Andrea es la asistente de la madre del famoso cantautor Charlie Puth con quien no ha tenido mucho contacto hasta que su jefa los une y los sentimientos de ambos comienzan a florecer. ¿La fama los separará o podrán mantenerse unidos?
Todavía me sentía confundida por la llamada de Charlie el otro día, pero aunque eso haya pasado, debía concentrarme y tener en mente la decisión que había tomado de alejarme de él. Al día siguiente mientras salía de la universidad me conseguí a un amigo de Karen a quien tenía mucho tiempo sin ver: Michael.
- Mike, ¡Hola! Tenía mucho tiempo que no te veía – sonreí mientras lo saludaba.
- Andrea, un placer verte – sonrió – estás hermosa como siempre.
Mike era el tipo de chico galante al que le encantaba coquetear todo el tiempo y todo lo que decía podías interpretarlo de dos maneras: la forma literal y la forma sensual... y muy sexy. Esta técnica siempre le funcionaba porque, no solo sabía cómo hablarle a una mujer, sino que también su físico lo ayudaba mucho. Era un chico alto, fuerte, moreno claro pero con ojos muy verdes y linda sonrisa...todo un ken. Bien moldeado.
- Gracias – sonreí algo avergonzada - ¿Qué ha sido de tu vida?
- Bueno, he estado trabajando así que no he podido seguir en la carrera lamentablemente
- Aww es una lástima – dije y miré el reloj – Vaya Mike me encantaría seguir charlando contigo pero debo irme.
- Ah está bien – me dio un abrazo y antes de irme dijo – Andrea, ¿te gustaría ir a cenar mañana? Así nos ponemos al día – sonrió.
Mike no era mi tipo de chico (muy fitness para mí) pero no perdía nada al salir con él así que acepté, le di mi número y me fui a casa. En el camino, el chofer del bus tenía la radio encendida y comenzó a sonar Look at me now de Charlie, amaba esa canción. Era una de las primeras que había hecho, estaba llena de vida y te hacía sentir animado y feliz. Sonreí porque así me hacía sentir él...la mayoría del tiempo. Acaba de entrar a mi habitación cuando me llegó un mensaje de texto:
- Espero que hayas llegado bien a casa. Ya quiero que salgamos mañana linda. Besos. Mike.
Este chico tenía una manera de hablar tan coqueta que hacía sonreír hasta la persona menos interesada en él. Al día siguiente por la noche, me arreglé para salir con él. Me vestí con un jean oscuro, una camisa blanca de tiras y un sobretodo negro y esperé a que llegara.
Fuimos a un restaurante, no muy lejos de mi casa en el centro de la ciudad, y todo iba bien. Hablábamos y la comida estaba muy buena. El problema con Mike era que, al decir "hablábamos", me refiero a que él hablaba y yo escuchaba. De repente se escuchó a un montón de chicas gritando fuera del restaurante, volteamos a ver qué sucedía y veo entrar a una chica "modelo", de esas que tiene cara de perra sexy, y detrás de ella... Charlie.
¡Esto tenía que ser una broma!
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