capítulo 4

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La mansión de Dimitri Chéjov se convirtió en un campo de batalla frenético y letal

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La mansión de Dimitri Chéjov se convirtió en un campo de batalla frenético y letal. Los disparos resonaban con fuerza en las lujosas habitaciones, mientras las luces intermitentes arrojaban sombras inquietantes por doquier. El agente Reynolds y la agente Rodríguez luchaban con valentía, derribando guardias armados en su desesperada carrera hacia la salida. Pero cada segundo que transcurría aumentaba la intensidad del fuego cruzado, y el tiempo se les agotaba.

Agente Reynolds gritando por encima del estruendo "¡Rodríguez, esto se está volviendo una locura! ¡Tenemos que retirarnos de inmediato!"

Agente Rodríguez con mirada preocupada "¡Reynolds, lo entiendo, pero no podemos simplemente abandonar a Ethan en este estado! Está herido y necesita nuestra ayuda".

Ethan Smith, herido de bala en el hombro, luchaba con determinación para mantenerse en pie. Cada movimiento le causaba un dolor agudo, pero su voluntad de acero lo impulsaba a seguir adelante. A pesar de su herida, no se rendía y buscaba frenéticamente una oportunidad para escapar de la emboscada mortal que Chéjov y sus hombres habían preparado.

"Lo siento, Rodríguez, pero estamos superados en número y en desventaja. Si nos quedamos, todos seremos capturados. Tenemos que irnos y buscar ayuda médica".

"Entiendo, Reynolds, pero esto es devastador. Dejar a Ethan atrás... es desgarrador".

Con el corazón apesadumbrado y lágrimas en los ojos, el agente Reynolds y el agente Rodríguez se vieron obligados a tomar una decisión desgarradora. Sabían que no podían quedarse más tiempo sin arriesgar sus propias vidas, pero dejar a su compañero herido atrás era una carga que pesaría en sus almas para siempre.

Los disparos continuaban retumbando en la mansión, creando un eco ominoso de la feroz batalla que se libraba en su interior. Mientras corrían hacia la relativa seguridad de la oscuridad de la noche, las lágrimas en los ojos de Rodríguez reflejaban la angustia de tener que dejar atrás a un amigo y compañero en peligro. La mezcla de frustración, tristeza y el aguijón de la impotencia se clavaban en sus almas mientras se alejaban de la mansión y la figura herida de Ethan quedaba atrás en medio del caos.

Sabían que la misión y la seguridad de la agencia eran una prioridad, pero eso no hacía que la elección fuera menos desgarradora. La noche se cernía sobre ellos, marcada por la incertidumbre y el peso de la decisión que habían tomado.

Ethan Smith, herido y débil por la bala que aún se alojaba en su hombro, se encontraba en una situación desesperada. Mientras el agente Reynolds y el agente Rodríguez se retiraban de la mansión de Dimitri Chéjov, abandonándolo a su suerte, Ethan era atrapado por los siniestros subordinados del "DIABLO".

Lo llevaron a una sala de interrogatorio oscuro y lúgubre en el corazón de la mansión. Las paredes estaban revestidas de hormigón, y una única luz tenue colgaba sobre una mesa de metal en el centro de la habitación. La atmósfera era opresiva, y el dolor de la herida en el hombro de Ethan se intensificaba con cada paso.

Los subordinados de Chéjov, hombres cuyos rostros reflejaban una lealtad inquebrantable hacia su líder, lo arrojaron con rudeza sobre la mesa. Ethan luchó por mantenerse en pie, su rostro pálido y sudoroso revelaba su sufrimiento. Sabía que estaba en manos de personas implacables, pero su determinación no había menguado.

"¿Crees que puedes desafiarnos, chico? Tu tiempo de juego ha terminado."

La puerta de la sala se cerró de golpe, dejando a Ethan solo con sus captores. La herida en su hombro palpitaba con dolor constante, pero su mente seguía afilada. Sabía que cualquier información que revelara podría tener graves consecuencias, no solo para él, sino para la misión y la seguridad de la CIA.

Ethan miró fijamente a los subordinados de Chéjov, mostrando una determinación que no pasaría desapercibida.

"No obtendrán nada de mí. Pueden hacer lo que quieran, pero no traicionaré mi deber ni mi país".

Los subordinados intercambiaron miradas, y una sonrisa siniestra cruzó el rostro de uno de ellos. Sabían que tenían tiempo, y estaban dispuestos a utilizar cualquier método necesario para obtener la información que buscaban.

La sala de interrogatorio se llenó de un silencio tenso, interrumpido solo por el dolor de la herida de Ethan y el eco lejano de la batalla que aún se libraba en la mansión. Ethan estaba atrapado en un juego mortal de voluntad y resistencia, consciente de que el destino de la misión y su propia supervivencia pendían de un hilo.

La batalla en la mansión de Dimitri Chéjov había llegado a su fin, aunque el caos y la tensión persistían en el ambiente. Mientras el agente Reynolds y la agente Rodríguez lograban escapar con dificultad de la mansión, no eran conscientes de un detalle crucial: la información vital que habían estado persiguiendo, las rutas de armas y drogas que podrían cambiar el destino del mundo, no se encontraba con ellos. Había quedado en manos de Ethan, quien yacía inconsciente debido a la herida de bala que había sufrido durante el enfrentamiento.

Los subordinados de Chéjov, después de informarle sobre el acontecimiento, se apresuraron a seguir las órdenes de su líder. Llamar al médico personal de la mansión era su primera prioridad. La herida de Ethan debía ser atendida, ya que no podían permitirse que su valioso prisionero muriera antes de obtener la información que deseaban.

El médico llegó con rapidez, un hombre con una mirada fría que reflejaba su lealtad inquebrantable a Chéjov. Comenzó a tratar la herida en el hombro de Ethan con precisión, extrayendo la bala y suturando la carne dañada. Aunque Ethan permanecía inconsciente, su vida estaba fuera de peligro inmediato.

Mientras el médico trabajaba, los subordinados de Chéjov comenzaron a investigar la ubicación de la información que tanto ansiaban. Registraron cada rincón de la habitación donde habían encontrado a Ethan, revisando sus pertenencias en busca de cualquier pista que los llevara a la valiosa data que había sido el objetivo de la misión.

Dimitri Chéjov, el "DIABLO", estaba ansioso por descubrir por qué la CIA se había infiltrado en su mansión y qué secretos ocultaba la información en manos de Ethan. Las respuestas podrían cambiar el curso de su vasto imperio criminal, y él no estaba dispuesto a dejar ninguna piedra sin remover.

Mientras los subordinados continuaban con la búsqueda, la mente inconsciente de Ethan estaba atrapada en un estado de confusión y dolor. No sabía que su valiosa carga, la información que tanto habían arriesgado por obtener, estaba siendo objeto de una búsqueda intensa y que su vida pendía de un hilo en manos de los hombres de Chéjov. El enfrentamiento en la mansión solo había sido el principio de una batalla mucho más compleja y peligrosa que estaba por desplegarse

Cautivo por La Mafia  [boyxboy®] © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora