⁿᵈᵉᶻᵃ ʳᵉᵃˡ ᵈᵉ ᵘⁿ ʰᵒᵐᵇʳᵉ, ᵒᵇˢᵉʳᵛᵃ ˡᵃ ᶠᵒʳᵐᵃ ᵉⁿ ˡᵃ qᵘᵉ ᵗʳᵃᵗᵃ ᵃ ˢᵘˢ ⁱⁿᶠᵉʳⁱᵒʳᵉˢ, ⁿᵒ ᵃ ˢᵘˢ ⁱᵍᵘᵃˡᵉˢ"
⁻ ᴶ.ᴷ ᴿᵒʷˡⁱⁿᵍ
Emma jamás había ido a una fiesta antes, y mucho menos como las que hacían sus padres. Y definitivamente jamás había ido a una recaudación. Pero de algo si estaba segura. A ninguna de esas personas ricas les importaba ayudar.
<<Hipocresía en su máximo esplendor>> pensó Emma.
Ella era observadora, tal vez despistada en algunos sentidos —como las indirectas— pero si se trataba de observar las acciones de las personas, Emma era buena en eso.
— ¿Todo en orden?
Emma miró a Eric con una pequeña sonrisa. — Si... — respondió tranquila para volver a mirar al rededor. — ¿Dónde está el baño? —preguntó volviéndose a girar.
— Nuestro baño está en el segundo piso, pasillo derecho, puerta blanca y luego al pasillo número 5 de tu izquierda.
La direcciones, definitivamente no eran el fuerte de Emma. Lo más lógico sería pedir ser acompañada o que le escriba todo.
Pero su boca solo preguntó una cosa.
— ¿Nuestro baño?
— Jamás compartiríamos un baño con... cierto tipo de personas. Tu me enteindes — explicó restándole importancia.
Emma; controlando todo instinto de pelea cegada por la pis que se le iba a salir, sólo asintió rápidamente, y se fue tratando de recordar las indicaciones de su hermano.
<<¿Era derecha izquierda o izquierda derecha?>>
Definitivamente estaba perdida.
— ¿Y tú quién eres?
Emma se giró rápidamente encontrándose a un chico pelinegro. Llevaba un traje tan caro como los de sus hermanos pero definitivamente se veía más desarreglado que Nickolas. Hombres...
— ¿Quién pregunta?
— Yo pregunté primero.
— ¿Y?
El chico que quedó unos minutos pensando. — Jamás te había visto antes.
—Ahora me estás viendo.
— Tu vestido parece caro... es eso o tu mamá sabe hacer buena ropa.
— ¿Por qué supones que solo una mujer puede hacer ropa?
— Porque la mayoría de los niños de caridad tienen padres en alguna parte del mundo, y tal vez algunos medio hermanos que no conocen. BOOM le contesté coherentemente a una feminista. No te ofendas, suelo decir estupideces por naturaleza no por ofensa. Soy Alexander Soboss, y si.. Mi apellido es raro, lo sé.
Emma no pudo evitar soltar una pequeña risa. — Emma Carrinstone.
— Buen chiste, ahora dime tu nombre.
ESTÁS LEYENDO
La Mafia De Mis Hermanos
Teen FictionUna familia Separada por una mala decisión Reunida por una tragedia Cuatro hermanos con un secreto Una hermana a punto de descubrirlo